Bolivia entró el lunes en un vacío de poder e incertidumbre política tras la renuncia del presidente, Evo Morales, presionado por el Ejército y semanas de protestas masivas. También renunciaron todas las autoridades llamadas a sucederle, según la Constitución, informó la agencia AP.
La situación es tal que no hay fecha para que se reúna la Asamblea Legislativa, que debe elegir al sucesor de Morales. El presidente de ese órgano y los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados también renunciaron.
Mientras la gente festejaba en las calles la renuncia del Morales se registraban saqueos, asaltos y ataques a la propiedad privada, principalmente en La Paz y la ciudad vecina de El Alto. La policía no había normalizado el patrullaje en las calles desde que se amotinó contra el Gobierno.
Morales, que estaba en paradero desconocido, apareció en las últimas horas del domingo en su cuenta en la red social Twitter y denunció que "un oficial de la Policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal" en contra de su persona.
"[…] Grupos violentos asaltaron mi domicilio. Los golpistas destruyen el Estado de Derecho", añadió el exgobernante en un tuit del que se han hecho eco figuras de izquierda desde Pablo Iglesias, en España, pasando por el recién liberado Lula da Silva, hasta el presidente de Argentina, Alberto Fernández, quienes calificaron lo sucedido como golpe de Estado.
La residencia del gobernante está en Cochabamba.
El general de la Policía Yuri Calderón, sin embargo, negó que hubiera una orden de detención en contra de Morales.
"Quiero hacer conocer a la población boliviana que no existe orden de aprehensión alguna contra funcionarios del Estado como Evo Morales y los ministros de su gabinete", dijo Calderón al canal privado Unitel.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo en Twitter que México ofrecería asilo a Morales si lo pedía, aunque no había indicios de que lo hubiera hecho.
Las denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre desataron semanas de protestas. La Organización de Estados Americanos (OEA) confirmó las irregularidades después de una auditoría electoral.
Cerca del palacio presidencial, un manifestante dijo estar celebrando que Bolivia era "libre".
En un primer momento no estaba claro quién sucedería a Morales o cómo se elegiría su sucesor. Su vicepresidente también renunció al cargo, al igual que el presidente del Senado, siguiente en la línea sucesoria. El único otro cargo público mencionado en la Constitución como sucesor, el presidente de la cámara baja, ya había dimitido.
En un primer momento no había indicios de que el Ejército estuviera maniobrando para tomar el poder.
"Creo que tenemos que mirar de cerca lo que hace el Ejército en las próximas horas", dijo Jennifer Cyr, profesora asociada de Ciencias Políticas y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Arizona. "¿Se están extralimitando en su labor?", se preguntó.
"El vacío de poder deja un espacio abierto en el que podría entrar el Ejército", añadió a la agencia AP.
Al caer la noche se reportaron tensiones en La Paz y la ciudad vecina de El Alto, con noticias de saqueos e incendios en viviendas y propiedades públicas.
La crisis de liderazgo había escalado en las horas previas a la renuncia de Morales. Dos ministros del gobierno responsables de Minas e Hidrocarburos, el presidente de la Cámara de Diputados y otros tres legisladores progobierno anunciaron sus renuncias. Algunos dijeron que partidarios de la oposición habían amenazado a sus familias.
La responsable del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque, también dimitió tras la publicación del informe de la OEA. La fiscalía general dijo que investigaría a los jueces del tribunal por posible fraude y la policía dijo luego que Choque había sido detenida, junto con otros 37 altos cargos, por sospechas de delitos electorales.
Morales fue elegido en 2006 y lideró un boom económico impulsado por las materias primas en el país más pobre de América del Sur. El combativo exlíder de un sindicato de productores de coca asfaltó carreteras, envió al espacio el primer satélite de Bolivia y combatió la inflación. Pero, incluso muchos de sus seguidores empezaron a recelar de su resistencia a dejar el poder.
Tranquilos mis bolivianos a tomara chichi y a comer fricase de chancho.ya el rpoblema fue resuelto.
Todo volverá a la normalidad, el cáncer o socialismo del siglo XXI dejará un sinfín de problemas, pero será un ejemplo para la América. Ése pueblo merece lo mejor y lo tendrá!