El canciller boliviano, Diego Pary, garantizó el martes que el Gobierno de Evo Morales aceptará el resultado de las elecciones "sea cual sea", ante las denuncias desde la oposición de un supuesto intento de fraude.
Pary compareció ante los medios tras una reunión en La Paz de Morales con representantes de la comunidad diplomática, observadores de los comicios y de organismos internacionales. "Sea cual sea el resultado, nosotros como Gobierno vamos a aceptarlo", subrayó, en referencia a las advertencias desde la oposición sobre un intento de fraude por parte del órgano electoral.
El canciller recalcó que el conteo que se lleva a cabo en La Paz de los votos emitidos el pasado domingo es "público y absolutamente transparente", por lo que defendió la "legitimidad" del proceso. "Somos los más interesados en que se contabilice todos los votos", aseveró, según el reporte de EFE.
Bolivia sugirió además este martes a la OEA que audite los comicios del domingo, cuyo conteo rápido tendía el lunes a confirmar la reelección del presidente Evo Morales en primera vuelta, lo que desencadenó protestas en el país, críticas en el exterior y la convocatoria a una reunión extraordinaria del organismo continental.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) convocó a una sesión de su Consejo Permanente para este miércoles en Washington, a pedido de Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos y Venezuela, para abordar "la situación en Bolivia", reportó AFP.
En respuesta, el Gobierno boliviano solicitó a la OEA enviar "a la brevedad posible" una misión técnica a La Paz para auditar "una a una las actas" de los votos de las elecciones del domingo, dijo el canciller Diego Pary.
En una carta al secretario general de la OEA, Luis Almagro, Bolivia solicitó que "a la brevedad posible, pueda establecer una comisión que haga una auditoría a todo el proceso de cómputo oficial de los votos de las elecciones del 20 de octubre", dijo Pary en rueda de prensa.
Los cuestionamientos radican en que dos días después de los comicios no culmina el conteo rápido TREP, que la noche del domingo anticipó un balotaje y, tras una inexplicable paralización de 20 horas, se reanudó mostrando un "cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia", y augurando la reelección de Morales en primera vuelta, denunciaron los observadores de la OEA.
Oposición y oficialismo chocan en las calles
La oposición, sindicatos, organizaciones empresariales y cívicas comenzaron a preparar protestas para este miércoles, luego de los violentos disturbios del lunes tras la reanudación del conteo con el cambio de tendencia.
Entonces, enardecidas muchedumbres incendiaron los tribunales electorales departamentales en Sucre y Potosí, mientras en La Paz se registraron choques con la Policía. En Riberalta, departamento Beni, los manifestantes destruyeron una estatua del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez, aliado de Morales.
El martes el país vivía una calma cargada de tensión, con Morales sin aparecer en público ni hacer declaraciones y con disturbios aislados y esporádicos en la ciudad sureña de Oruro, donde una turba se enfrentó con la Policía cerca de la plaza de armas, reportó EFE.
El conteo parece confirmar una segunda vuelta
Hasta las 16:40PM del martes, con el cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia y el exterior al 90,71%, el presidente y candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, sumaba el 45,29%, mientras que el representante de la oposición, candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, lograba el 38,26%.
En tanto, los datos preliminares de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) sobre la votación de los comicios continuaban publicados al 95,63% de las actas verificadas, mostrando al candidato oficialista con el 46,4% de los sufragios y a su contrincante opositor con el 37,07%, reportó el diario local Los Tiempos.
La ley electoral boliviana otorga la victoria al candidato con al menos el 50% de los votos, o con el 40% y diez puntos de ventaja sobre el segundo. De no alcanzarse esos porcentajes, los dos más votados tendrán que ir a una segunda vuelta en diciembre.