La crisis macro de Venezuela, que es económica, sanitaria y alimentaria, a la que se suma la irresoluta crisis política, seguirá expulsado a venezolanos de su país en caso de que no haya soluciones en el corto o mediano plazo.
Dos expertos en temas humanitarios y migratorios consultados por DIARIO DE CUBA coinciden en afirmar que la cifra de cuatro millones de venezolanos emigrantes y/o refugiados, dada por las agencias de la ONU, es un número conservador y que en realidad es mayor el fenómeno.
El pronóstico de ambos, consultados por separado, es que a fin de año —si todo sigue igual dentro de Venezuela— habrá salido del país el 15 por ciento de la población. Eso significa más de cinco millones de personas. De las cuales dos millones habrán emigrado en 12 meses.
Se trata de una crisis de envergadura, que desafía tanto a la agencia de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de Migraciones (OIM), como a los países de la región afectados por la llegada masiva y desordenada de venezolanos.
El reporte de ACNUR y OIM de inicios de junio, asegura que en solo siete meses, entre noviembre 2018 y mayo 2019, la salida masiva de venezolano escaló en un millón.
Consultada por DIARIO DE CUBA, la socióloga y estudiosa de temas migratorios Claudia Vargas asegura que las cifras de ACNUR son conservadoras y que podrían estar fuera del país, en realidad, 4,5 millones de venezolanos.
Antes de que concluya 2019, a su juicio, habrán salido de Venezuela cinco millones de personas lo cual representa un 15 por ciento de este país, de 32 millones de habitantes.
Jeffrey Villaveces, experto en temas humanitarios y director de IMMAP en Colombia, confirma a DIARIO DE CUBA desde Bogotá que la cifra en este momento se aproxima más a los cinco millones. Recuerda el experto el modelo hecho por el economista venezolano Miguel Ángel Santos en la Universidad Harvard, a partir de la ubicación geográfica de los venezolanos en la red social Facebook.
Villaveces descarta que tenga validez la denuncia del Gobierno de Nicolás Maduro, a través de su canciller Jorge Arreaza, quien pidió a ACNUR una rectificación de la cifra y dijo que el organismo de la ONU había falseado la data.
El jefe de la oficina de IMMAP en Colombia pone como ejemplo lo que ocurrió apenas Venezuela reabrió el paso fronterizo, que estaba cerrado desde febrero, lo cual llevó a que muchas personas salieran del país por veredas o trochas.
"Había mucha gente represada, pero solo en tres días de reapertura salieron más de 100.000", dice Villaveces, aclarando que no todos son migrantes, pero que el volumen refleja magnitud de la crisis humanitaria. Maduro permitió la reapertura de la frontera el 7 de junio.
A juicio de Vargas, la emigración masiva de venezolanos es forzada, ya que las personas se ven obligadas a dejar el país para poder cubrir sus necesidades básicas. "Se trata de una medida desesperada", acota.
"En muchos casos los venezolanos están saliendo sin papeles, sin tener un destino determinado con antelación, sin tener a alguien que les esté esperando en el lugar de destino", comenta la socióloga y profesora de la Universidad Central de Venezuela para describir la desesperación que envuelve la decisión de dejar el país.
Además se ha conformado una suerte de diáspora. Vargas indica que hay migrantes venezolanos en los 194 países que reconoce la Organización de Naciones Unidas, aunque sin duda la mayor concentración está en los países vecinos, particularmente en Colombia, Ecuador y Perú.
"En un momento tuvimos una migración por oleadas. En este momento es mixta. Se van personas de clase media y profesional, y clase alta, pero también muchas de estratos más bajos", explica. Además, la migración está centrada en personas entre los 15 y 50 años, "en plena edad productiva. El país pierde capital humano y fuerza de trabajo".
La falta de respuestas a la crisis que origina la migración, aunada a la ausencia de una ayuda humanitaria consistente dentro del país, dejan abierta la puerta para que la huida de Venezuela sea la única respuesta para no pocos venezolanos.