Anunciado con bombos y platillos, y presentado como una muestra de solidaridad socialista por parte de Nicolás Maduro, el plan de llevar a cuatro niños venezolanos a Cuba para recibir un trasplante de médula apenas atenderá un número ínfimo de la larga lista de infantes que están en situación delicada, incluso en riesgo de fallecer.
"Enviar a La Habana a cuatro niños representa apenas el 4% del total de niños venezolanos que están en lista de espera por todo el país esperando el trasplante. No es más que un acto de propaganda. Un centenar de niños están esperando, algunos en situación crítica", le comenta a DIARIO DE CUBA un médico vinculado al sistema de salud pública en Venezuela, quien por temor a represalias pide que su nombre no sea revelado.
El pasado 31 de mayo Maduro anunció el plan de enviar a los cuatro niños en un acto de solidaridad con el pueblo venezolano por parte de la revolución cubana. Esa fue la respuesta del régimen a la cadena de fallecimientos que se registraron durante el mes pasado en el hospital pediátrico, de referencia nacional, J.M. de los Ríos, en Caracas.
Durante mayo fallecieron cuatro niños del J.M. de los Ríos que esperaban un trasplante de médula ósea: Giovanni Figuera (seis años), Robert Redondo (siete años), Yeiderberth Requena (ocho años) y Erick Altuve (11 años). Según el médico consultado por DIARIO DE CUBA, en respuesta al escándalo que provocaron estas muertes, el régimen giró instrucciones a los hospitales regionales (provinciales) para que no se reportaran casos de fallecimientos por esta causa.
La situación dramática que vive el colapsado sistema de salud en Venezuela ya viene siendo denunciado desde el año pasado.
El traslado de pacientes infantiles a Cuba para el trasplante de médula escode además otra situación, tal como lo reflejó un trabajo de investigación del portal venezolano Efecto Cocuyo. En la Isla solo tienen capacidad técnica y médica para realizar trasplantes con pacientes que cuentan con un donante relacionado (familiar cercano), mientras que el programa que se mantenía con Italia permitía trasplantes generando médula del propio paciente.
La mayoría de niños venezolanos que están a la espera son precisamente los que requieren el tipo de trasplante que se practicaba en Italia, y cuyas operaciones dejaron de hacerse por falta de pago de Venezuela.
El canciller venezolano Jorge Arreaza aseveró el 24 de mayo que la muerte de niños en Venezuela se debía "al bloqueo criminal de Estados Unidos". Sin embargo, la deuda y las dificultades de Caracas con las entidades médicas de Italia datan de antes de las sanciones, que entraron en vigor afectando a Petróleos de Venezuela desde el pasado 30 de abril.
El padre de una niña hospitalizada en el J.M. de los Ríos confirmó a este diario que la situación dentro del centro de salud es caótica. Los familiares deben llevarle todo a sus hijos que están allí recluidos. Al ser un centro de referencia están personas de distintas partes del país, en su gran mayoría de los sectores populares.
"Hay que llevarle todas las comidas, las medicinas. Incluso la mayoría de exámenes, hasta los más básicos, se deben realizar fuera del hospital, ya que no cuentan con nada. Lo único que está en el centro hospitalario es el compromiso del personal médico y de enfermería, su mística y preparación", señala este padre de una paciente, quien prefiere que no se difunda su nombre.
Solo en el J.M. de los Ríos hay una lista de espera de 28 niños que requieren un trasplante de médula. En su gran mayoría no tienen un familiar compatible que sirva de donante, por lo que la opción de ir a Cuba no es, en verdad, una opción para ellos.