La líder de facto del Gobierno birmano, Aung San Suu Kyi, defendió este jueves la condena a siete años de cárcel impuesta a dos periodistas de la agencia Reuters, acusados de espionaje mientras investigaban una matanza de musulmanes rohinyas, informa EFE.
"Si alguien cree que ha habido un error judicial, me gustaría que me lo señalara", dijo Suu Kyi durante el Foro Económico Mundial para el Sudeste Asiático que concluyó en Hanoi.
La sentencia "no tiene nada que ver con la libertad de expresión sino con la Ley de Secretos Oficiales", añadió la Nobel de la Paz y Premio Sajarov, que retó a los críticos a leérsela.
"No se les condenó por ser periodistas sino porque la corte decidió que violaron la Ley de Secretos Oficiales", concluyó.
Suu Kyi instó a respetar el funcionamiento del Estado de Derecho y recordó que los dos periodistas tiene derecho a apelar la sentencia.
"Este es un intento vergonzoso de Aung San Suu Kyi de tratar de defender lo indefendible. Decir que este caso 'no tuvo nada que ver con la libertad de expresión' y que Wa Lone y Kyaw Soe Oo 'no fueron encarcelados por ser periodistas' es una tergiversación engañosa de los hechos", dijo Minar Pimple, de Amnistía Internacional, en un comunicado.
Pimple señaló que "el caso, del principio al fin, no ha sido más que un ataque descarado a la libertad de expresión y el periodismo independiente en Myanmar (Birmania)".
Los reporteros Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron detenidos la noche del 12 de diciembre de 2017 en posesión de documentos confidenciales que, según estos, les acababan de entregar dos policías con los que se habían reunido.
Los reporteros, condenados a principios de este mes, investigaban una masacre de miembros de la minoría musulmana rohinya en la aldea de Inn Dinn, en el estado de Rakáin, situado en el oeste de Birmania.
Las autoridades los acusaron de haber obtenido documentos secretos sobre la operación militar en Rakáin, que el Ejército birmano lanzó tras la serie de ataques de un grupo insurgente rohinya a puestos fronterizos perpetrados el 25 de agosto de 2017.
Cerca de 725.000 rohinyas huyeron a Bangladesh a raíz de esta ofensiva militar en la que investigadores de la ONU encontraron elementos de "genocidio intencionado", "crímenes contra la humanidad" y "crímenes de guerra".
Durante su intervención en el Foro, a preguntas del presentador, Suu Kyi respondió que su Gobierno podría haber gestionado mejor la crisis en Rakáin.
"Por supuesto que hay cosas en las que, a posteriori, la situación podría haberse manejado mejor", dijo Suu Kyi.
"Pero creemos que para garantizar la seguridad y la estabilidad a largo plazo debemos ser justos con todas las partes, y el Estado de Derecho debe aplicarse a todos. No podemos elegir quién debería ser protegido por el Estado de Derecho", añadió.
Birmania no reconoce la ciudadanía a los rohinyas, a los que considera inmigrantes bengalíes (de Bangladesh), y somete a una discriminación creciente, incluidas restricciones a la libertad de movimientos.
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, describió los comentarios de Suu Kyi como "increíbles", informó Reuters.
"Primero, niega los abusos del Ejército birmano contra los rohinya y ahora justifica el encarcelamiento de dos reporteros de Reuters que informaron sobre la limpieza étnica. Increíble", escribió el jueves Haley en Twitter.
Más tarde, en una conferencia de prensa, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, dijo que Washington discrepa con muchos de los comentarios que ha hecho Suu Kyi y agregó que los periodistas deberían ser liberados inmediatamente.
"El hecho de que los periodistas fueron hallados culpables pese al testimonio de policías de que se les ordenó inculpar a los periodistas, en nuestra opinión plantea serias dudas sobre la independencia y las garantías judiciales que supuestamente hay en ese país", agregó Nauert.
"Seguimos instando al Gobierno de Birmania a que tome medidas inmediatamente para corregir esta injusticia", agregó.