Los muñecos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se encontraron cara a cara en el carnaval de Olinda, en Brasil, donde unos ochenta "gigantes" recorrieron este lunes las empinadas calles de esta emblemática ciudad, reportó EFE.
El muñeco gigante de Trump volvió a desfilar por las laderas de esta ciudad con cerca de quinientos años de historia y coincidió por primera vez con un "agigantado" Kim Jong-un de 22 kilos y casi cuatro metros de altura.
La lluvia que cayó sobre Olinda, en el estado de Pernambuco (nordeste), atrasó el tradicional desfile, pero no desanimó a una multitud que no paró de vibrar con los músicos y bailarines de maracatu y frevo.
El artista plástico Leandro Castro fue el creador de la alegoría de Kim Jong-un y uno de los encargados de "sellar la paz" entre EEUU y Corea del Norte en el carnaval de Olinda, ciudad declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.
"Aquí en Brasil todo acaba en paz y en Pernambuco, en frevo (...) Es un momento de reflexión, de pensar en un mundo mejor, en un mundo de paz", aseguró Castro a la agencia española.
A la tradicional cita, que se repite cada lunes del carnaval, tampoco faltaron las estrellas musicales, políticos y los protagonistas de las investigaciones de la operación anticorrupción Lava Jato, como el juez Sergio Moro.
La versión gigante del fallecido Michael Jackson volvió a aparecer por Olinda, donde también estuvieron The Beatles y una embarazada Ivete Sangalo, una de las mayores cantantes de Brasil y considerada como la reina del "axé".
Por primera vez en décadas, Sangalo no estuvo físicamente en el carnaval y este año cambió las carrozas de su ciudad natal, Salvador (Bahía), por el hospital, donde dio a luz a sus gemelas.
Al ritmo de las trompetas, también bailaron por las calles de la histórica ciudad una "agigantada" Frida Kahlo y el ídolo del fútbol Neymar, entre otros.
El lunes, las comparsas callejeras llenaron de punta a punta Brasil, especialmente en Río de Janeiro y Sao Paulo, que en los últimos días han atraído millones de personas de diferentes partes del país.
Las calles de la "Ciudad Maravillosa" se llenaron de "folioes", como se conoce a los participantes en la fiesta, repartidos en unos 80 "blocos" (comparsas) que agitaron Río horas antes de que el sambódromo recibiera a las escuelas de samba en su segunda noche de desfiles.
Uno de los más esperados del lunes fue la banda "Sargento Pimenta", que reinterpreta en clave de samba los temas clásicos de los Beatles y que congregó a una multitud.
No obstante, la alegría del carnaval carioca se vio empañada por algunos "arrastroes", como se conocen los asaltos múltiples perpetrados por grupos de jóvenes que "limpian" casi literalmente a sus víctimas de sus pertenencias, los cuales tuvieron lugar en zonas turísticas, como playa de Ipanema.
En Sao Paulo unas 40 comparsas callejeras animaron la ciudad más poblada de Brasil, que en los últimos años se ha ganado su espacio en el carnaval y ha visto aumentar considerablemente su público.