Desde que a fines de 2023 el Gobierno cubano anticipara el paquetazo económico que ha estado aplicando a cuentagotas desde marzo último, una de las medidas más esperadas es la denominada "intervención del mercado informal de divisas".
A nadie extraña que el régimen mire con codicia los dólares, euros y otras divisas internacionales que circulan de mano en mano en Cuba, cuando las autoridades preferirían que estas fueran a las cuentas bancarias que luego ellos podrían administrar a su beneficio.
Pero desde que en 2021 el Gobierno impusiera la Tarea ordenamiento, los cubanos advirtieron la trampa por venir. Así que con posterioridad el mayor volumen de cambio de moneda pasó al mercado informal y la inflación que el declive de la economía trajo consigo hizo que la tasa de cambio oficial fuera superada en repetidas ocasiones por la de oferta y demanda, que hoy va camino a los 400 pesos por dólar.
A inicios de marzo, el Consejo de Ministros anunció que durante ese mes acometería "el redimensionamiento del mercado cambiario", lo que podría suponer una nueva devaluación del peso cubano, ajustando al alza la tasa de cambio. Pero, casi llegando a mayo, la medida sigue sin aplicarse.
¿Qué consecuencias tendrá semejante decisión para la economía cubana? ¿Busca el Gobierno con esa devaluación una mejoría de la situación económica? ¿Qué va a pasar con los precios, ya de por sí astronómicos, de los escasos bienes de consumo existentes?
DIARIO DE CUBA conversó con los economistas Pavel Vidal y Rafaela Cruz sobre el particular, buscando imaginar el día después de esa medida.
De acuerdo con Vidal, doctor en Ciencias Económicas y profesor de la Pontificia Universidad Javeriana en Cali, en Colombia, "la devaluación que parece más probable en un inicio es la de la tasa de cambio oficial de 24 pesos por dólar, para unificarla con la otra tasa de cambio oficial, de 120 por dólar".
De acuerdo con su apreciación, esta sería "una medida cambiaria parcial, que mejoraría la contabilidad de los balances de las empresas e instituciones estatales y los registros financieros del Presupuesto del Estado. Contablemente, las empresas más dependientes de insumos importados se verían afectadas, y las empresas exportadoras y con capacidad de sustituir importaciones, beneficiadas".
"Pero para que estos cambios contables impliquen cambios productivos reales, que ayuden a la salida de la crisis, se deben aplicar otras transformaciones a las cuales el Gobierno cubano se ha resistido durante décadas", acota.
¿Tiene beneficios un debilitamiento del valor del peso cubano?
Vidal recuerda que "muchas empresas estatales hoy son artificialmente rentables, debido a que se subsidian indirectamente con tasas de cambio oficiales sobrevaluadas. Por tanto, corregir parcialmente la tasa oficial (incluso sin llevarla todavía a los niveles que tiene en el mercado informal) implicaría incrementar la lista de empresas estatales irrentables".
"Se estima que cerca de la mitad de las empresas estatales son 'zombis', están muertas financieramente y descapitalizadas, pero se mantienen vivas con los apoyos del Gobierno, por el capricho de sostener a toda costa el fracasado modelo económico organizado alrededor del monopolio de la empresa estatal", agrega.
Rafaela Cruz coincide con el diagnóstico anterior. Según advierte, la devaluación del peso "en términos contables, podría ayudar a mantener fuera del listado de empresas estatales en números rojos a algunas entidades. Ese es sin duda uno de los principales objetivos, así como lograr un encadenamiento del sector público y el privado, hoy imposible por el abismo cambiario entre el tipo de cambio oficial y el real".
"Una economía que cada vez genera menos riqueza, necesita compensar el decrecimiento de los ingresos mediante un decrecimiento de los gastos, y ninguno más fácil de recortar, cuando los sindicatos son parte del Gobierno, que la remuneración a los trabajadores", señala.
"En un país económicamente viable, una devaluación sería un estímulo para la exportación, pero el sector público cubano es incapaz de aprovechar ese revulsivo, pues su capital físico y humano es cada vez de peor calidad, lo que le imposibilita competir en el mercado internacional".
"El sector privado sí podría aprovechar a corto y mediano plazo un abaratamiento de la moneda nacional, que significa un aguardamiento de sus costos de producción, si tuviesen ahora mismo capacidad exportadora. Pero no la tiene debido a las mismas deformaciones del socialismo castrista, que provoca que la iniciativa privada se desarrolle más como simple compraventa que como institución creativa", enfatiza.
Las consecuencias para el cubano de a pie
Pero todo lo anterior, que luce como un maquillaje de corta duración para un modelo económico en crisis terminal, traerá consecuencias muy duras para la gente.
Según Cruz, "la devaluación de la moneda nacional en las condiciones de un mercado de absoluta falta de competencia es sinónimo de inflación. Muchas empresas, tanto estatales como privadas, tendrán que ajustar sus precios al alza, sobre todo aquellas que dentro de sus costes de producción vaya implicado un alto índice de capital importado, que en el caso de el sector privado es la inmensa mayoría".
"Por otro lado, una moneda devaluada puede aumentar significativamente los ingresos nominales del Estado, tanto por mayores beneficios de sus empresas como por mayores impuestos cobrados. Depende de cual de estas fuerzas prime, esta devaluación ejercerá presión en un sentido u otro sobre el presupuesto nacional", señala.
"Para todos los que tienen un ingreso fijo en moneda nacional; es decir, para la inmensa mayoría de los cubanos, toda devaluación de la moneda implica un recorte de su capacidad de consumo. O sea, un aumento inmediato de la miseria y las necesidades, y por tanto, mayor dependencia de las remesas de los emigrados", agrega.
Por su parte, Pavel Vidal advierte que la medida tiene otras consecuencias: "Corregir las tasas de cambio implica sacar más a flote las ineficiencias, los fracasos y sinsentidos del sistema empresarial estatal. Por eso se demoraron tanto en aplicar la reforma monetaria, que finalmente implementaron sin éxito en 2021. Y justamente una de las razones del fracaso es que no reestructuraron ni cerraron las empresas estatales que aparecieron con números rojos en sus balances con la nueva tasa de 24 x1. Las siguieron subsidiando, les otorgaron créditos y las protegieron, a pesar de que no aportan riqueza neta a la economía. ¿Van a hacerlo diferente ahora, si efectivamente unifican la tasa oficial en 120? Lo dudo".
"Para cerrar las empresas estatales y no generar un desempleo descomunal tendrían que abrirle muchos más espacios al sector privado, y eso no parece que esté por ahora en los planes del Partido Comunista. Por tanto, un escenario probable es una corrección parcial y superflua de la tasa de cambio oficial, que no va a ayudar a corregir las distorsiones de fondo de la economía, y que tendrá como elemento negativo que podría generar más inflación", agrega.
¿Qué tasa de cambio viene?
Mírese como se mire, la medida inevitable de subir la tasa de cambio del peso cubano frente a dólar y euro, como correctivo, tendrá un efecto inmediato sobre los precios en la Isla. O sea, allí donde los cubanos se lo sienten en sus bolsillos, cada vez más frágiles.
Pero, tomando en cuenta que la tasa informal del mercado de divisas no ha parado de subir durante 2024, ¿qué tasa de cambio podrían adoptar las autoridades?
Vidal no ofrece una cifra concreta, pero señala que "cualquier intento serio por retomar el control del mercado de divisas pasa por reconocer, en algún momento, la tasa de cambio informal, dado que es la que mejor refleja los desequilibrios de la economía. Así ha sido en todas las experiencias internacionales de unificaciones cambiarias: la tasa más alta es el referente inicial para la unificación".
"El Gobierno cubano ha quedado atrapado en su propio discurso. Por un lado, ha repetido muchísimas veces que la tasa de cambio informal se está manipulando; pero, por otro lado, cualquier estrategia sostenible para unificar las tasas y retomar el control del mercado de divisas pasa por reconocerla", advierte.
"Pero, antes que nada, lo que tiene que hacer el Gobierno para desestimular el mercado cambiario informal, es poner en orden sus finanzas. Los desbalances del Presupuesto del Estado se financian con emisión de dinero desde el Banco Central. Todos los años lanzan a la calle cientos de miles de millones de pesos cubanos sin respaldo productivo. La mayoría va a parar al mercado informal, para comprar divisas", recuerda.
Rafaela Cruz sí se atreve a pronosticar una cifra tentativa para la nueva tasa de cambio: "Yo creo que van a dar un golpe sobre la mesa, ajustando de un viaje por encima incluso del mercado cambiario, llevándolo a un tipo de cambio de 360 pesos por dólar".
Más, desde la fecha en que DIARIO DE CUBA habló con la economista, la tasa informal ronda los 365 pesos por dólar y los 370 por euro. Así que, mientras más tarde en aplicarse la medida del Gobierno, mayor será el techo a emular y peor la devaluación. Como efecto, mayor vendrá a ser el golpe que deberán encajar las familias de la Isla.
¿Pero todavía se puede devaluar el peso?
Si hace tiempo que las únicas monedas que tienen algo de valor en el islote son los dólares y euros.
Como no soy economista lo veo de este modo simple: si implementan las medidas económicas correctas perderán el poder.
Exactamente. La unica valoracion que hacen es mantener el poder.
Partiendo de la señal de desarme que constantemente emite el sistema de gobierno cubano, la devaluación de la moneda que consigue “unificarla con la otra tasa de cambio oficial, de 120 por dólar", puede crear otro imbalance macroeconómico. Mientras que el sector privado y el Estatal alcanzan una paridad cambiaria, la tasa de cambio informal se dispara, ratificando que el mercado informal queda una vez más segregado de una parte importante de la economía nacional: el sector privado y el Estatal.
Partiendo de la premisa que el sistema de gobierno se está desarmando, “corregir las tasas de cambio” genera un impacto frontal con la ciudadanía, un choque de no poca fuerza. Precisamente, porque -hoy -se desarma el sistema de gobierno “sacar mas a flote” la profundidad de la desorganización institucional mediante la devaluación del peso, conlleva a inflamar los ánimos -más que nunca- y a encender la furia de los ciudadanos contra el gobierno.
El ajuste cambiario debe ocurrir pronto -y a un nivel próximo a la tasa de cambio informal- para poder sostener la economía Estatal y la informal en planos similares; mitigando las distorsiones entre las dos economías. Sin embargo, el sistema se está desarmando sin bases productivas , y los jefes pueden dejar las cosas tal y como están. Tomando como punto de partida en cualquier análisis que el sistema de gobierno se “desarma” facilita entrever los diferentes escenarios macroeconómicos y políticos.
Pero si alguien lee cualquiera de los periodicuchos baratos del gobierno o escucha o ve las noticias de la radio y tv oficialistas, ese socialismo cubano sigue triunfante venciendo todas las dificultades habidas y por haber hahaha