La estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) publicó que hasta marzo del presente año se han recibido en Cuba un total de 809.238 turistas, cifra que representa un 7,5% más que la registrada en igual periodo de 2023, pero vaticina otro año de estancamiento en el sector, que permanece a la zaga en la región del Caribe.
Los principales emisores continúan siendo Canadá, con 399.272 visitantes internacionales; Rusia, la gran tabla de salvación a la que se aferran las autoridades cubanas para cumplir la meta de tres millones de visitantes en 2024, con 66.887; Estados Unidos, con 46.717; y Alemania, con 22.097.
Entre las visitas internacionales se cuentan las de la comunidad cubana en el exterior, con 75.386 viajeros en el primer trimestre del año.
De acuerdo con el informe oficial, que tiene como fuente datos de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería, a la Isla también llegaron turistas de Francia (19.377), Inglaterra (16.719), México (14.689), España (14.036) y Argentina (12.753).
La información de la ONEI precisa que en el mes de enero se contabilizaron 259.898 llegadas de visitantes internacionales, en febrero fueron 268.201 y en marzo 281.139, pero muy lejos aún de estadísticas prepandemia.
La industria turística cubana se enfrenta a la peor crisis de su historia. La mediocridad manifiesta de las autoridades cubanas en el manejo de la crisis multisistémica que presenta el país ha puesto en crisis al sector que se le ha dedicado la mayor suma de inversión en los últimos 15 años, opinó el economista Emilio Morales en un reciente artículo publicado en DIARIO DE CUBA.
Esta situación ha generado una drástica reducción de vuelos al país por parte de varias líneas aéreas de Europa, así como el cierre de operaciones por parte de otras de EEUU, debido a una disminución considerable de la demanda producto, de los problemas estructurales de la infraestructura hotelera del país, el mal servicio y las escasas opciones existentes en el mercado para satisfacer el ocio y el entretenimiento de los visitantes, lo cual hace que las operaciones sean incosteables.
En términos económicos la industria turística cubana, que se supone es la locomotora de la economía cubana, presenta unos indicadores que dejan mucho que desear. El gasto per cápita por turista no llega a los 500 dólares. La ocupación hotelera apenas alcanza un 15%. Miles de trabajadores con experiencia que trabajaban en la industria turística se han marchado del país. Actualmente tres de cada cuatro habitaciones de hotel permanecen vacías en la Isla.
A pesar de los pobres resultados, el régimen cubano ha invertido más de 24.000 millones de dólares en los últimos 15 años, abandonando a su suerte otros sectores de la economía como la matriz energética, la agricultura, la industria azucarera, la infraestructura de servicios de salud y la producción de medicamentos.
Los resultados alcanzados por la industria turística cubana en 2023 (2.436.979) son comparables a los obtenidos hace 15 años, cuando en 2009 registró la llegada de 2.429.809 turistas.