Back to top
Agricultura

Agricultura cubana: de motor a freno de la economía

Cinco funciones estratégicas de la agricultura que... ¿se cumplen o no se cumplen en Cuba?

La Habana
Visita ministerial a un campo de cultivo en Cumanayagua.
Visita ministerial a un campo de cultivo en Cumanayagua. 5 de septiembre

Todas las naciones hoy consideradas desarrolladas hicieron de la agricultura trampolín para su progreso económico, para ello, esa actividad debió cumplir al menos cinco funciones estratégicas:

  1. Incremento sostenido de la producción de alimentos
  2. Liberar fuerza de trabajo hacia sectores secundarios y terciarios
  3. Ampliar el mercado para los productos industriales y servicios
  4. Crear un fondo de capital para inversiones
  5. Generar divisas vía exportaciones

 
¿Cumple la agricultura cubana estas funciones?
 
Función uno: Incremento sostenido de la producción de alimentos

 
Para mantenerse en el poder, Fidel Castro se alió con el imperialismo soviético, que desde temprano pasó a subsidiar generosamente los delirios agrícolas del comandante tropical. El resultado fue una agricultura hipercentralizada, desconectada de los mercados internacionales, extremadamente ineficiente, cuyas grandes producciones se lograban a costos insostenibles.
 
Esa malformación fundacional de la agricultura socialista llevó a que, en 2017, el porcentaje de kilocalorías importadas con relación a las producidas nacionalmente fuese mayor que el existente en los años 50, una peligrosa involución que ha empeorado dramáticamente desde entonces, ya que comparado con 2013, según el Anuario Estadístico oficial, en 2023 se producirán bastante menos viandas, hortalizas, arroz, maíz, frijoles, café, cítricos y otras frutas, por no hablar de grasas y proteínas.
 
Tenemos entonces que, en Revolución, la agricultura solo creció mientras estuvo subvencionada por una potencia extranjera, periodo en que acumuló malformaciones y deficiencias que se reflejan en la insuficiente y declinante producción actual. 34 años después de perder el subsidio, aún no se han recuperado los niveles que en 1989 tenían producciones fundamentales como la leche, la carne de ave, de res, los huevos o el arroz.

La Función uno no se cumple.
 
Función dos: Liberar fuerza de trabajo hacia sectores secundarios y terciarios
 
Fidel Castro forzó una industrialización con planes estalinistas que destrozaron el sentido de identidad y cultura del campesinado cubano, todo para que hoy el campo tenga enormes dificultades para hallar personal, a la vez que la ocupación industrial es porcentualmente menor a la de 1953.
 
La agricultura de Chipre, Turquía y Eslovenia, empleando igual número de trabajadores por hectárea, es respectivamente seis, cinco y tres veces más productiva que la cubana. Esa bajísima productividad provoca que perder trabajadores agrícolas afecte la producción bruta, y no exista en Cuba el sano y sostenible desplazamiento del campo a la ciudad por un diferencial salarial reflejo de un diferencial en productividad.

La Función dos no se cumple.
 
Función tres: Ampliar el mercado para los productos industriales y servicios
 
En 2004 se estimaba que el gasto de los cubanos en alimentación oscilaba entre el 62 y el 75% del consumo total, algo que ha empeorado debido a una inflación en alimentos del 66,5% solo el último año.
 
Gastándose tres cuartas partes de sus ingresos en comida, queda sumamente restringido el gasto en bienes industriales o servicios, con lo que la demanda interna es absolutamente incapaz de tirar de cualquier industria o servicio no relacionado con la alimentación.

La Función tres no se cumple.
 
Función cuatro: Crear un fondo de capital para inversiones
 
Los bajos rendimientos hacen imposible amasar capital para inversión privada, la cual depende casi exclusivamente del ahorro de las familias emigradas o de desfalcos al Estado.
 
Como la agricultura tiene la productividad más baja del país —emplea al 19% de la fuerza laboral, pero produce menos de 4% del PIB— siendo el único sector que no ha mejorado nada en los últimos 20 años, depende de métodos extensivos que encarecen el proceso haciéndolo no solo incapaz de generar capital, sino de atraerlo del exterior.

La Función cuatro no se cumple.
 
Función cinco: Generar divisas vía exportaciones
 
Tras la desaparición del subsidio ruso y la destrucción de la industria azucarera, la balanza comercial agrícola ha caído desde un superávit mayor a los 2.000 millones en 1989, a un déficit que en 2004 ya era de 1.600 millones y no ha hecho más que empeorar.

La Función cinco no se cumple.
 
Conclusiones

 
Después de que Fidel Castro arrasara con la que fue la base económica de esta Isla durante 500 años, sus herederos abandonaron la agricultura a su suerte, obviando la vasta experiencia internacional que la sitúan en el centro y origen de todo desarrollo económico sostenible en países sin recursos naturales dominantes como el petróleo o algún metal.
 
En 1985 Cuba tenía seis veces más tractores por hectáreas, siete veces más área regada y usaba cuatro veces más fertilizante que América Latina, todo gracias al subsidio soviético —no ganado competitivamente y por ello perdido—.  Sin embargo, en 2001, ya el rendimiento por hectárea de Cuba estaba por debajo de la media mundial en todos los renglones excepto la papa. El café, el azúcar, el tabaco y la leche no llegaban siquiera a la mitad del rendimiento medio mundial.
 
Y es que el neocastrismo, para sembrar hoteles a diestro y siniestro (que también rinden por debajo de la media internacional, lo que demuestra que lo que no sirve es el sistema) ha retraído la inversión agrícola del 8% en 2014, a menos del 3% en 2022, con el penoso resultado de que en 2017 la producción del sector no superaba el 68 % del valor agregado generado en 1989.
 
La conclusión obvia es que bajo el castrismo la agricultura cubana dejó de ser el motor de arranque del desarrollo nacional, pasando a ser un pesado lastre para el resto de la economía. De estar entre los primeros 15 exportadores mundiales de alimentos, Cuba ha pasado a producir bastante menos del 30% de lo que malcome su población.
 
Un precepto martiano que Raúl Castro gusta repetir reza que "si el hombre sirve, la tierra sirve". Pero, ¿quién es "el hombre", el dueño de la finca Cuba? Exacto, así que teniendo en cuenta cómo va la tierra y según su propia lógica, definitivamente, este "hombre" no sirve.

Más información

9 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Excelente artículo. Cuba no puede prosperar; el Régimen tiene atadas las manos del principal elemento de las Fuerzas Productivas. Las personas están amarradas en Cuba con leyes, decretos leyes, medidas, etc.; qué endurecen el control y destruyen la iniciativa. El Régimen a través de normativas juridicas, ha destruido la producción, el consumo interno, el desarrollo económico - social, etc.; Todo. A ellos no le importa estimular el consumo interno, no les interesa; es más, todo lo condicionan para que cada día, sea el menos posible. Sólo ellos pueden tener. Sin desarrollo del consumo interno, no hay desarrollo económico, ni de ninguna naturaleza.

La agricultura no es el freno de la economía. El freno es ese freno industrial ruso-chino-cubano que se atascó allá por el 59 y que parece aún no han encontrado la forma de desatascarlo de tanto óxido como ha cogido en todos estos años.
Si se esperan otros 30 añitos podrán celebrar el centenario con la extinción absoluta.

Jajaja así mismo JCAleman, le están buscando la cuadratura al círculo, digo, a la matica.

Estoy claro que los mejores años de esta desgracia fueron los 80’s, como lo llamo yo irónicamente “la gloria que se ha vivido “ rememorando a Pablo Milanés en su etapa de comunista. A lo que me refiero es que ni en aquellos años, con la tubería sovietica a todo chorro en Cuba se produjo más que antes de 1959 ni se comió mejor

Profile picture for user Ana J. Faya

La producción de alimentos bajo el subsidio soviético, si creció, fue de forma muy irregular y después de los 60. Porque había productos que no se encontraban --excepto en determinados mercados como "Sears"en los 70-- como el queso amarillo y la mantequilla; la malanga que alguien señala brillaba por su ausencia, y también frutas y vegetales. No había acceso a ellos fuera de la "libreta", a menos que se le compraran ilegalmente a un campesino. La leche siempre fue un problema; la condensada se siguió repartiendo por la libreta a tres latas por cabeza de adulto, si mal no recuerdo, y la carne de res ni hablar. El café siempre estuvo racionado. Aunque todo eso, comparado con hoy día fue un paraíso socialista. Con los años 50 no admite comparación.

Mi papá nació en el año 1946, y cuando los gallos cantaban, ya andaba por el surco. Vio con sus ojos el cambio (para mal) de los bueyes por tractores rusos. Vio con sus ojos cómo se cortaban los retoños de caña nueva para hacer diez millones de toneladas de azúcar. En un sólo día de trabajo, hizo más que todos esos de la foto.
Hoy en día se disgusta mirando cómo el marabú se ha apoderado de las tierras que en otros tiempos jamás estuvieron ociosas.
La producción de almas en pena es el mayor logro de ese asco de sistema.

Al leer el artículo, interpreté que la agricultura antes de 1989 con subsidios sovieticos había tenido crecimiento, pero ese crecimiento es con referencia a antes de 1959 ? No lo creo ,pues recuerdo las dificultades para conseguir una malanga y un pedazo de pollo para mis hijos que nacieron en los 80’s y en los 70’s era peor.

el pico de producción llegó en los 80, la cuestion es a que costo

Profile picture for user JCAleman

En la foto hay nueve vagos profesionales (incluyendo el que uso la camara) alrededor de una matica.

Si alguien todavía se está preguntando que es el socialismo, al mirar esa instantánea puede empezar a esclarecer su inquietud.