Back to top
Inflación

Más rápido se coge a un Díaz-Canel que a un cojo

Es totalmente imposible que el casi 9% de inflación internacional sea la causa del más de 1.000% de inflación que sufren los cubanos desde 2022. Díaz-Canel miente.

La Habana
Miguel Díaz-Canel.
Miguel Díaz-Canel. Presidencia de Cuba

"Sin Ordenamiento iba a haber inflación también", afirmó Miguel Díaz-Canel en su más reciente entrevista-teatro. Y sí, inflación hay siempre porque los principales sistemas monetarios del mundo hinchan los precios entre un 2 y un 3% anualmente, así que la cuestión no es si "hay" inflación, sino los niveles de esta. Díaz-Canel lo sabe, pero quiere responsabilizar a la situación mundial de la inflación cubana, en un intento de absolverse de sus propios pecados; por eso insiste y pregunta retóricamente "¿por qué en el mundo hay inflación y no han aplicado Ordenamiento?".

Sin embargo, en su peor año, 2022, la inflación mundial llegó al 8,7%, mismo periodo en que la ONEI (oficina estadística castrista) reportaba una inflación para Cuba del 40%, ¡cinco veces mayor!, haciendo obvio que entre la inflación internacional y la cubana hay mecanismos autóctonos —como el Ordenamiento— potenciando el problema.

Esto se clarifica si en vez de usar ese 40% que ofrece el Gobierno de Díaz-Canel, que ya vemos cuán interesado está en ocultar su propio desastre, usamos las estimaciones del Economist Intelligence Unit o del economista Steve Hanke, que sitúan la inflación cubana durante 2022 en un 740% y un 1.221%, respectivamente. Incluso mejor si utilizamos los cálculos del Dr. Lázaro Peña, del Centro de Investigaciones de Economía Internacional, de la Universidad de La Habana, quien calculó la inflación ese año en 1.840%

La conclusión es que es totalmente imposible que el casi 9% de inflación internacional sea la causa del más de 1.000% de inflación que sufren los cubanos desde 2022. Díaz-Canel miente.

"El Ordenamiento no se pudo desarrollar tampoco en las condiciones más propicias", dice el autócrata hipermaquillado en otra afirmación engañosa y autoexculpante, pues nadie le acusa de eso. Lo que se le imputa, con toda razón, es haber desarrollado el Ordenamiento cuando una pandemia mundial sin precedentes en un siglo azotaba la humanidad, forzando el parón económico y social más profundo y prolongado de la historia. ¿Había que lanzar la Tarea Ordenamiento precisamente en ese momento?

El mismo Díaz-Canel confiesa que "el Ordenamiento estaba previsto y había un grupo trabajando el Ordenamiento hacía diez años". ¿Diez años planificándolo para ejecutarlo en el peor momento? ¿Era imposible esperar a que la pandemia amainase y la economía arrancara?

Una cosa es no esperar "las condiciones más propicias", lo que podría ser un riesgo calculado, pero otra cosa bien distinta es lanzar el Ordenamiento en las peores circunstancias imaginables, lo que es una estupidez gigantesca y un crimen de lesa humanidad. Díaz-Canel miente.

"Había dos alternativas: rendirte o dar la batalla. Rendirte era aplicar fórmulas de choque, políticas neoliberales y que se salvara el que pudiera", argumenta Díaz-Canel, defendiendo su alternativa socialista en contraposición a un neoliberalismo que, según él, ha traído "un mundo que es cada vez más desigual, los ricos más ricos, los pobres más pobres". ¿No le dará vergüenza hablar de desigualdad y pobreza?

Bajo el neoliberalismo —sea lo que sea eso—, desde 1990 a hoy la pobreza mundial ha caído del 35 a menos del 10%, según el Banco Mundial, mientras que los amigos de Díaz-Canel en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con datos en la mano, afirman que "en términos globales los ingresos se volvieron más igualitarios entre 2002 y 2014". Así que ni los pobres son más pobres ni hay más desigualdad en el mundo neoliberal. ¿Adivinan donde sí hay más de ambas cosas? Exacto, en la Cuba socialista de Raúl Castro que Díaz-Canel administra.

Solo en 2022, según Bloomberg, la moneda cubana se depreció un 95,83%, ¿puede haber algo más empobrecedor que eso? Y sobre desigualdad habría que preguntarle a los que hicieron tres zafras, o llevan 30 años impartiendo clases o en un salón de cirugía, cuando desde una guagua cada vez más atestada ven pasar el carro nuevo de alta gama del dueño de alguna MIPYME enchufada, o del sobrino de algún barrigón del PCC. Díaz-Canel miente.

Y para justificar la más reciente ocurrencia de su Gobierno, Díaz-Canel defiende que "lo que pasa es que la bancarización también entra en un momento en que no tenemos efectivo —por otras razones—, pero si no aplicamos la bancarización el déficit de efectivo hubiera sido mayor".

¿Otras razones? ¿Cuáles? ¿Será que no había efectivo porque la ascendencia de Plutón sobre Júpiter era negativa para Virgo? ¿Nos habremos quedado sin efectivo porque los bosquimanos de Tanzania tuvieron un mal año de caza y recolección? ¡No! Las causas de la falta de efectivo están en la Cuba gobernada hace 65 años por los mismos, esas "otras razones" solo significan otras culpas de este Gobierno.

Y es muy falso que la bancarización sea lo único factible para corregir el déficit de efectivo que ellos mismo causaron por tener un sistema financiero en el que nadie confía y, por ello, donde nadie deposita dinero. Pero, en vez de corregir la causa profunda —banca 100% estatal—, agudizaron la desconfianza y el problema al forzar a las personas —eso es lo que significa bancarización en Cuba— a usar esos bancos que la gente rehúye porque le pertenecen al castrismo, y ya nadie confía en ellos. Díaz-Canel miente.
 
El castrismo es un parásito de la familia Socialistus Totalitarie, subespecie Castroxis, un bicho incapaz de evolucionar, según prueban las mentiras de Díaz-Canel quien, justificándose sin asumir la más mínima responsabilidad, demuestra que ese parásito cerebral llevará a Cuba a la muerte antes de soltarla. La cuestión que queda por dilucidar es quién morirá primero, el parásito o el hospedero. ¿Será capaz el infectado de, al borde del colapso, librarse de su infección? Díaz-Canel miente, y nos mata.

Más información

10 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Yo diría que, desde que el inepto y puesto a dedo por la china vieja tomo el poder en el 2018 termino de hundir el buque corroido que ya venía mal desde el 59

Profile picture for user cubano libre

El Sing Canelo cada día se parece más hablando a Cantinflas, bla, bla, bla y no dice nada coherente; el títere debe ser sustituido por otro Tarugo.

No acabo de entender lo de "coger" mintiendo a Diaz Canel.
El canelito es pura mentira "de serie", como mucho habría que cogerlo diciendo alguna verdad y eso, para un mentiroso de pura cepa, es prácticamente imposible.

Lo que más me gusta de Rafaela es que no solamente prueba sus tesis con datos aplastantes sino que utiliza un lenguaje castellano cubano siglo XXI.
LLega a donde tiene que llegar para convencer más allá de la duda razonable.
Con ella entendemos, además, la cruzada dictatorial contra el periodismo independiente.
Quien siga creyendo en esa basura llamada Socialismo cubano después de leer a Rafaela no tiene remedio: o es subnormal o parte del régimen.

Profile picture for user Gladiator

-Nadie lo ha comprendido... "Sin Ordenamiento iba a haber inflación también"... la de su panza. No deja de inflarse...

Profile picture for user EL BOBO DE LA YUCA

!Viva Rafaela!

No

Profile picture for user Amadeus

Rafaela Ahkbar!

La inflación es un fenómeno mundial que los países con buenas economías pueden más o menos controlar, pero en países como Cuba donde la producción tiende a cero y no hay oferta sostenible en nada ,es lógico que el dinero se vuelva un papel sin valor porque no tiene ningún respaldo ni en divisas ni en productos de consumo. En una economía que no produce nada y lo poco que se está consumiendo se importa y sumado a ello la entrada de divisas ,por turismo, remesas y ni hablar de exportaciones ha disminuido sustancialmente , es inevitable que el valor del dólar se dispare a los niveles alcanzados. No le veo una mejoría ni a corto, mediano o largo plazo con ese modelo económico.

Si Rafaela Cruz hubiera metido a Díaz Canel en una trituradora lo hubiera hecho menos picadillo que con este artículo.

¡Yo amo a esta mujer!