La participación en las elecciones argentinas del candidato libertario Javier Milei abre el debate sobre la conveniencia de que países indisciplinados monetaria y fiscalmente, que sufren inflación crónica, dejen de tener moneda propia y usen como medio de intercambio el dinero emitido por otro Estado, es decir, se dolaricen.
El debate se torna difícil porque las proclamas nacionalistas —siempre demagógicos camuflajes de intereses mezquinos o mentes estrechas— hacen de tener moneda propia un asunto de orgullo patrio, de soberanía, eludiendo lo que debería ser el verdadero objetivo: el progreso de las personas.
En Cuba, tras 64 años de una crisis económica exacerbada por una inflación que se estuvo tapando mediante la no amortización el capital fijo, tipos de cambio artificiales y endeudamientos gigantescos e inasumibles, es relevante analizar si la dolarización es una alternativa posible para el futuro sin Castros que más pronto que tarde debe llegar.
Partamos de Milton Friedman —monetarista insigne— para quien "la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario", defendiendo la interpretación de la ecuación cuantitativa del dinero que establece una relación directa entre cantidad, velocidad y valor de las monedas.
Y, aunque económicamente tal afirmación sea verdad —aunque no toda la verdad—, si profundizamos un poco más el razonamiento encontraremos que la inflación, en realidad, es siempre y en todas partes un fenómeno político, pues solo aparece —la historia lo corrobora empíricamente— allí donde los políticos manipulan el valor del dinero para gastar más de lo que deberían, da igual si son peronistas argentinos o emperadores romanos.
Entonces, partiendo de que la inflación es esencialmente un fenómeno político, debe entenderse que la decisión de curarla mediante dolarización, más que una solución económica, está planteando una solución a un problema que los políticos generan en la economía persistentemente, con degradantes y peligrosas repercusiones en el tejido social y la fibra moral de un país, como bien demuestra el ascenso del Tercer Reich Nazi, posibilitado y catapultado por un proceso inflacionario.
La dolarización como hecho económico tiene ventajas y desventajas que no entraremos a profundizar porque, como en muchos otros casos que la ciencia económica estudia, de momento no hay consenso, y difícilmente lo haya ya que cada país y época es diferente, lo que impide generalizar a todos lo que puede ser cierto para alguno. Así que, desde un uso honesto de las más modernas modelizaciones económicas, lo único que puede afirmarse con seguridad es que no puede saberse a priori si dolarizar un país es económicamente positivo o negativo, con lo que el eje del debate no debe estar en lo económico, sino en lo político.
El mismo Milei no dice que dolarizar sea la opción económica óptima, sino que, dado el historial argentino, es mejor quitar a sus políticos la capacidad de manipular el valor de la moneda, lo que a su vez les restringirá la capacidad de hacer aquellas políticas cortoplacistas que han sido, precisamente, las que han llevado al país a la decadencia.
Dolarizar, entonces, no es más que transferir parte de la confianza popular desde políticos nacionales hacia políticos extranjeros, no porque aquellos sean intrínsecamente más honestos o eficientes, sino porque los foráneos trabajan bajo un marco institucional que se ha demostrado más adecuado para promover el desarrollo y el bienestar.
Dolarizar, en definitiva, es un atajo que permite que una nación utilice a su favor las instituciones —banco central, moneda, división de poderes, legislación económica— de otros países que han tenido un devenir histórico distinto, condicionado por determinantes culturales y geográficas, donde han emergido instituciones más efectivas en la promoción del bienestar humano, de ahí que estén en estadios de desarrollo superior.
Desde la ciencia económica no puede haber una respuesta definitiva sobre si dolarizar la Cuba post Castro es o no la mejor opción. Asumiendo esto, debe sumarse al análisis, y ser definitoria, una perspectiva política que sopese nuestra historia, cultura y geografía, todo ello puesto en relación con los retos y oportunidades —enormes tentaciones para medrar— que una transición hacia la democracia traerá aparejada, antes de decidir si es conveniente o no que desde Cuba se haga política monetaria o, sencillamente, se delegue eso en instituciones foráneas.
Hoy en día el gran papelasero mundial es USA del que todos se ríen y se le burlan en la cara, desde el castroesclavismo medieval hasta su vecino AMLO. Maduro se ha estado paseando y vitupereándolo públicamente y no pasa nada. Acaban de reunirse en sus mismas narices casi todos sus enemigos para organizar y concretar nuevos planes en contra de la democracia y ellos cada vez más pasivos y tontos. No duden que en cualquier momento Cuba cambie su moneda oficial por el rublo o el yuan, y tampoco va a pasar nada. Más de lo mismo...
El cubano es un régimen que controla todo. Cambia a sus ciudadanos monedas duras por papeles llamados pesos o fichas de centrales llamadas MLC para comprar en sus propias tiendas. Todo sin resistencia popular palpable.
¿ para qué dolarizar?
"El nacionalismo es la viruela de los pueblos" dijo Einstein.
Si casi toda Europa decide tener una moneda común el mundo entero, y los europeos en especial, aplaude.
El Euro, como moneda única, no ha significado pérdida de independencia nacional para ninguno de los países miembros del bloque comunitario.
Si un político del tercer mundo plantéa la dolarización los fariseos de la izquierda se rasgan las vestiduras.
Un ÚNICO objetivo debe regir la conducta de los gobiernos: asegurar el bienestar de sus pueblos.
No soy economista y supongo que la dolarización, como toda medida macroeconomica tendrá su lado oscuro. Pero no creo en fronteras nacionales defendidas por tiranos intramuros que exprimen a su favor las palabras Patria e independencia.
"Patria es humanidad ", dijo el más grande de los cubanos.
Milei es un libertario, para empezar, si es que "le dejan ganar" pretende destruir la maquinaria burocrata-ladrona que encabeza Cristina Fernández. Como bien dices para dolarizar se requiere confianza de la empresa privada, que en Cuba no existe, pero sí acuerdos entre la dictadura Castrista y empresas extranjeras que han invertido sobre todo en turismo. Para ellos Cuba ya está dolarizada y ese flujo de dólares remesa-turismo-Gaesa al menos para ellos ya está funcionando. Por qué tendrían que çambiarlo? A todo el que pueda escapar de Cuba que lo haga, no existe futuro tipo Javier Milei ni lo habrá en mil años.
Sin hablar de dolarización, suponiendo que llegue la democracia a Cuba, existen ventajas y desventajas a tener en cuenta en el caso cubano. Cuba, tiene una creciente restricción en sus fuerzas productivas, allí nadie puede hacer lo que quiere, sino lo que ellos quieren; la gente se va en masa del país, para hacer Vida en cualquier país. Sí está gente regresa puede traer sus logros a la Sociedad cubana, y los cubanos que aquí se quedaron, pueden aplicar toda su ingeniosidad. La deuda cubana que todos los países han hecho con este maravilloso Gobierno, debe quedar claro que es un problema de los que hicieron negocio con este. Una gran desventaja a tener en cuenta en el país es la alta dosis de adoctrinamiento de sus fuerzas militares y policiales, y eso puede propiciar un fuerte choque ideológico en la Sociedad, que puede conspirar con la paz social. Poner en su lugar la Producción y ya después se verá los problemas de la Circulación.
Muchas felicidades a Rafaela Cruz, porque el análisis atado a Cuba post Castro permite visibilizar el futuro inmediato, facilita repasar las diferentes opciones, y entrega mas claridad sobre el porvenir de todos nosotros.
Después de darlo por muerte en diferentes crísis económicas, guerras y conflicto, el dólar sigue siendo, y será, al menos durante otro tanto más, la moneda franca. La economía americana es innovadora, competitiva y eficiente y eso hace que su moneda sea la más fiable.
La economía china está sostenida sobre pilares de barro. El desarrollo tecnológico que ha alcanzado lo ha logrado a través de la transferencia de tecnología por medio de las inversiones occidentales, o sea, mucho paste and copy. Por supuesto nada de esa demérito el extraordinario avance de los chinos, pero de genuina innovación y creatividad realmente no se puede hablar y de eso se alimenta el desarrollo.
El tiempo dirá hasta cuando durará el boom chino, cuya preocupación es mantener las líneas de distribución abiertas para mantener los empleos de millones de productores de baratijas, quincallería y costureras That is.
Estimado músico la innovadora y eficiente economía americana ya no existe, eso fue hace 50 años, busca 10 productos a tu alrededor que digan Made in USA, ayer casualmente leí que 21 países habían renunciado al dólar como moneda. El dólar va en picada. Ahora busca 10 productos que no digan Made in China a ver si lo encuentras, el futuro del dólar es incierto aunque, por supuesto, cualquier cosa es mejor que el peso cubano.
Un boom chino fácil de identificar guarda relación con las estadísticas. China actualmente está desapareciendo las estadísticas para esconder la data relacionados a los procesos económicos.
Milei se equivoca, el grupo de los BRICKS viene que jode y con una moneda nueva,casi el 60 % de la producción mundial de crudo materias ,primas y tierras raras tan necesarias.El dólar con la estúpida política económica de Brandon y la superación del techo de déficit irá en caída libre y arrastrando al euro y la libra esterlina.Yo admiro al peludo como anticomunista, pero creo que el dólar está boqueando como divisa mundial y USA como potencia global en franco declive...