La inversión agrícola que Argentina pretende hacer en Cuba supondría producir maíz y soya en tierras sin explotación de la Isla, reveló el diario local Página12 después de que finalizara la visita a La Habana de Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería del país austral.
Según esa publicación, si bien aún no finalizó la etapa de negociación, "el proyecto podría incluir pagos por renta de tierra, formación de profesionales y técnicos cubanos, transferencia tecnológica y la exportación de maquinaria agrícola adaptada a la siembra directa".
De acuerdo con el medio argentino, en ese acuerdo "Cuba se beneficiaría con el uso de tierras que hoy no tienen explotación agrícola o cría de ganado".
El negocio entre La Habana y Buenos Aires se apoyaría en la transferencia de tecnología agroalimentaria, know how y maquinaria a Cuba, para que la isla "desarrolle su sector agropecuario a través de tecnología argentina".
Los proveedores del proyecto serían el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la división de negocios de la petrolera argentina YPF Agro, así como productores y empresas argentinas con potencial exportador.
Página12 precisó que ya Buenos Aires presentó un paquete tecnológico con proyecciones de áreas sembradas y rendimientos para maíz y soja, en base a la experiencia nacional en materia agrícola adaptable a distintos tipos de suelo y manejo de malezas.
El próximo paso en la negociación supondrá el envío de una misión integrada por la Cancillería, el INTA, proveedores de maquinaria agrícola y empresas que brindan servicios agrícolas a La Habana para visitar los terrenos donde se haría la siembra e identificar la tecnología a transferir. O sea, analizar la características de los agroquímicos y fertilizantes que necesitan y definir el tipo de riego exigido.
El marco del proyecto fue elaborado durante la visita esta semana de Neme a Cuba, quien se reunió con el canciller Bruno Rodríguez, el titular de Comercio Exterior Rodrigo Malmierca y el ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito, entre otros cargos.
Ni Neme ni los funcionarios cubanos mencionaron los detalles del negocio en sus declaraciones tras la visita. Tampoco se han mencionado las cifras de inversión que derivarían del acuerdo.
No obstante, el canciller argentino Felipe Solá dijo hace mes y medio durante una reunión con la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) que Buenos Aires aspira a penetrar mercados de la región que hoy ocupan otros vendedores.
"En Cuba hay 1.000.000 de hectáreas disponibles para entregar, que podrían desarrollar empresas argentinas llave en mano, llevando nuestro know how, sistema de producción, genética, agroquímicos y maquinaria", había afirmado Neme en 2020.
Cuba es el socio comercial más importante de Argentina en América Central y el Caribe. Durante el primer semestre de 2021, el comercio bilateral alcanzó los 200 millones de dólares, lo que significó un incremento del 8% respecto al mismo periodo de 2020 y se apoyó casi en su totalidad en el aumento de las exportaciones argentinas. Por ello, el superávit para Buenos Aires fue de 192,6 millones de dólares.
Los principales productos que Argentina vende a la Isla son cereales (el 32,7% de las exportaciones totales), arroz (15,8%), frijoles negros (2,9%), y leche en polvo (2,7%).
Argentina importa cigarros, productos inmunológicos y ron. Durante los últimos años, el déficit comercial cubano fue compensado, en parte, por el sector servicios, debido a que Cuba es uno de los principales destinos elegidos por los turistas argentinos.
Hoy están en negociación la venta a la Isla de manzanas, peras, embriones bovinos y equinos en pie de Argentina, mientras que La Habana solicitó los requisitos para la exportación de frutas, vegetales tropicales y langostas congeladas al país austral.
Cuba atraviesa la peor crisis económica del siglo XXI, con una escasez de alimentos que la pandemia del Covid-19 y el paquetazo económico denominado Tarea Ordenamiento agravaron.
La agricultura estatal, muy deprimida e ineficiente desde hace décadas, no es capaz de producir alimentos suficientes para satisfacer la demanda interna. De ahí que La Habana tenga que importar alrededor del 80% de los productos que consumen los cubanos.
Después de las manifestaciones populares del 11J, el Gobierno ha tratado de aliviar las tensiones y paliar la escasez de alimentos distribuyendo gratuitamente donaciones de productos comestibles llegados al país desde una decena de naciones.
Una vez que esa inversión se enrede en el laberinto de la burocracia hasta ahi va a llegar, el próximo año la tierras seguirán sin cultivar y nadie se acordará.
Sencillamente obseno. "Tierras sin cultivar" que Argentina piensa cultivar para beneficio propio y el gobierno castrista de capataz. Que losa argentino sean en el año 2021 quienes enseñen a los cubanos a la cultivar la tierra, es ridículo.
La agricultura llave en mano necesita para su viabilidad estabilidad juridica, técnicos de la empresa de origen a pie de obra, una comunicación constante y la posibilidad de variar los planes previstos. Otro problema importante es que se supone que el mercado de consumo serán los ganaderos y avicultores cubanos y es muy posible que el régimen intervenga los precios de venta, que por supuesto serán ruinosos para la empresa argentina. Es posible que ahora el régimen se comprometa a unos determinados precios, pero como demuestra la experiencia de esta cleptocracia nadie se puede fiar.