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Tarea Ordenamiento

Murillo y los salarios en el laberinto de la Tarea Ordenamiento

Los requisitos para cobrar más salario tienen poco o nada que ver con la productividad del trabajo, la eficiencia o la competitividad.

Valencia
Grafiti en una calle de La Habana.
Grafiti en una calle de La Habana. Diario de Cuba

Marino Murillo sigue con sus mensajes en twitter y sus comparecencias en la Mesa Redonda para justificar su Tarea Ordenamiento. Esta vez alude a los salarios, a las nuevas medidas relacionadas con los ingresos, que, en su opinión, son una pieza fundamental de la política económica y del compromiso del Gobierno en escuchar la opinión del pueblo "todo lo que resulte posible".

Realmente, esta capacidad para atender las demandas sociales una vez que se lanza una determinada política económica dice más bien poco de la calidad de la elaboración e implementación de la misma. Las políticas económicas exigen disponer de un abundante nivel de información para diseñar de forma adecuada las actuaciones. Una vez puestas en marcha, moverse de un lado a otro de las disposiciones, arroja dudas respecto de la misma, de falta de credibilidad y de oportunismo.

Lo hecho, hecho está y por tanto, no vamos a entrar más en estas consideraciones. Pero dado que Murillo ha destacado que más de 200.000 trabajadores fueron beneficiados con nuevos incrementos salariales, vale la pena examinar lo que esto significa y sobre todo qué consecuencias puede tener sobre el devenir de la Tarea Ordenamiento y su presunta "voluntad de ajustar todo lo que resulte posible".

Para empezar, que se ajuste al alza el salario de 200.000 trabajadores, y no se haga lo mismo con el resto de los ocupados de la economía cubana, alrededor de 4,5 millones, crea, qué duda cabe, un problema bien conocido de agravios en el ámbito laboral, sobre todo en una economía altamente centralizada como la cubana, donde las fórmulas clásicas de relaciones laborales están proscritas.

Habrá más de un trabajador cubano cuyo salario no ha aumentado y sigue atado a la nueva estructura de 32 niveles que se preguntará por qué a él o ella sí, y a mí no me han subido el salario. Es el caso del incremento salarial que se ha pagado a posteriori a los operarios de alta calificación. Las autoridades justificaron que la dureza de la pandemia y, por supuesto, del "bloqueo", impidieron  al sector empresarial generar los ingresos esperados y, por ello, se decidió analizar los requisitos para que un grupo de operarios sea beneficiado.

Y aquí viene la cuestión, porque los requisitos establecidos para decidir quién cobra más y quién no sería "la realización de funciones de alta responsabilidad en puestos claves de sectores estratégicos, y las fallas en la operación que representan un alto costo económico y social". Y de ese modo, como suele ocurrir en estos casos, 252 cargos, con unos 51.285 trabajadores se vieron beneficiados por la modificación de los salarios, con un costo anual de 241.000.000 de pesos. Dada la magnitud de este importe, la financiación tuvo que venir a cargo del propio dinero de la entidad, lo que tiene poco sentido en un contexto de economía estatal, que ya se sabe que es dinero de todos.

No cabe duda que se afinó poco con esta decisión. Los dos requisitos, relativos a funciones de responsabilidad y fallos de alto coste económico y social, dejaron fuera a muchos trabajadores que ocupan puestos clave en sectores estratégicos, a pesar de que no "dirigen"; es decir, no se encuentran directamente vinculados a la jerarquía comunista o ministerial, y sin embargo, son esenciales para que la maquinaria no se apague. Por otro lado, asociar aumentos de salarios a posibles fallos en las operaciones, deja entrever que existen dudas sobre esta cuestión, que en ningún caso se debe situar en el ámbito del ejercicio profesional, sino en la mejora continua y actualización de los equipamientos y medios de producción para evitar esos fallos.

En definitiva, los requisitos de Murillo para cobrar más salario tienen poco o nada que ver con la productividad del trabajo, la eficiencia o la competitividad y, por tanto, una vez más ese aumento salarial ejercerá presiones sobre los costes de las empresas que, de algún modo, se tendrán que trasladar a los precios.

Por la misma razón se acordó modificar los salarios a otro "grupo de complejidad de los cargos de especialistas en compra y venta del Comercio Exterior, lo cual se aplica a todas las empresas y Organismos Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) que realizan esta actividad en cualquier sector". Una vez más, el trabajador promedio de la economía se preguntará por qué al que ocupa un puesto en comercio exterior sí, y en cambio, él, que está en una cadena de producción, camarero en un hotel de turistas extranjeros o un comercio minorista, no es susceptible del aumento salarial. Más desigualdades que no se corresponden con la productividad del trabajo y que se deberían justificar.

También se modificaron los salarios de cargos de administradores, jefes de unidades y otros cargos de servicios, que realizan funciones de dirección en grupos de trabajo, o tienen bajo su custodia recursos materiales y financieros. La eterna promoción y mejora salarial diferencial de los jefes para que se refuerce la dependencia de los órganos superiores. Aumentos salariales que deberían ir acompañados de indicadores de eficacia, de gestión o de resultados, y que podrían estar basados en una parte fija y otra complementaria en función de esos resultados (nada que ver con el destajo), y no una cuantía fija. Fórmulas hay de sobra para evitar la presión de los costes.

Y qué decir de los aumentos de los salarios de los cargos técnicos vinculados al proceso docente de la educación superior, a las categorías de profesor titular, auxiliar, profesor asistente e instructor, metodólogo, secretario docente y profesor principal del año académico. Desde esta perspectiva, muchos profesionales de la educación profesional o de la secundaria, e incluso primaria, del resto del sistema educativo, se preguntarán por qué se modifican los salarios de sus colegas de la educación superior y los de ellos no. La medida beneficia a 22.866 maestros, con un costo anual de 76.000.000 de pesos, y se aplica a todos los centros de educación superior. Aquí igualmente habrán quejas por desigual trato.

Menos cuestionamiento puede tener que se pague un aumento por el servicio de nocturnidad a médicos, estomatólogos, personal de enfermería y tecnólogos, del sector de la salud. Otro tanto se puede afirmar del pago de las horas trabajadas por médicos y estomatólogos los fines de semana en horario diurno con la misma tarifa. Este incremento será de alrededor del doble de lo establecido actualmente, una magnitud realmente elevada, que se podría compensar, teniendo en cuenta la difícil situación económica del país, mediante una reorganización de los servicios, concentrando la atención en la jornada semanal de día, y dedicar la nocturnidad solo a urgencias. En cualquier caso, el aumento se dirige a 125.729 trabajadores, con un costo de 411,7 millones de pesos que serán asumidos totalmente por el presupuesto del Estado.

Decisiones de salarios de este tipo suponen movilizar más de 800 millones de pesos de un presupuesto que se había fijado inicialmente para 2021 en un 18% del PIB, después del 20% del año anterior. La desviación salarial puede no ser relevante, si se compara con la cuenta salarial total de la economía, pero viene a confirmar que uno de los puntos clave de la Tarea Ordenamiento, reformar los salarios eliminando la pirámide invertida, ha quedado superado por los hechos. Y, sobre todo, lo más grave es que estas elevaciones de salarios a posteriori tienen muy poco que ver con la productividad o la eficiencia, sino se que se trata de decisiones políticas para atender quejas que, por algún tipo de razón, han tenido más viabilidad hacia las altas esferas que otras que, en cambio, no han sido atendidas.

Y si no, recomiendo a Murillo que lea una de los comentarios de la noticia de Granma que dice así, y cito textualmente: "He conocido por amistades y amigos que trabajan en la Industria Metalúrgica, que trabajadores y técnicos de estas empresas no han sido bien remunerados, por el nivel de ruidos, altas temperaturas, contaminación de todos tipo, consideran que ellos necesitan mejores salarios, al compararse con otros cargos de otras empresas, notan la diferencia, puede que ETECSA sea muy importante en las comunicaciones, pero producir acero no es nada fácil, estás arriesgando la vida, por unos kilos... En el mundo estas industrias metalúrgicas tienen mejores atenciones y salarios, además de trabajar no más de diez años....Se debe arreglar de inmediato los salarios de todos los metalúrgicos, obreros y técnicos".

El lector tiene toda la razón. Él y muchos más que irán desgranando sus comentarios porque la decisión de modificar los salarios a posteriori tiene muy poco que ver con cualquier criterio de eficiencia económica o justicia social y distributiva. Que se lo hagan mirar cuanto antes.

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