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Represión

'Llevo tres años y medio exigiendo a Díaz-Canel una indemnización': un cubano baleado el 11J

Osiris Puerto Terry, quien sobrevivió a tres disparos de las fuerzas del régimen, denuncia su caso en la XVII Cumbre de Derechos Humanos y Democracia de Ginebra.

Madrid
Osiris Puerto Terry en la Cumbre de Derechos Humanos y Democracia, en Ginebra.
Osiris Puerto Terry en la Cumbre de Derechos Humanos y Democracia, en Ginebra. Centro para una Cuba Libre/X

"Llevo tres años y medio exigiendo indemnización al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por daños asesinos y perjuicios", dijo el cubano Osiris Puerto Terry en la tribuna de la XVII Cumbre de Derechos Humanos y Democracia, que se celebra en Ginebra.

Puerto Terry, un cuentapropista, sobrevivió a tres disparos de las fuerzas represivas del régimen durante las protestas del 11 de julio de 2021.

"No soy político, no soy activista, solo soy un vendedor de helados de La Habana. Sin embargo, todos los aspectos de mi vida han sido envenenados por la política cubana y su régimen corrupto", afirmó Puerto Terry en Ginebra, según un video difundido por el Centro para una Cuba Libre, organización que impulsa una campaña para que el régimen cubano sea expulsado de Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Puerto Terry relató que su padre fue "expulsado" de Cuba cuando él tenía cuatro años. Su madre, añadió, "se quedó destrozada" y se suicidó. Aseguró asimismo que el régimen truncó su carrera como boxeador.

"La política cubana arruinó mi vida. Destrozaron a mi familia, llevaron a mi madre al suicidio y acabaron con mi carrera como profesional en el deporte", dijo el cubano.

Osiris José Puerto Terry, de 49 años, fue baleado en la tarde del 11 de julio de 2021 en Calzada de 10 de Octubre, La Habana. 

El cubano, que se movía habitualmente por esa avenida, por tener un puesto de heladería ambulante, fue el blanco escogido por la Policía para sembrar el pánico entre los manifestantes y disolver una de las marchas que ese día ocurrieron en toda Cuba. 

"Después de que se terminó el disturbio de la tiradera de piedras, logramos salir de un pasillo hacia la calle. En ese momento, había varios latones de basura virados al suelo y la multitud de manifestantes siguió hasta la esquina de Toyo. Allí es que yo me incorporo y me sumo a la multitud enardecida", relató Puerto Terry a DIARIO DE CUBA en julio de 2023.

"Al llegar a Toyo, veo algunas patrullas volcadas y decido virar para atrás, pero al avanzar pocas cuadras, escucho a un coronel que le dice a un grupo de seis oficiales: '¡Fuego contra todo el mundo!'. Ahí comienzan los disparos. El primero de ellos… la intención es ir a mi cabeza, pero afortunadamente impacta en una pared. El segundo disparo me da en el pie y me tumba al suelo, y un tercero, estando tumbado, siento que me entra por la espalda", rememoró.

El primer auxilio lo recibió Puerto Terry de un vecino de la zona, que por ser médico sabía cómo asistirlo. El galeno, llamado popularmente Koki, acabó en prisión como parte de las represalias del régimen.

Puerto Terry dijo que llegó al hospital Calixto García sobre las 6:00 de la tarde del 11J.

"Cuando llego al hospital, había varios agentes de la Seguridad del Estado que a modo de reclamo le dicen a los médicos: '¡ustedes van a salvar al contrarrevolucionario este!', y me dan una tunda de golpes. Fueron tantos los golpes que tuvo que intervenir el personal médico para que no siguieran dándome", aseguró.

"Gracias al personal médico de Cirugía de ese hospital pude salvar la vida. Pero, curiosamente, en los archivos de registro del hospital, mi ingreso no aparecía. No habían puesto que había ingresado por tres disparos de armas de fuego hechos por dos oficiales de la Brigada Especial de El Pitirre", señaló.

"A los 12 días me dan el alta del hospital, a pesar de que seguía con el estómago abierto por la operación. El médico me dijo que en casa estaría más protegido, ya que en el hospital podía sucederme cualquier cosa, porque venían agentes del DTI (Departamento Técnico de Investigaciones) a interrogarme de manera constante. La primera vez que lo hicieron, apenas llevaba diez horas de ingreso. Al salir del hospital, tuve que ir a varias citaciones del DTI, porque mi caso estaba bajo investigación", detalló Puerto Terry. 

"Tiempo después, en la última citación que me hicieron, estando más recuperado, en la sede del DTI (100 y Aldabó) me dijeron que cerrarían mi caso y que no podían indemnizarme porque el Departamento de Balística no pudo dar con los proyectiles de los oficiales que me dispararon. Según ellos, no se podía culpar a ningún oficial, y no iban a procesar judicialmente a ninguno de ellos", agregó.

No obstante, este cuentapropista habanero no se conformó y empezó a reclamar ante diferentes instituciones. 

"Hice varias cartas de reclamación a Fiscalía Militar, al Consejo de Estado y a la Policía Nacional Revolucionaria, en todas exijo una indemnización por mi convalecencia. Pedía y pido que sean llevados ante la justicia por el delito de lesiones los oficiales Raunel Yanini García y Edisnel García Guerra, pero la última y definitiva respuesta de una teniente coronel de la Fiscalía Militar fue que estos oficiales estaban actuando en el cumplimiento de su deber y que no actuarían contra ellos", lamentó Puerto Terry. 

"Yo soy la prueba viviente de la represión que desató el Gobierno el 11 de julio y de cómo estaban dispuestos a matar a los manifestantes. Si muero, hubieran dicho que era un delincuente, como dijeron del que falleció. No sigo a nadie, y solo agradezco a Dios que pude salvar mi vida, pero sí exijo la libertad de todos los presos políticos y que se haga justicia conmigo", concluyó Puerto Terry en sus declaraciones a DIARIO DE CUBA en julio de 2023.

El Gobierno cubano no ha informado la cantidad de heridos por armas de fuego que hubo por las protestas de los días 11 y 12 de julio de 2021.

DIARIO DE CUBA reveló pocos días después de las manifestaciones el caso del menor de edad Yoel Misael Fuentes García, quien fue herido de bala por la Policía en la rótula de su pierna derecha el 12 de julio, durante la protesta ocurrida en el barrio La Güinera, en Arroyo Naranjo, La Habana.

Fuentes García tenía 16 años de edad el día de los hechos y fue interrogado en varias ocasiones por el DTI, cuando permanecía ingresado en el hospital Juan Manuel Márquez.

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