El preso político cubano Kevin Damián Frómeta Castro cumplió el martes 14 días en huelga de hambre en la cárcel 1580, en La Habana, como protesta por un nuevo delito que las autoridades penitenciarias le imputan y del que se considera inocente, informó Martí Noticias.
Su madre, Caridad Castro, denunció en un video publicado en Facebook por el centro de información legal Cubalex que a pesar del peligro que implican tantos días sin ingerir alimentos, no la han llamado para informarle sobre el estado de su hijo, ni los mandos del penal, ni la Seguridad del Estado, a quienes hizo "responsables de cualquier situación" que sufra Frómeta Castro.
Castro dijo después al medio estadounidense que al llegar a la visita reglamentaria percibió "una situación tensa, rara, entre los oficiales" que estaban allí.
"Al final me dejaron pasar y es que mi hijo está en inanición voluntaria hace 14 días por un delito que le quieren imputar, que no cometió: tráfico de drogas. Él no lo acepta y yo, como madre, tampoco lo voy a aceptar", relató Castro, quien asegura haber recibido una carta de su hijo que lo confirma.
Frómeta Castro, un joven operario agrícola, fue sentenciado a cinco años de privación de libertad por sedición, luego de participar en las protestas del 11 de julio de 2021 en la Esquina de Toyo, del municipio habanero de Diez de Octubre. Tenía 19 años cuando fue arrestado. La Fiscalía Provincial de La Habana le pidió 18 años de prisión, pena que se redujo en el proceso de casación.
"No me dejaron verlo porque yo estaba muy alterada, pero cómo no lo voy a estar sabiendo la situación en que está mi hijo. ¡Tienen que dejármelo ver porque ese es mi hijo! Yo tengo que interceder para que él coma, para hacerle entrar en razones, al menos; porque lo que sí no puede pasar es que me lo traigan envuelto en una sábana blanca, muerto. No lo voy a aceptar", recalcó la madre.
El pasado 31 de diciembre, los jefes del establecimiento permitieron a la familia del preso político entrarle algo de comida.
"Dejaron pasar los alimentos, trataron de obligarlo a comer, pero él no quiere aceptar. Ese es su derecho, porque no va a aceptar lo que le están imputando".
En la carta que Frómeta Castro dirigió a su madre, él escribió: "Me encuentro en inanición voluntaria y me tienen escondido en la compañía número ocho porque no me quieren reportar como plantado, sin recibir ningún tipo de atención por parte de las autoridades penitenciarias".