Mientras la líder opositora venezolana María Corina Machado dedicó toda su fuerza y solidaridad a los presos políticos cubanos durante una intervención por videoconferencia para recibir el premio Sajárov del Parlamento Europeo, en Cuba siguen saliendo las historias de las terribles condiciones de las cárceles en la Isla sobre todo para aquellos condenados por motivos políticos.
"Todo lo que ocurre hoy en Venezuela trasciende nuestras generaciones y nuestras fronteras. Por eso desde aquí quiero hacer llegar toda mi fuerza y solidaridad a todos los presos y perseguidos del mundo, muy especialmente a aquellos de Cuba y Nicaragua, a quienes también vamos a liberar", dijo Machado.
El martes 17 de diciembre, el Parlamento Europeo entregó el Premio Sájarov a la libertad de conciencia 2024 a Machado y al presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia.
La opositora venezolana se encuentra en la clandestinidad en Venezuela, pero estuvo representada por su hija Ana Corina Sosa y se conectó de manera digital con la audiencia en el Eurocámara.
"Las implicaciones globales de esta lucha no se limitan a los tentáculos políticos que operan en y desde Venezuela, para desestabilizar a Occidente. Nuestra lucha demuestra lo que puede alcanzar una sociedad profundamente maltratada, cuando, remando contra la corriente, superando los obstáculos, decide avanzar por la senda del bien", añadió Machado.
En palabras de la líder opositora, Venezuela cambió. "Nunca más seremos los mismos. Sabemos que vamos a triunfar".
Dedicó el galardón a "cada venezolano que ha decidido ser libre, especialmente a quienes están escondidos, exiliados o en prisión, a los niños presos" y a sus "compañeros asediados en la embajada".
La ONG Foro Penal indicó a inicios de noviembre que Caracas mantiene a 1.963 personas en sus cárceles por motivos políticos.
En Cuba permanecen encarceladas al menos 1.148 personas por las mismas causas, según el más reciente informe de Prisoners Defenders (PD). De estos, aproximadamente 650 sufren de patologías médicas graves, muchas de ellas causadas o empeoradas por las condiciones extremas de maltrato y tortura en prisión.
Este martes el centro legal Cubalex se hizo eco de la denuncia de Anayl Hernández Collado, madre del preso político Adel de la Torre Hernández, sobre las condiciones inhumanas en las que su hijo enfermo permanece injustamente encarcelado.
De la Torre, sentenciado a siete años por las protestas del 11J, padece esquizofrenia paranoide, asma y otros problemas de salud agravados por la falta de atención médica adecuada en prisión.
"Su estado de salud se deteriora rápidamente. Perdió la visión de un ojo tras una violenta agresión de un oficial durante una crisis el año pasado. Actualmente, padece dolores de cabeza constantes, un intenso dolor de muelas y una profunda depresión, sin acceso a los medicamentos esenciales", alertó Cubalex.
La ONG señala que en represalia por su condición de preso político, le niegan beneficios penitenciarios como el derecho a comunicarse regularmente con su familia y el traslado a un régimen de menor severidad. Pese a su delicado estado de salud, también le han negado la licencia extrapenal.
"Su madre responsabiliza a las autoridades de la prisión 1580 y a la Seguridad del Estado por los abusos sistemáticos y la negligencia médica que ponen en grave riesgo la vida de su hijo", añadió Cubalex, que publicó el desgarrador audio de la madre desesperada.
Por otra parte, el preso político Roberto Pérez Fonseca relató las condiciones terribles sufridas durante más de dos semanas castigado en prisión.
"Mi hermano fue sacado de la celda de castigo después de 15 días, bajó diez libras o más. Estuvo cinco días sin comer, la celda estaba tapiada completamente, fría y oscura al punto de que los guardias tenían que alumbrar con linternas para poder esposarlo para trasladarlo al puesto médico", explicó el hermano del preso del 11J, Alberto Fonseca, en X.
Fonseca dijo que su hermano tuvo que ser llevado cinco veces al puesto de salud por las crisis asmáticas que está padeciendo.
"Mi hermano lo resume con que era una celda de tortura, este es un pequeño resumen de lo que estuvo viviendo", dijo.
Este 17 de diciembre uno de los hijos de la presa política Lizandra Góngora, condenada a 14 años de prisión por su participación en el 11J y trasladada a una prisión de máxima seguridad en la Isla de la Juventud, a más de 150 kilómetros de su familia, se postró ante San Lázaro pidiendo por su madre.
El adolescente hizo una sentida promesa a San Lázaro, cortándose el pelo en solidaridad con los deseos de su madre, de volver a un centro cercano a su residencia, y también por el regreso definitivo de ella al hogar.