El grupo de asesoría legal Cubalex certificó, a través del informe Condiciones de aislamiento y castigo en las prisiones cubanas, que, según la Ley de Ejecución Penal, estas "no cumplen con los estándares internacionales establecidos por las Reglas Mandela".
"La duración excesiva del aislamiento, la falta de revisión independiente y la insuficiente protección para grupos vulnerables son incompatibilidades significativas que pueden conducir a abusos y violaciones de derechos humanos. Estas prácticas no solo afectan físicamente a los reclusos, sino que también tienen un impacto devastador en su salud mental y bienestar general", destacó el informe.
Cubalex subrayó, asimismo, las condiciones precarias de las celdas de castigo, las prácticas de tortura y castigo adicional y el impacto devastador en la salud mental y física de los reclusos, toda vez que "la Regla 45 de las Reglas Mandela establece que el aislamiento solo debe usarse en casos excepcionales, como último recurso, durante el menor tiempo posible y con revisión independiente. Debe ser autorizado por una autoridad competente y no se debe imponer a reclusos con discapacidades físicas o mentales, mujeres o niños", señaló.
Sin embargo, explicó Cubalex, "la duración del aislamiento en una celda de castigo en Cuba revela una preocupante desconexión entre las regulaciones oficiales y las prácticas reales. Según la ley cubana, el aislamiento puede durar hasta tres meses, lo cual excede significativamente lo estipulado en las Reglas Mandela de las Naciones Unidas, que consideran que el aislamiento prolongado por más de 15 días es violatorio de los derechos humanos".
"Las razones para colocar a un recluso en una celda de castigo son frecuentemente arbitrarias y variadas, abarcando desde huelgas de hambre y reclamos de derechos, hasta activismo político y denuncias telefónicas a medios independientes o familiares. En algunos casos, las autoridades penitenciarias recurren a esta medida de manera preventiva basándose en sus suposiciones sobre el comportamiento del recluso", añadió.
"Las condiciones de las celdas de castigo en Cuba son extremadamente precarias y degradantes. Las dimensiones son muy reducidas, con algunas que miden solo dos metros de ancho por menos de cuatro metros de largo, incluyendo tanto el área de baño como el dormitorio. En ciertos casos, estas dimensiones son aún menores, exacerbando la sensación de claustrofobia y confinamiento extremo. Los servicios sanitarios son igualmente deficientes; en lugar de inodoros adecuados, hay un simple hueco en el suelo, conocido como 'baño turco'. El suministro de agua es escaso y se proporciona solo una vez al día durante un breve período, lo que dificulta el mantenimiento de la higiene personal y de la celda", describió la organización, luego de entrevistar a un amplio grupo de ex prisioneros cubanos.
"La higiene en estas celdas es deplorable. Los reclusos deben limpiar sus espacios con los medios que logran conseguir, frecuentemente enfrentándose a condiciones insalubres y a infestaciones de insectos. La falta de iluminación adecuada y la insuficiente ventilación agravan aún más las condiciones de vida; muchas celdas carecen de ventanas o solo tienen pequeñas aperturas para la ventilación. El mobiliario es mínimo y rudimentario: las camas suelen ser de cemento o metal, frecuentemente sin colchones, obligando a los reclusos a dormir en superficies duras e incómodas", detalló el informe.
De igual forma, los especialistas del grupo de asesoría legal expusieron que "el trato durante el aislamiento es cruel y deshumanizante. La privación de agua potable también se utiliza como castigo adicional, forzando a los reclusos a consumir agua contaminada o en cantidades insuficientes. Las celdas son frías y húmedas, y no se proporciona ropa de cama adecuada".
Además, "los reclusos en huelga de hambre son sometidos a interrupciones del sueño, cambios frecuentes de celda y alimentación forzada, prácticas que buscan quebrantar su voluntad y su resistencia. El impacto psicológico de estas condiciones inhumanas y del aislamiento prolongado es devastador, provocando estrés severo, ansiedad y otros problemas psicológicos, que a menudo dejan secuelas duraderas en la salud mental de los afectados", acotaron.
"Las prácticas de aislamiento y castigo en las prisiones cubanas representan una clara violación de los derechos humanos, tal como se definen en las Reglas Mandela. Es crucial que las autoridades cubanas realicen reformas significativas para alinearse con los estándares internacionales y garantizar un trato humano y digno para todos los reclusos. Las reformas deben incluir la reducción del tiempo permitido en aislamiento, la implementación de una revisión independiente para las decisiones de aislamiento, y la protección adecuada para los grupos vulnerables", concluyó Cubalex.
No hay que ser experto para saber que en un país donde no se respetan los derechos de los que están "libres", los de los presos no existen.