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Censura

La Seguridad del Estado cancela la presentación de raperos cubanos en un bar privado de La Habana

El concierto formaba parte de un festival de tres días. Para los raperos censurados este acto represivo tiene que ver con la implementación del Decreto Ley 349.

Madrid
Osvaldo Navarro, rapero cubano.
Osvaldo Navarro, rapero cubano. Facebook

Un concierto de Rap, que estaba previsto para el pasado 25 de mayo en el bar privado Fellini, en Playa, La Habana, fue suspendido a última hora por órdenes de la Seguridad del Estado, denunció a DIARIO DE CUBA Soandry Del Río. El rapero destacó que, aunque no se supo el nombre de la persona que ordenó la cancelación del evento, sí pudieron comprobar que las fuerzas represivas del régimen estaban detrás del acto de censura.

La cancelación impidió la participación de Del Río, Osvaldo Navarro (Navy Pro) y René Díaz (Elokuente), entre otros artistas.

Del Río explicó otros detalles de lo ocurrido y consideró que se trata de la más pura implementación del Decreto Ley 349: "Es la historia de siempre, la 349, más de lo mismo".

"Uno de los amigos de nosotros, que trabaja en lo que es postproducción y tiene que moverse por detrás de los escenarios, escuchó una conversación donde se decía que la Seguridad del Estado había llamado al dueño del espacio y le había prohibido terminantemente que la actividad se realizara el tercer día. Que ese día, sin discusión, no se podía realizar porque había personas invitadas que no podían presentarse y no podían cantar", precisó.

Para el músico es un modus operandi conocido: "te dejan que gastes dinero en producción, comunicación, alojamiento, comida, transporte, infraestructura y, después de que tú haces un esfuerzo y estás en el medio de la organización, es que hacen la llamada para presionar a ciertas personas".    

"Ellos, en este caso, presionan al dueño del espacio que ya había hecho un acuerdo previo y tiene que dar la cara a los organizadores del evento y, nada, es una llamada de número oculto, pero él sabe que ese sistema macabro está detrás de esa llamada, y obvio que si hay alguna inconformidad todo se va a quedar entre el dueño del espacio y los organizadores. Ellos no dan la cara, no hay una cara del censor y ponen a chocar a la gente así", añadió.

Según detalló el rapero, el evento era "una especie de festival" de tres días, donde además de grupos de rap había bandas de punk invitadas, y también "otras expresiones artísticas". Asimismo, estaba previsto un conversatorio sobre grafiti y murales.

Por su parte, el rapero Osvaldo Navarro suscribió lo dicho por Del Río, y agregó una frase que le dijo el dueño del bar a uno de los organizadores cuando éste le reclamó: "¿Qué explicación le doy a los artistas?". A lo que el dueño del bar respondió: "diles que se rompió un cable".

Navarro también dejó su criterio sobre este acto de censura en sus redes sociales: "Este es otro episodio de censura. Las y los que cargamos con la marca que nos ha puesto el Estado cubano sabemos quiénes ponen los límites en este país", señaló en su perfil de Instagram. Y concluyó: "El rap cubano, en el actual contexto, tiene la oportunidad de retomar sus fuerzas, de jugar un papel protagónico e importante, cívico y social. A mis colegas y amigos de género les digo: estoy puesto".

En el mismo tono, el rapero René Díaz, al compartir la noticia de la cancelación del concierto en sus redes sociales expresó: "una sociedad sin libertad de expresión es una aberración".

Osvaldo Navarro es un rapero contestatario al régimen cubano y miembro del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR). Por su activismo, lleva años sufriendo el hostigamiento del régimen cubano, ha sido víctima de arrestos arbitrarios y con frecuencia sufre cortes del servicio de internet, acoso y vigilancia en su vivienda, por parte de la Seguridad del Estado.

Una declaración de la concertación democrática DFrente sobre este nuevo acto de censura contra artistas cubanos informó que la acción represiva incluyó una patrulla policial apostada en las inmediaciones del bar.

DFrente dijo que la decisión fue "tomada y transmitida de forma oral" al dueño del local, quien posteriormente les comunicó a los organizadores que "el evento del jueves y viernes lo hacemos, pero, unilateralmente, el concierto del sábado no se realizará". 

La organización consideró lo ocurrido un acto arbitrario de censura, que tuvo lugar "sin previo aviso a los artistas" ni al público convocado.

Para DFrente, con esta medida el régimen cubano "vuelve a mostrar el miedo que tiene a su propio pueblo" y, más especialmente, al mundo de la cultura, "por su capacidad de conectar con el ciudadano de a pie". 

"Desde la concertación democrática DFrente apoyamos a los exponentes de la cultura en su defensa, a pesar de la represión, de espacios de libertad de expresión, de creación y de manifestación necesarios y fundamentales para el desarrollo de una sociedad libre y próspera", dijo la organización.

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1 comentario

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En el totalitarismo es necesario anticipar logísticamente. Pueden escoger un lugar, dar promoción al concierto con un artista que no resulta incómodo, y cambiar la programación del evento el mismo día. Asistirán menos personas por el vacío en la promoción, pero quedan los audiovisuales.