El régimen cubano reprimió a 18 miembros del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR) este sábado, cuando la organización arribó a su cumpleaños número 22.
El centro de información legal Cubalex informó en las redes sociales que 18 activistas del MONR estuvieron bajo vigilancia policial en su sede de Guanabacoa, La Habana. Al salir, Ramón Rodríguez Gamboa, Jorge Luis López Cabrera y Luis Jesús Gutiérrez Campos fueron detenidos y trasladados a la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de ese municipio.
La Policía les impuso multas de 150 pesos por supuestamente violar un dispositivo de seguridad.
Gutiérrez Campos, de 71 años, continuaba detenido este domingo y hasta el momento no ha transcendido que haya sido liberado.
En la mañana del propio sábado fue arrestado el activista Lázaro Antonio Pérez González cerca de la sede y trasladado a la unidad de la PNR de Aguilera. De acuerdo con Cubalex, fue liberado a las 12 del día en Diez de Octubre.
Los miembros de la organización Noel Díaz Matos, Julio Ortiz Matos, Elizabeth León Martínez e Idalmi Salazar también fueron detenidos en Guanabacoa y liberados poco después.
En la mañana de este domingo seguían bajo vigilancia en la sede del MONR Maritza Concepción Sarmiento, Mario Alberto Hernández Leyva, Lázaro Cárdenas Hernández, Arquímides Torres López, Alfredo Sabate Alcalde, Yusleidy Valero Concepción y Evelin Pineda Concepción.
El Movimiento Opositores por una Nueva República fue fundado en Cuba el 25 de mayo de 2002 y se enfoca en "ofrecer programas educativos en los que se les informa a las personas sobre los derechos que tienen y no reclaman", para promover el activismo en las calles, ha explicado la organización en redes sociales.
Su vicepresidente, Adrián Curuneaux Stevens fue condenado a cuatro años de cárcel en marzo, tras esperar juicio en prisión durante ocho meses, por un delito de lesiones.
El líder de la organización, el opositor y exprisionero político José Díaz Silva, fue desterrado en diciembre de 2022.
Díaz Silva llegó a Miami durante la Nochebuena de hace dos años. Ese día fue sacado de la prisión habanera de máximo rigor Combinado del Este y llevado directamente al Aeropuerto Internacional José Martí con boletos de ida, sin retorno, para Estados Unidos.
En marzo, contó su experiencia en las prisiones de la Isla, por las que pasó en siete ocasiones, en una entrevista publicada en DIARIO DE CUBA.
"Desde que uno cae en una estación de Policía, sea por problemas comunes o políticos, la persona pierde todos los derechos. En la prisión no te leen nada sobre eso. La visita [familiar] te la dan porque está en un reglamento, pero no la puedes exigir como un "derecho". Te la dan como si fuera un beneficio otorgado por la policía política en las prisiones. Lo mismo pasa con el teléfono. Actúan como si tuvieras que agradecerles porque ellos te dan visitas, derecho a teléfono o a un pabellón [conyugal]", detalló Díaz Silva.
"Como preso político, yo sabía cuáles eran mis derechos, porque he leído algo de la Constitución y de las leyes de prisión. Sé que tienen que alimentarte, sacarte al sol. A las personas mayores de 60 años, como yo, tienen que buscarles un lugar donde puedan caminar, hacer ejercicios. Pero cuando vas a la realidad, esos derechos se pierden. La policía política y las autoridades de prisiones no tienen esos documentos en un lugar donde el preso pueda ver sus derechos, ni se los hacen saber. Eso lo va conociendo el preso a través del tiempo", añadió el opositor desterrado el régimen de Cuba.
Violador empedernido de los derechos politicos de los ciudadanos cubanos, este régimen dictatorial que usurpa el gobierno de Cuba no permite el multipartidismo democrático en nuestra patria. Debería recibir un boicot internacional como el que recibió el apartheid sudafricano en su momento histórico. Pertenecer a un partido políticos de oposición es un derecho y no un delito.