La esposa del preso político cubano José Daniel Ferrer García, Nelva Ortega Tamayo, denunció, en una grabación de audio enviada a DIARIO DE CUBA que, una vez más, las autoridades represivas del régimen, le negaron la visita que legalmente le correspondía.
"El pasado lunes 6 de mayo del 2024 me dirigí a la prisión de máxima severidad de Mar Verde, en Santiago de Cuba, con la intención de poder ver durante la visita familiar reglamentaria a mi esposo", dijo Ortega Tamayo. "Fui acompañada de nuestro hijo de tan solo cuatro años, Daniel José, y de mi hijastra, Fátima Victoria, y una vez más fue negada la visita. Solo aceptaron la jaba con los alimentos, productos de higiene, aseo y algunos medicamentos", agregó.
La esposa del preso político se refirió a que esta es "la misma táctica utilizada por más de un año al negar y violar su derecho a recibir visitas tanto familiares como matrimoniales, así como las llamadas telefónicas". "El pasado 3 de mayo, que era la visita conyugal correspondiente, lo hicieron nuevamente, usaron el mismo tipo de abuso de poder", subrayó.
"Luego de varias horas de espera, nos trasladaron a la misma oficina de siempre para decirnos que no se iba a dar la visita", contó. "La dictadura Castro-Canel comunista se empeña hace un año y más de dos meses en mantenerlo no solo aislado de la comunidad penal, sino también del contacto con su propia familia, en la misma celda de castigo y de aislamiento, donde permanece desde el 14 de agosto del 2021 bajo condiciones inhumanas, crueles y degradantes", denunció Ortega Tamayo.
"Siendo víctima de maltrato y violencia física y psicológica, privado de su libertad, con pésima alimentación y la mayor parte del tiempo con agua no potable. Todo esto sin atención médica ni estomatológica y con la compañía de los mosquitos y otros vectores. Los presos no solamente sufren malnutrición, hambre, parasitismo y tuberculosis, sino también otras enfermedades y lesiones dermatológicas por picaduras o contacto con chinches, garrapatas, ratas y cucarachas", expuso Ortega Tamayo, quien denuncia constantemente la situación hostil que padece su esposo y el resto de los presos políticos cubanos.
Indicó, asimismo, que, "en estos más de dos años solamente nos han dado derecho a 12 visitas familiares y tan solo 9 matrimoniales. Sin olvidar el hecho de las pocas llamadas telefónicas que le permiten. Todo esto de parte de esta dictadura cruel y asesina que se empeña en seguir enterrándolo lentamente y matándolo en vida".
"En este momento nos acompaña, no solamente al preso, sino también a nosotros en la familia, la incertidumbre, la ansiedad, la angustia, la tortura mental, el coraje, la frustración, entre otras cosas, que nos impiden descansar, vivir en paz, preguntándonos cómo estará, dónde estará, qué le habrán hecho, estará en huelga de hambre, estará golpeado, en qué condiciones lo tendrán", explicó Ortega Tamayo.
Ella, a nombre de la familia, hizo un llamado a la solidaridad internacional para que se mantenga "el apoyo y la denuncia sobre los abusos que sufre mi esposo en prisión". Además, responsabilizó a Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel de la integridad física y mental de Ferrer García.
"Tememos mucho por la vida de mi esposo, por lo que seguiremos exigiendo fe de vida, poder verle o escucharle, así como su libertad inmediata e incondicional, pues es inocente", concluyó.
El mismo día que le negaron la visita, el 6 de mayo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptó una resolución de seguimiento en relación con la situación de Ferrer García, alertando de la situación de riesgo que padece el prisionero político.
La CIDH exigió al Estado cubano que "implemente las medidas necesarias para asegurar que las condiciones de detención del beneficiario se adecúen a los estándares internacionales aplicables".