La máxima sentencia aplicada a Mayelín Rodríguez Prado por su participación en las manifestaciones pacíficas de Nuevitas, confirma el reconocimiento por parte del Gobierno del poder de la mujer como agente y motor del cambio en Cuba. Le asusta. La condena de 15 años de cárcel, mayor que la del resto de los procesados, así lo verifica.
En una sociedad cada vez más equitativa, es fundamental reconocer y valorar la fortaleza femenina. Las mujeres han enfrentado históricamente desafíos y obstáculos que han puesto a prueba su capacidad para resistir y superar adversidades, por ello es importante destacar que la fortaleza femenina no se limita a una fortaleza física, sino que también abarca aspectos emocionales, mentales y sociales. El régimen teme y reconoce esta fortaleza en la mujer, que la dota de la capacidad de regenerar y construir una nueva sociedad, libre, justa y equitativa. Ahí está el problema.
En su obcecación, no se ha dado cuenta o no quiere aceptar que tiene la batalla perdida, porque las mujeres sentimos empatía por nuestros semejantes, prestamos atención a los detalles, queremos ir de la mano del varón para construir puentes y cooperar, porque somos aglutinadoras y no excluyentes.
La aportación específica de la mujer podría llegar a resumirse en un solo aspecto: la sensibilidad por lo humano, que comporta la delicadeza en el trato, la generosidad y una capacidad peculiar para estar en lo concreto, conocer a las personas, acogerlas como son, quererlas por sí mismas y advertir lo que necesitan. Todo ello las define como el agente de cambio que puede regenerar la sociedad. Imbatibles.
La sentencia injustificada, injustificable e ilegítima es además un craso error.
¿Puede DDC entrevistar a los amigos, familia, novio, o vecinos de Mayelin? ¿puede DDC entregar preguntas a la presa para una entrevista desde la cárcel? ¿Cuáles son los nombres de los jueces que conforman el tribunal que la puso en la cárcel?
Esta injusticia al igual que la cometida contra Luis Manuel Otero Alcántara, debe ser denunciada hasta el cansancio, es monstruoso lo que le han hecho a esta niña. Y si, las mujeres en esta lucha han demostrado tener mas coraje que los hombres cubanos que solo son guapos de pipa de cerveza.
Quince años de prision en cualquier país del mundo, es una condena sólo aplicable a crimínales de la peor calaña. El delito de esta joven: filmar y publicar una protesta popular en Nuevitas ya de por sí, no constituye un delito en ningún país civilizado, aún cuando hubiera la intención de estimular a más revueltas. La dictadura le teme a las mujeres, pues al ser estas las que con mayor agobio sufren el día a día de penurias en la isla, el papel protagónico en las más recientes protestas ha sido más marcado y aunque la dictadura no distingue entre mujeres y hombres a la hora de reprimir, indudablemente se le hace más difícil ante la opinión internacional, tomar acción en contra de las féminas. Lo he mencionado en ocasiones anteriores; la gran explosión popular que pueda dar al traste con la dictadura va a tener como protagonistas a las hastiadas madres cubanas.
"La sentencia injustificada, injustificable e ilegítima es además un craso error". Pienso que es sobre todo una injusticia, un reflejo de la ausencia de un Estado de Derecho en Cuba, y una subordinación total del aparato judicial a los intereses del régimen.
La condena a esta valiente mujer fue excesiva, desproporcionada y tan injusta como injustas fueron las sentencias al resto de los procesados.