La Seguridad del Estado amenazó con encarcelar por impago de multas a Ángel Moya Acosta, expreso político de la primavera negra de 2003, y a su esposa, Berta Soler, líder del movimiento Damas de Blanco, tras detenerlos el pasado domingo, informó Moya Acosta en su perfil de Facebook.
Ambos opositores son detenidos casi todas las semanas por la Seguridad del Estado, y las autoridades les han impuesto multas que ellos se niegan pagar porque consideran que están políticamente motivadas.
"No le hemos pagado ni le vamos a pagar un solo centavo de multa a la Seguridad del Estado, puesto que han sido multas impuestas por razones políticas; por tanto, ni jurídicamente, ni moralmente, vamos a pagar un solo centavo de multa. Berta y yo estamos listos para ir a prisión el día que así lo decida la Seguridad del Estado", declaró Moya a Martí Noticias.
El ex prisonero político señaló que los arrestos fueron grabados a través de teléfonos móviles por miembros de la Seguridad del Estado y por las cámaras de vigilancia que apuntan contra la sede de las Damas de Blanco, donde se encontraban. Agregó que, estando detenido, el oficial encargado del operativo, quien se identificó como Damián, los amenazó con que podría sucederle lo mismo que a Maikel Osorbo, quien fue víctima de una brutal golpiza antes de ser encarcelado.
Moya y Soler fueron liberados a primera hora del lunes. El proceso se hizo por separado, pero en puntos cercanos a la sede de las Damas de Blanco, informó Moya.
Según Moya, anteriormente "estos mismos oficiales" les habían preguntado si ellos tenían pensado marcharse al exilio, a lo cual el matrimonio opositor siempre ha respondido que no tiene intención de abandonar la Isla.
El pasado domingo 16 de abril se cumplió el domingo represivo número 83 contra las integrantes de la organización femenina Damas de Blanco, fundadas durante la Primavera Negra, cuando fueron encarcelados 75 opositores y activistas en toda la Isla. En 2005, el movimiento fue galardonado con el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia que otorga el Parlamento Europeo.
La cárcel anula cualquier influencia que ellos puedan tener en la comunidad. La pareja se arma con una lista de los números de teléfonos de los vecinos del barrio, y encarcelar a la pareja sale muy caro para el totalitarismo. Parece que los activistas y opositores no se mueven mucho por los canales-modernos de las telecomunicaciones 🤔