Ana María García, madre de la presa política Brenda Díaz, consiguió hablar con ella tras casi dos meses de incomunicación, que denunció a la prensa independiente y en las redes sociales.
Brenda Díaz es la única persona trans encarcelada en Cuba por las protestas antigubernamentales de julio de 2021, conocidas como 11J. Fue condenada a 14 años y siete meses de prisión bajo los cargos de sabotaje, desórdenes públicos y desacato. Cumple su sentencia en la prisión para enfermos de VIH-SIDA Cuba-Panamá, en la provincia Mayabeque.
"Hice una directa denunciando a la prisión, que hacía dos meses que los teléfonos estaban rotos supuestamente por un rayo. Yo hice la directa y al otro día a las 8:00 de la mañana Brenda me estaba llamando", explicó García a Radio Martí.
La madre contó al medio estadounidense que su hija le dijo que las autoridades de la prisión habían habilitado "un solo teléfono", y que podrá llamar los miércoles.
García sostuvo que continuará denunciando la situación de incomunicación en que se encuentran los presos en el penal donde está recluida su hija.
"Dije que iba a seguir denunciando, que no entendía que en dos meses un teléfono no se pueda arreglar, que (los reclusos) eran personas que tienen VIH y necesitan estar comunicadas con sus familias, no solo Brenda, sino el penal completo", afirmó.
El pasado 9 de agosto, García denunció a DIARIO DE CUBA que llevaba más de 20 días sin poder comunicarse con su hija.
"Hace más de 21 días que no sé de ella. Supuestamente, en el penal están rotos los teléfonos. Cuando llamo el jefe no me contesta", contó a esta redacción.
Brenda Díaz fue sentenciada a 14 años de cárcel, inicialmente. En abril pasado le sumaron siete meses de condena por el cargo de desacato. El pasado mes de febrero denunció que fue golpeada en el penal por un oficial al que identificó como Frank; sin embargo, terminó siendo ella la acusada ante los tribunales.
Díaz ha estado aislada en varias ocasiones en celdas de castigo y no ha recibido adecuada atención médica para sus padecimientos de salud; además, está recluida en la sección de hombres de la prisión.
Pese a ello, y a declararse defensora de los derechos de las personas de la comunidad LGBTI, Mariela Castro Espín, afirmó en mayo pasado, durante la presentación de las XVI Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, que esta mujer trans se encontraba "muy bien" en la cárcel.
"Brenda está muy bien ahí... (Ella) no sabe que es una figura mediática que han inventado contra Cuba. Ni se ha enterado de eso", dijo entonces la directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual, al ser preguntada sobre las denuncias de abusos en prisión que habían realizado hasta el momento Díaz y su madre.
Ana María García denunció en conversación con DIARIO DE CUBA que todo lo que había declarado Castro Espín sobre su hija y ella era "mentira".
"Mariela Castro dijo que Brenda estaba mejor alimentada ahí en la prisión que sus familiares, cuando eso no es así, porque Brenda me ha contado sobre la falta de alimentos y la falta de medicamentos que ha sufrido en la cárcel", señaló García. Explicó que se indignó mucho en la jornada de ayer tras leer las palabras de Castro Espín y que pasó un día "bastante malo".
"Dijo que yo estaba feliz porque Brenda estaba recluida allí, que yo me sentía bien con eso; dijo que Brenda estaba feliz, superbien en esa prisión, cuando la realidad es que ella ha sido maltratada, tirada escaleras abajo, golpeada, ofendida, humillada, discriminada", añadió.