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11J

El régimen excarcela a Ángel Rolando Castillo, padre del manifestante del 11J Rowland Castillo

Castillo cumplía la condena de dos años que recibió en un proceso judicial exprés por su presunta coacción sobre un menor.

Madrid
Ángel Rolando Castillo, padre del manifestante del 11J Rowland Castillo.
Ángel Rolando Castillo, padre del manifestante del 11J Rowland Castillo. Diario de Cuba

Después de un año entre rejas, Ángel Rolando Castillo Sánchez obtuvo la libertad condicional a solo ocho meses de cumplir los dos años de privación de libertad impuestos el 18 de mayo de 2022 en el Tribunal de La Palma, municipio Arroyo Naranjo, La Habana.

Castillo Sánchez fue acusado por presuntamente coaccionar al menor de edad Giuseppe Belaunzaran Guada, quien confesó en una grabación en video que había sido sentenciado por manifestarse el 11J, pero no fue a prisión por tener un abuelo oficial del aparato represivo del régimen.

"De todas las veces que he estado preso, de esta sí me siento orgulloso", confesó Castillo Sánchez a DIARIO DE CUBA, quien no ha parado de pedir libertad para su hijo Rowland Castillo. Este último es uno de los menores de edad apresados y condenados por participar en las manifestaciones de la barriada de Toyo en Diez de Octubre.

Castillo Sánchez pasó la mayor parte de su internamiento en la prisión laboral de mediana seguridad Toledo 1, ubicada en Marianao. Antes de su liberación recibió cuatro pases para ver a su familia, otorgados cada sesenta días. También reveló que a los presos les habían reducido las porciones de comida y denunció que los mismos oficiales desvían alimentos.

"Nos hacen recuentos constantes que no nos dejan prácticamente ni descansar, a las 6:00AM, a las 10:00AM, a las 2:00PM, a las 8:00PM y a las 10:00PM. Además nos trancan las compañías y no nos dejan desplazarnos por el centro. No entiendo por qué tanto control si al final la mayoría de los que están presos ahí ya les falta poco para salir y a ninguno le conviene fugarse y, si lo fuesen a hacer, pueden hacerlo cuando salgan a trabajar o de pase", dijo Castillo Sánchez.

Las prisiones como Toledo 1 son conocidas como granjas. En estas se encuentran presos a punto de terminar sus penas, o los que han sido condenados por delitos menores y alternan el internamiento con trabajos sociales. Es común que estos reos se encarguen de pintar las señalizaciones de las calles o realicen trabajos en las empresas de comunales.

Otro aspecto que está causando incomodidad entre los reclusos son las negativas de Fiscalía ante las solicitudes de libertad condicional. "Si tú cometes una falta o una indisciplina, la libertad condicional te la niegan", explicó Castillo Sánchez. "Pero a muchos se las están negando sin haber cometido ninguna falta. Entonces lo que uno no entiende es por qué si la Fiscalía no está en contacto con los presos, son ellos los que deciden a quién darle la libertad condicional después de que la dirección del penal eleva y aprueba el cambio de medida. Eso ya tiene molesto a varios presos", añadió.

Rolando obtuvo la libertad condicional en la primera petición "porque en el tiempo que estuvo preso protestaba y se quejaba de las malas condiciones en las que permanecían todos los internos. Para que te respeten y te tomen en cuenta tienes que ponerte fuerte, de lo contrario te dejan para el final en todo".

Rolando también contó a esta redacción que a la hora de entrar de los pases, en ocasiones los oficiales les quitaban algunos de los insumos. "Cuando le hacíamos el favor a los familiares de otros presos de llevarles comida, los oficiales a veces no dejaban pasarlo y eso al final genera un problema con ese otro preso, porque se siembra la desconfianza en un ambiente donde la comida es fundamental. Yo vi que eso le pasó a otro compañero, el cual prefirió que le quitaran de su comida para que la que llevaba por encargo se quedara intacta", concluyó.

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