El 17 de julio de 2021, seis días después de las manifestaciones masivas del 11J, agentes policiales llegaron a la casa de la familia Martín Perdomo preguntando por los hermanos Jorge y Nadir. Los uniformados dijeron que los llevarían para una "entrevista" con el jefe de la Policía de San José de las Lajas. Nunca regresaron. 62 días después, Marta Perdomo volvió a hablar con sus hijos por teléfono, pero para verlos tuvo que esperar 103 días.
Hoy ella vive bajo acoso de la Seguridad del Estado y sus hijos esquivan trampas para empeorar su situación en prisión.
"Los muchachos salieron el 11J debido a las manifestaciones que hubo en el país completo", contó a DIARIO DE CUBA Marta Perdomo.
"Vieron por internet que las manifestaciones habían comenzado por San Antonio de los Baños y, al sonar de los calderos en cuadras aledañas, se sumaron a otras personas que venían juntas por la manifestación", recuerda la madre.
Nadir llegó a sus cuatro décadas en prisión, es licenciado en lengua inglesa y francés, fue profesor en las escuelas de enfermería e informática. Jorge, por su parte, tiene 38 años, es cibernético y profesor de programación. Según cuenta Marta, ambos son personas muy queridas en su barriada por el carisma y la afectividad hacia quienes les rodean.
"Durante la manifestación, a las únicas personas que los represores intentaron golpear fue a mis hijos. Hubo uno que cogió a Nadir por el cuello y le dijo 'tú no me conoces, pero ahora me vas a conocer'. Ellos quizás iban un poco al frente de la marcha, pero no eran líderes de nada", asegura la madre.
Jorge Martín Perdomo fue condenado a ocho años de privación de libertad bajo cargos de desorden público, atentado, doble desacato y propagación de epidemias. Nadir cumple seis años de cárcel por desorden público, desacato, atentado y propagación de epidemias.
"Ellos hicieron directas y dijeron que 'cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla'", una frase de Fidel Castro que en el contexto de las manifestaciones contra el Gobierno adquiría otro matiz. "Se señalaron mucho porque expresaron lo que sentían. En el juicio tampoco pudieron demostrarles nada diferente", asevera Marta.
Ante un poder totalitario como el del régimen cubano, el único método que tiene esta madre es pedir libertad para sus hijos y denunciar en las redes sociales los abusos a los que son sometidos. Por ello, la Seguridad del Estado constantemente la acosa, como a otras madres de presos políticos. Una de las tácticas que han utilizado las fuerzas represoras es la separación de los hermanos en reclusorios diferentes.
Dentro de los penitenciarios otros presos han puesto armas blancas entre las pertenencias de ambos hermanos para inculparlos de más cargos.
"En el tiempo que Nadir estuvo en Melena del Sur le pusieron una cuchilla debajo del colchón, pero le avisaron a tiempo, por suerte. Jorgito logró ver que le pusieron una cuchilla y por poco termina fajado. Esa vez me dijo que no denunciara. Al próximo mes le pusieron un punzón en el pantalón, y parece que llamaron rápido a formar y, cuando se puso el pantalón, lo sintió, pero lo pudo tirar sin que nadie lo viera. Entonces, yo hice la denuncia y no ha pasado nada más", afirma la madre.
"Yo estoy presa en San José de las Lajas. Para cualquier cosa que tenga que ir a La Habana prácticamente tengo que pedir permiso, porque si no la Seguridad del Estado me hostiga. Es injusto lo que nos está pasando porque yo no estoy haciendo nada malo, yo solo estoy pidiendo libertad para mis hijos. Ellos no cometieron delito alguno, mis hijos solamente salieron a pedir cambios y libertad para Cuba. Un país que está necesitando que haya cambio, vida y salud".
"Nuestros hijos todavía tienen tiempo para prosperar en la vida, criar a sus hijos con todas las cosas lindas que eso nos ofrece. Ellos, con la edad que tienen, pueden servir a la sociedad y al mundo entero. Si muero mañana, en mi tumba tiene que decir 'Libertad para Jorgito y Nadir'".
A las peticiones de libertad de la familia Martín Perdomo se ha sumado la Embajada de Estados Unidos en Cuba, repudiando las condenas.
"Hermanos, exeducadores, respetados miembros de San José de las Lajas: Jorge y Nadir Perdomo, condenados a ocho y seis años de prisión por protestar pacíficamente el 11J. Sin sentido. Todos los manifestantes del 11J merecen estar en casa con sus familias. ¿Presos por qué?", publicó en Twitter en abril del pasado año la embajada estadounidense, como parte de una campaña para visibilizar lo injusto de las condenas a los manifestantes cubanos.