"No se ha logrado nada positivo en relación a los derechos humanos con el PDCA (Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea [UE] y Cuba)", dijo a DIARIO DE CUBA Erik Jennische, director del programa para América Latina de Civil Rights Defenders (CRD).
Esta es una organización no gubernamental de campo internacional con sede en Estocolmo, Suecia, que trabaja en derechos humanos con especial atención a los derechos civiles y políticos. La reacción de Jennische parte de las declaraciones emitidas por el ministro sueco de Comercio Exterior, Johan Forssell, con respecto al PDCA.
En este sentido, Jennische considera que el tratado entre Bruselas y La Habana lo que ha hecho es "más bien dar legitimidad al régimen y financiar las organizaciones que lo apoyan". Sobre el origen de la postura del ministro sueco, Jennische dijo a esta redacción: "El pronunciamiento del ministro Forssell es el resultado del trabajo de muchos defensores cubanos que han visitado Bruselas y Estocolmo en los últimos años. Ambos, el Gobierno de centro-derecha de ahora y el Gobierno de centro-izquierda que gobernó el país (Suecia) hasta octubre el año pasado, han sido muy abiertos a escuchar a los cubanos demócratas".
El funcionario de CRD se mostró pesimista ante una posible revisión del PDCA: "No voy a darle demasiada importancia al pronunciamiento y al hecho de que Suecia preside la UE hasta 30 de junio. No significa que la UE realmente va a hacer una revisión".
"Lo que sí significa —continuó Jennische—, es que hay una creciente insatisfacción entre los estados miembros y en las estructuras de la UE, sobre los resultados del PDCA. El hecho de que el ministro Forssell diga: 'se puede afirmar que el acuerdo PDCA se aplica de forma provisional desde hace algo más de cinco años', es porque los moderados, el partido de Forssell, cuando votaron en favor del acuerdo en el 2017, prometieron revisarlo si no tenía resultados positivos después de cinco años."
"Sin embargo, para lograr un cambio real en la política de la UE hacia Cuba no es suficiente mostrar que no hay resultados positivos —indicó el funcionario—. Hay también que crear un consenso entre los gobiernos de la centro-derecha y los de la centro-izquierda de Europa de que hace falta otra política. Crear credibilidad para una política alternativa, y crear una visión donde la UE tenga un papel positivo y constructivo."
A modo de conclusión, Jennische sugirió: "Pedir una pausa en la implementación del acuerdo es una medida bien equilibrada, mientras se busca cómo utilizar el acuerdo para realmente promover un cambio. Si la UE cancela el PDCA, significa que no existirá ninguna política europea hacia Cuba. Si queremos un apoyo europeo para el cambio, lo vamos a tener que buscar dentro del acuerdo. Y hay mucho para hacer ahí si se lee bien".
Ese acuerdo tenia que haberse revisado antes, cuando menos despues del 11 de julio.