Nelva Ortega Tamayo, esposa del preso político José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), denunció este martes que las autoridades de la cárcel de Mar Verde en Santiago de Cuba le negaron el derecho a visita familiar al opositor.
Ortega explicó que, al llegar la familia al centro penitenciario, los llevaron hasta la misma oficina del área militar donde normalmente ocurren las visitas a su esposo. Allí la estaba esperando el jefe de Orden Interior para decirle que podía aceptar "la jaba con los alimentos y productos de aseo", pero que no se iba a dar la visita familiar.
Recordó que Ferrer "se mantiene bajo protesta hasta que le arreglen las comunicaciones" y que desde el pasado 6 de marzo le están negando las llamadas, una situación que también denunció Ortega Tamayo la pasada semana.
"Le están violando su derecho a esos diez escasos minutos semanales que bajo protesta le dieron por reglamento. Ni siquiera pudo llamar para decirnos la cancelación de la visita. No le han dado derecho para decir cómo está su situación de salud", dijo Nelva en un video compartido por la organización opositora en su canal de YouTube.
Desde que el 17 de marzo pasado Ferrer recibió la visita del arzobispo de Santiago de Cuba, nadie más lo ha podido ver. Ortega Tamayo menciona que en aquel momento el preso político estaba en ayuno, una protesta para reclamar "su derecho a la comunicación por vía telefónica” con su familia. El opositor dijo también que si no le devolvían sus derechos estaba dispuesto a comenzar "una serie de acciones de protesta pacífica".
"Estamos muy preocupados, no sabemos lo que está ocurriendo, el hecho de que nos hayan negado la visita familiar nos da a pensar muchísimas cosas y no siempre son las más positivas. Puede estar golpeado o que lo estén golpeando. Si delante de nuestro hijo lo hicieron de esa forma tan brutal, qué podemos esperar cuando nosotros no podemos escucharle o verle", expresó.
Ortega Tamayo, médico de profesión, dijo que solamente puede creer en las palabras de su esposo e insistió de que no va a cesar de exigir su libertad porque "es inocente".
"Mi esposo es un defensor de los derechos humanos que ha entregado la mayor parte de su vida a luchar por la libertad, por la democracia, por el bienestar y la prosperidad del pueblo cubano. Seguiremos responsabilizando de su integridad física y mental al dictador Raúl Castro y su títere asesino Miguel Díaz-Canel, así como a la Seguridad del Estado y a los verdugos del área penitenciaria", concluyó su mensaje.
José Daniel Ferrer fue uno de los encarcelados durante la ola represiva de 2003 conocida como "Primavera Negra" y también uno de los presos políticos a raíz de las manifestaciones del 11 de julio de 2021. Por sumarse a las protestas que tuvieron lugar en esa fecha en Santiago de Cuba, recibió una condena de cuatro años y 14 días, el tribunal consideró que no cumplió "los requisitos de limitación de libertad" establecido en una sanción impuesta en 2020.
A inicios de este año Ferrer aseguró que no piensa abandonar Cuba y que antes prefiere la muerte en prisión. "José Daniel Ferrer no se rinde, no abandona a sus hermanos en desgracia, y prefiero mil años en prisión, incluso la muerte, antes que pactar con la dictadura", dijo en otro de sus mensajes.