El periodista independiente Osniel Carmona Breijo fue detenido este domingo mientras realizaba entrevistas en la Feria Internacional del Libro de La Habana y liberado cinco horas después, informó el portal Cubanet, medio para el cual trabaja.
Las fuerzas represivas también buscaron por las cámaras de vigilancia a Alejandro Hernández Cepero, el otro periodista independiente que acompañó a Carmona Breijo en su trabajo, pero finalmente no pudieron arrestarlo.
Durante su detención, Carmona Breijo dijo que pudo constatar cómo mediante el sistema de cámaras instaladas en el Complejo Morro-Cabaña, son vigiladas las personas que se encuentran en la Feria del Libro, sin discriminar entre vendedores, trabajadores del recinto y visitantes, y cómo a algunas se las llevan detenidas.
El reportero señaló que, mientras estuvo detenido, pudo escuchar la conversación entre los agentes de la Seguridad del Estado, que debatían entre llevarse al periodista para Villa Marista y confiscarle sus equipos, o liberarlo por la repercusión que podía tener su detención durante el contexto de la celebración de un evento de carácter internacional.
Optaron por lo segundo. No obstante, le hicieron varias amenazas al reportero, como que podría ser procesado por el presunto delito de "propaganda enemiga".
"El colmo de los colmos es que me amenacen de propaganda enemiga, cuando ha sido el propio Gobierno el que ha establecido y permitido los inalcanzables precios de la Feria del Libro", criticó el reportero independiente.
Carmona Breijo expresó que por precaución borró todo el material que tenía en la tarjeta de la cámara, pero los agentes de la policía política se percataron y en represalia lo obligaron a restaurar su celular a su configuración original.
"Que yo hubiese formateado la tarjeta les molestó mucho y, en represalia, sin mediar la orden de decomiso establecida, me confiscaron la tarjeta con el pretexto de que ellos podían recuperar todos los archivos que yo había borrado. Para mostrar su poder, me hicieron restaurar de fábrica mi celular, de manera que perdí toda la información que tenía en él", lamentó Carmona Breijo.
El reportero les hizo saber que ''no estaba cometiendo ningún delito, porque, de haber sido así, hubiese sido trasladado hacia algún lugar de tránsito como (la cárcel de) el Vivac" y comenzarían un proceso judicial en su contra.
"También les expresé que no hay nada malo en que las personas conozcan cuáles son los precios, cómo se desarrolla la Feria del Libro, que digan —sin temor a represalias— qué opinión tienen", concluyó Carmona Breijo.
El régimen cubano ha obligado en los últimos tres años a exiliarse o abandonar su trabajo en medios independientes a más de una decena de reporteros. Tan solo en diciembre de 2022, el Gobierno obligó al exilio forzado a una decena de activistas y periodistas independientes, según el conteo realizado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.