El opositor Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), denunció que el régimen cubano detuvo a varios de los miembros de esta organización por un supuesto "envenenamiento de aguas de círculos infantiles", informa RadioTVMartí.
Hernández Carrillo, quien reside en el municipio de Colón, Matanzas, rechazó rotundamente las acusaciones contra sus compañeros, y afirmó que no apoya ni justifica de ninguna manera ese delito.
"Este hecho es grave y nos causa repulsa que nuestra organización, con una trayectoria civil y pacífica, sea acusada de sospechosa de tan espantoso crimen", dijo el opositor al portal estadounidense .
"Para ilustrar la gravedad de las imputaciones cabe recordar que a la luz de la reforma totalitaria del nuevo Código Penal, de por sí ya represivo, esta denuncia podría contemplar una muy larga condena e incluso la pena de muerte a estas personas", agregó el sindicalista, miembro del Grupo de los 75 disidentes condenados a largas penas de cárcel en la primavera de 2003.
Según RadioTVMartí, la organización Alternativa Democrática Sindical de las Américas (ADS), rechazó este jueves el acoso hacia la organización cubana a través de un comunicado de prensa.
"ADS en reiteradas ocasiones ha denunciado y rechazado antes las autoridades y los diferentes organismos internacionales la constante persecución y campaña permanente de desprestigio, persecución y violación de derechos humanos contra los compañeros de ASIC", señaló el documento.
ADS hizo un llamado a las autoridades cubanas, a los organismos internacionales y a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para que cesen estas violaciones y acoso constante contra los cubanos que desean organizarse al margen de la Central de Trabajadores de Cuba (única organización sindical legal en el país y controlada por el régimen).
En su más reciente informe, entregado a la OIT el pasado año, la ASIC documentó 3.271 violaciones sindicales del Gobierno cometido contra los trabajadores cubanos. La OIT ha pedido al régimen, en más de una ocasión, que legalice la ASIC y reconozca el libre sindicalismo.
Esto es muy serio, hacer tales afirmaciones conlleva pruebas. Increíble hasta dónde pueden llegar para desacreditar a opositores.
Únicamente un monstruo envenenaría las aguas de consumo de niños de círculos infantiles.
Únicamente un monstruo acusaria falsamente a miembros de una asociación sindical independiente de semejante crimen.
Esta noticia debe tener prioridad máxima de todos los cubanos dignos por tanto debemos descubrir de qué lado está el monstruo.