Michael Carey Abadin, joven cubano de 20 años con ciudadanía canadiense que fuera encarcelado por presuntamente manifestarse durante el estallido popular del 11J, salió de prisión en libertad condicional, informó el centro de información legal Cubalex.
De acuerdo con esa organización, la propia madre de Carey, Yvis Abadin, dio a conocer la noticia a la periodista independiente cubana Mónica Baró.
El joven, que tenía 19 años cuando fue detenido, acabó acusado y condenado a dos años de privación de libertad, una sanción que expira en mayo venidero.
"Michael fue detenido en julio de 2021 mientras estaba sentado en su cuadra con un amigo menor de edad. Lo acusaron de haber lanzado una piedra contra una patrulla que estaba en esa cuadra horas antes de su detención", recordó Cubalex.
La madre del joven alegó que dos individuos tiraron las piedras y salieron corriendo, pero fue a su hijo a quien la Policía detuvo.
"Él siempre negó haber sido el autor del hecho y la única prueba en su contra fue una supuesta prueba de olor a la piedra", agregó Cubalex.
Numerosos familiares de detenidos, así como activistas y grupos de derechos humanos han denunciado que en los procesos contra cientos de manifestantes arrestados durante y después de las protestas la fiscalía utilizó pruebas fraudulentas o manipuladas, además de condenar a casi un centenar de persona por el delito de sedición, lo que les acarreó duras sanciones.
En el caso de Carey, una vez detenido en el centro penitenciario Jóvenes de Occidente, sufrió una linfangitis para la que no recibió atención médica, denunció la ONG Prisoners Defenders.
Según contó Yvis en 2021, Michael también se contagió de Covid-19 en la prisión. "Ahora está amarillo, no se sabe si le afectó el hígado o si tiene hepatitis porque no lo han llevado al médico", denunció.
El director de la organización Democratic Spaces, el cubano-canadiense Michael Lima Cuadra, solicitó al Gobierno de Canadá que intercediera por la liberación de Carey Abadin. No trascendió si la Administración del primer ministro Justin Trudeau hizo alguna gestión a favor del prisionero político.
Michael Carey había terminado sus estudios en el Colegio Español en el verano de 2020 y se iba a reunir con su padre en Canadá antes de ser encarcelado. Estaba residiendo en La Habana Vieja junto a su madre cuando comenzaron las manifestaciones contra el régimen.
Según las declaraciones de su madre, el joven tenía previsto marcharse a estudiar a Canadá y poseía un billete de avión para ello, pero la cancelación de los vuelos por la pandemia del Covid-19 se lo impidió.
Cada historia de estos prisioneros del 11J es peor que la anterior.