Las prisioneras políticas cubanas Angélica y María Cristina Garrido pusieron fin a la huelga de hambre que iniciaron cinco días atrás junto a la también activista Lizandra Góngora, aunque dijeron que siguen plantadas en protesta por su encarcelamiento, informó Radio Televisión Martí.
Luis Rodríguez Pérez, esposo de Angélica Garrido, dijo tras visitarla en la prisión del Guatao, donde se encuentra recluida, que la encontró "muy debilitada" y casi no se podía sostener tras cinco días de inanición.
"Yo le llevé una sopita y se la tomó, pero afirma que no va a aceptar ningún tipo de alimento de la cárcel, solamente lo que le lleve su familia. Realmente, no era huelga de hambre lo que hacía, está plantada, es decir: rechazo a la comida del penal, no colchón, no uniforme de reclusa común, no convivir en destacamentos con internos que cometieron delitos", dijo el esposo de la prisionera política a Radio Televisión Martí.
Rodríguez Pérez dijo que la protesta de Garrido "se convirtió en huelga de hambre porque, al ponerla en celda de castigo, allí no le permiten la comida que le lleva su familia, nada más que la del comedor de la prisión, y como ella está rechazándola, pues, estaba en inanición voluntaria".
El cubano dijo que las autoridades del penal permitieron que él le llevara alimentos a su esposa. "Lo mismo hicieron con María Cristina, mandaron a la hija a verla. Está en el Hospital Nacional, parece que para separarlas. No tiene ninguna afección fuera de la debilidad. También tomó un poco de caldo que le llevó su hija", agregó.
No obstante, Rodríguez Pérez dijo no saber en qué situación se encuentra Lizandra Góngora, la prisionera política que firmó una carta junto a las hermanas Garrido anunciando que iniciarían una huelga de hambre.
Angélica y María Cristina Garrido fueron arrestadas el 12 de julio del pasado año y acusadas de liderar las protestas en Quivicán, Mayabeque. Por ese motivo fueron sentenciadas a tres y siete años de prisión respectivamente.
Lizandra Góngora, por su parte, fue condenada a 14 años de prisión por los presuntos delitos de "desórdenes públicos", "sabotaje", "robo con fuerza" debido a su participación en las protestas antigubernamentales.
Góngora es madre de cinco hijos, y desde su encarcelamiento ha denunciado numerosos maltratos, al igual que las hermanas Garrido, de las cuales Angélica sufrió recientemente una parálisis facial en la cárcel.
A inicios de septiembre una docena de organizaciones independientes cubanas exigieron la liberación de Lizandra Góngora, las hermanas Garrido, y el resto de las mujeres encarceladas en Cuba por participar en las protestas del 11J, que superan el medio centenar.