El artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara se comunicó con sus familiares desde la prisión de Guanajay tras más de un mes castigado sin llamadas telefónicas por la divulgación de un mensaje enviado al pueblo cubano el 18 de mayo, días antes del comienzo del juicio en su contra.
Los administradores de su cuenta de Twitter informaron este jueves que el artista realizó una llamada telefónica con sus familiares, en la que les comunicó que "no está muy bien de ánimo" y que "sigue exigiendo su libertad sin condicionamientos".
Según la información divulgada por la cuenta de Twitter de Otero Alcántara, el artista dijo que vio al rapero cubano Maykel Osorbo durante el juicio al que ambos fueron sometidos a finales de mayo, con un pie en mal estado debido a un grano. Añadió que desconoce si fue atendido.
Este miércoles la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional denunció que Otero Alcántara llevaba más de un mes sin poder comunicarse telefónicamente desde prisión y exigió su liberación y la de los demás presos de conciencia en Cuba.
La pasada semana, las autoridades permitieron a los familiares de Otero Alcántara visitarlo en prisión. Tras el encuentro con el prisionero político informaron que este permanecía incomunicado, sin poder sacar de la cárcel dibujos ni cartas.
Según explicó la integrante del MSI Yanelys Núñez a DIARIO DE CUBA, Otero Alcántara fue castigado con la suspensión de las llamadas telefónicas durante un mes, por una grabación del artista que divulgó Claudia Genlui en su muro de Facebook el 18 de mayo.
En la grabación, que fue la primera de su voz desde que fue encarcelado el 11 de julio de 2021, Otero Alcántara agradeció la solidaridad que ha recibido y pidió a quienes lo apoyan que no lo dejen solo.
También contó que la Seguridad del Estado le ha dado a escoger entre el exilio y siete años de cárcel.
El artivista fue juzgado finalmente los días 30 y 31 de mayo, cuando le faltaban dos meses para cumplir un año de encarcelamiento. En este tiempo ha realizado varias huelgas de hambre que han deteriorado su salud. Una de las secuelas de las protestas es el problema de visión que continúa padeciendo.