Erika Guevara Rosas, representante de la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional para Las Américas, denunció este miércoles que el régimen cubano tiene al artista Luis Manuel Otero Alcántara incomunicado en la prisión de Guanajay, donde espera su sentencia tras ser juzgado a finales de mayo.
"Luis Manuel Otero Alcántara, preso de conciencia de Miguel Díaz-Canel, ni siquiera puede hablar con su familia desde la cárcel, la que nunca debería de haber pisado", denunció Guevara Rosas en Twitter.
Además, la representante de Amnistía Internacional exigió su "inmediata e incondicional liberación, y la de todas las personas presas por ejercer sus derechos" en Cuba.
Los administradores de la cuenta de Twitter del líder del Movimiento San Isidro (MSI) informaron este miércoles que el artista no llamó a ninguno de sus familiares, lo que es su derecho, por lo cual supusieron que debe "seguir castigado por haber sacado el audio del 18 de mayo".
Por último, el tweet publicado en el perfil de Otero Alcántara dijo que aún no se conoce su sentencia, tras ser juzgado a finales de mayo junto al rapero e integrante del MSI Maykel Osorbo.
La pasada semana las autoridades permitieron a sus familiares visitarlo en prisión, quienes tras el encuentro con el prisionero político informaron que este permanecía incomunicado, sin poder sacar dibujos ni cartas.
Según explicó la integrante del MSI Yanelys Núñez a DIARIO DE CUBA, Otero Alcántara fue castigado con la suspensión de las llamadas telefónicas durante un mes, por la grabación suya que divulgó Genlui en su muro de Facebook, el 18 de mayo.
En la grabación, que fue la primera de su voz, desde que fue encarcelado el 11 de julio de 2021, Otero Alcántara agradeció la solidaridad que ha recibido hasta el momento y pidió a quienes lo apoyan que no lo dejaran solo.
También contó que la Seguridad del Estado le ha dado a escoger entre el exilio y siete años de cárcel, durante los meses que ha permanecido en prisión, sin haber sido sometido a juicio.
El artivista fue juzgado finalmente los días 30 y 31 de mayo, cuando le faltaban dos meses para cumplir un año de encarcelamiento. En este tiempo ha realizado varias huelgas de hambre que han deteriorado su salud. Una de las secuelas de las protestas es el problema de visión que continúa padeciendo.