El pasado fin de semana el anciano de 83 años Ángel Pacheco Soublet se suicidó en Las Tunas luego de recibir una multa de 4.000 pesos por vender viandas en una carretilla, informó la cubana Maricela Peña, quien se identifica como Mari Rio Chico, a través de Facebook.
Al no tener dinero para pagar la sanción, Pacheco Soublet decidió terminar con su vida. Este señor se dedicaba a vender frutas y vegetales para ayudar a mantener a su esposa, quien permanece postrada en una cama, y a su hija, que la cuida.
"Esto es un llamado sobre todo al corazón, (...) pónganse la mano en el corazón esos inspectores cuando vayan a poner una multa. Vean la situación social en la que estamos. Mira en lo que nos convertimos, lejos de sumando, estamos restando", dijo Peña.
En la publicación, Peña mostró al menos cuatro medallas entregadas a Pacheco Soublet por sus servicios como combatiente en Angola y un reconocimiento por su "activa participación en las actividades comunitarias de la circunscripción".
El 29 de marzo de 2021, en Mayarí, Holguín, un joven también se suicidó tras recibir una multa de 7.000 pesos por vender plátanos.
El Gobierno y sus inspectores estarían persiguiendo las actividades privadas, principalmente enfocadas a la supervivencia, con más saña de lo que lo hicieron durante el llamado "Período Especial" de los años 90.
El Código Penal impuesto recientemente por el Gobierno cubano aumenta el límite mínimo del marco sancionador por la "actividad económica ilícita" que se desarrolle como alternativa a la menguante oferta del Gobierno.
Comemierda y cobarde hasta el fin, ya que decidió matarse al darse cuenta de la clase de mierda por la que vivió y mató por lo menos haberse llevado a un par de esbirros con él.
Muy bien dicho.
No es la multa es el karma de este mercenario, seguro que su familia va el 26 de julio a celebrar a la tumba de el satan fidel, se merecen lo que han sembrado.
la primavera arabe rompio precisamente por una multa a un vendedor ambulante que se prendio candela
El desgobierno cubano ha utilizado siempre a los ciudadanos a su conveniencia y luego los desechan como trapos sucios.
Yo siento piedad por ese hombre, tal vez porque ya era un anciano y estaba pagando en vida todo lo mal que pudo haber hecho. Que Dios le perdone y lo acoja en su seno.
Que pena Pacheco que tuviste que terminar tu vida de esa forma después de servir como mercenario en Angola.A cuantos niños Angolanos Pacheco dejó huérfanos,a cuántas madres Angolanas Pacheco les mató sus hijos.
Pobre Pacheco.