Las autoridades de la cárcel de máxima seguridad de Guanajay, en la provincia de Artemisa, intimidan a los presos del 11J para que asistan a actividades de "reafirmación revolucionaria" programadas en el penal, informó el sitio Martí Noticias.
Los que se niegan, son escarmentados con la restricción de sus llamadas telefónicas, suspensión de visitas familiares y hasta con castigos corporales.
"Nos obligan a asistir a actos políticos que hacen aquí mismo, en la prisión. Están filmando cada vez que bajamos al patio a esos actos e imagino que sea para divulgar esos videos a la opinión pública exterior y mostrarlos como que nosotros, los del 11J, estamos arrepentidos", denunció el preso político Oriandy Oviedo Acosta, condenado a 16 años por su participación en las protestas antigubernamentales.
Amnistía Internacional y otras organizaciones internacionales de derechos humanos han solicitado al régimen cubano que permita a sus observadores entrar al país para constatar el cumplimiento del debido proceso en los juicios y las condiciones de los centros penitenciarios.
"Aquí hubo un momento que toda la compañía se plantó para no colaborar con esas farsas, pero vinieron los guardias y nos cayeron a golpes a todos. Muchos han tenido que bajar obligados a esos actos, a decir 'Patria o Muerte', cuando realmente hay más muerte que patria", recalcó el prisionero político.
Por otra parte, familiares de la presa política Aymara Nieto Muñoz permanecen desde hace casi un mes sin noticias acerca de su situación en la prisión de mujeres de Manatí, en la provincia Las Tunas.
Su esposo, el opositor Ismael Boris Reñí, quien en marzo pudo verla, dijo que hasta el 25 de abril tiene suspendidas las llamadas telefónicas y que debido a la incomunicación no han podido corroborar si permanece aún en celda de aislamiento.
Según ha dicho el esposo en otras ocasiones a Radio Martí, a la Dama de Blanco le fueron suspendidas las llamadas telefónicas por dos meses a partir del 25 de febrero y al mismo tiempo fue llevada por tiempo indefinido a una celda de castigo por denunciar violaciones de derechos humanos que se cometen en esa prisión.
La Dama de Blanco y activista de la Unión Patriótica Cuba está cumpliendo desde 2018 una sentencia de cuatro años de privación de libertad por los delitos de atentado y daños a la propiedad.
En 2020, fue traslada a una cárcel de mujeres en la provincia Las Tunas, a más de 600 kilómetros de su familia, tras ser culpada de promover un motín en la prisión del Guatao, en La Habana.
El pasado 7 de febrero, Nieto Muñoz fue sometida a un nuevo juicio por "desorden público en un centro penitenciario", en el que la encontraron culpable de promover la revuelta entre las reclusas y recibió otros cinco años de prisión, una sentencia que está siendo apelada.