La activista cubana Anamely Ramos convocó a una protesta pública para este viernes a las 5:30PM frente a las oficinas de la compañía American Airlines en Miami.
Ramos pidió que quienes acudieran a la manifestación llevaran como símbolo una maleta en protesta por la actuación de la aerolínea estadounidense, que le impidió abordar un avión con destino a Cuba el miércoles.
La profesora de arte y miembro del Movimiento San Isidro (MSI) reivindicó su derecho "a regresar a Cuba y la libertad de los presos políticos".
Según Ramos, está previsto que los participantes en la protesta permanezcan frente a American Airlines en vigilia hasta la noche.
"La aerolínea dice que tiene un protocolo que acatar. Es inadmisible que una aerolínea americana acate simplemente lo que dice un Gobierno, que además es una dictadura. El Estado cubano está violando mis derechos humanos y la aerolínea debe respetar eso por encima de todo, por encima incluso de su protocolo", dijo la curadora de arte de declaraciones a la prensa local en Miami.
El miércoles 16 de febrero, Ramos pretendía entrar a su país de origen, donde tiene residencia activa, y la aerolínea estadounidense American Airlines le impidió abordar el avión a Cuba por órdenes del Gobierno de la Isla. Esta orden gubernamental, que muchos consideran una aberración, no viola la política migratoria cubana, pero ataca derechos constitucionales.
El Artículo 41 de la Constitución vigente en Cuba y refrendada en 2019 por el 89% de la población, según cifras oficiales, sostiene que "el Estado cubano reconoce y garantiza a la persona el goce y el ejercicio irrenunciable, imprescriptible, indivisible, universal e interdependiente de los derechos humanos, en correspondencia con los principios de progresividad, igualdad y no discriminación. Su respeto y garantía es de obligatorio cumplimiento para todos".
Uno de estos derechos, recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la que el Estado cubano es signatario, es el derecho a la libre circulación. La Constitución cubana lo reconoce en su Artículo 52, que establece que "las personas tienen libertad de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio nacional, cambiar de domicilio o residencia, sin más limitaciones que las establecidas por la ley".
Y es la Ley No 1312 de 1976, Ley de Migración, modificada por el Decreto- Ley 302, del 11 de octubre de 2012, la que avala la prohibición de Ramos de entrar a Cuba y atenta contra postulados constitucionales.
Tras acaparar atención de los medios locales en el Aeropuerto Internacional de Miami el miércoles, Ramos se desplazó al restaurante Versailles. Allí ha recibido la solidaridad de políticos locales y exiliados cubanos, así como declaraciones de apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, y de organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y PEN América.
Conociendo a mi gente de Miami, a muchos de esos que irán a la marcha, ya quisiera verles sus caritas si a AA le da por anunciar de pronto que a los 10 primeros que lleguen a su oficina con maleta en mano les va a obsequiar un billete de cortesía a Varadero por una semana con los gastos de hotel incluidos.
¡Psh! No hay que ser ningún advenedizo para saber la irracionalidad de esta convocatoria.
La aerolínea AA no es culpable ni cómplice del gobierno de la Habana. Si Anamelis tiene tanto apremio en querer viajar a la isla: ¿por qué con el reembolso de AA no compra un billete a otra aerolínea y lo intenta?
Que sepa que ella no ha sido el primer residente cubano ni será el último al que el régimen de la Habana le impida arbitrariamente ingresar al país. Algo similar ha ocurrido a varios compatriotas a quienes otras aerolíneas en su momento no les ha permitido abordar sus aviones por esta aberrante decisión violatoria de sus derechos y nunca miré tantos aspavientos.
A lo que en escena pasará hoy en este show mediático, estoy seguro que será del disfrute total de los que a un poco más de 90 millas de Miami no le han permitido viajar.
A esos son a los que ella tiene que reclamar.
Pa’yá vamo!!!