La Embajada de Cuba en Buenos Aires contrató una banda de músicos para acallar a los cubanos que fueron a protestar frente a la sede diplomática el pasado viernes, cuando se cumplían siete meses de las históricas protestas del 11 de julio, denunció la organización Cubanos en Argentina por la Libertad (CAL) en sus redes sociales.
En una declaración realizada por la organización tras el suceso, los cubanos narraron que al llegar frente a la sede diplomática "comenzó a tocar una banda de músicos contratados por la Embajada para acallar nuestras voces, para de forma simbólica doblegar nuestra voluntad".
No obstante, los cubanos afirmaron que los representantes del régimen "son esclavos de nuestra voluntad y de nuestra firmeza, porque todo lo planifican para contrarrestar nuestro mensaje. Son esclavos de nuestras decisiones de manifestarnos y además son movidos por esa simple voluntad destructiva, sin convicciones, por el simple poder de la violencia simbólica".
A pesar de la situación creada por la contratación de la banda, los cubanos que fueron a manifestarse fuera de la Embajada se mantuvieron gritando "Patria y Vida", "SOS Cuba", "Abajo la dictadura" y "libertad para los presos políticos", entre otras frases, cada vez que los músicos argentinos hacían una pausa.
"Toda esa escena es la mejor metáfora, el mejor símbolo de la realidad en Cuba, voces que son aplastadas por una maquinaria totalitaria que siembra el desierto para que solo vibre su voz, que no tiene dirección sino la búsqueda de la supervivencia por medio violentos y mecanismo de chantaje y control", dijeron los miembros de CAL en el comunicado.
"Los bombos, las trompetas y todas esas pobres personas detrás de esas múltiples máscaras propiciaron una vez más la triste escena de violencia simbólica a la que intentan someternos y a la que someten unos militares y unas familias sin escrúpulos a todo un pueblo", añadieron.
Finalmente, los cubanos pudieron realizar su protesta, aunque con un poco de atraso, pues la Embajada solo contrató a los músicos por una hora y tras la retirada de estos aprovecharon para cantar el himno nacional, leer poesías y ofrecer información sobre los presos políticos.
Entre los presentes en la protesta se encontraba el violinista cubano Luis Alberto Mariño Fernández, quien denunció que los músicos fueron contratados por la Embajada para silenciar a los manifestantes "en otra de sus formas de violencia".
El propio Mariño Fernández ha sido uno de los impulsores de las protestas contra el régimen cubano en Argentina desde que comenzó a tocar el violín frente a la Embajada cubana durante la huelga de San Isidro.