El prisionero político Luis Robles Elizástegui, detenido tras manifestarse con un cartel en La Habana el 4 de diciembre de 2020, denunció torturas físicas y psicológicas en la prisión en una llamada telefónica que realizó al opositor Ángel Moya Acosta.
"Tuve unos meses muy difíciles, con la policía arriba de mí todo el tiempo, con torturas psicológicas. Me encadenaban sin razón, por gusto. Por hablar con la oposición me ponían en celda de castigo para evitar que me comunicara", dijo en conversación, grabada y publicada por Moya Acosta en su perfil de Facebook.
"Me encuentro preso en el Combinado del Este, cerca de cumplir un año. Todavía no se me han hecho juicio, no me han dicho nada, no sé qué piensan hacer conmigo", declaró el joven en la llamada realizada a la sede de las Damas de Blanco el jueves pasado.
Sobre "encadenamientos" que ha padecido, Luis Robles dijo que "consiste en la sujeción mediante un sistema de esposas que les llaman 'shakiras', una cadena que te rodea la cintura y de las que salen otras que atan manos y pies. Me dejan horas así en un cuarto, de pie, sin permitir que me siente".
Robles también denunció estar rodeado de "chivatones" o presos comunes que a cambio de beneficios carcelarios delatan el comportamiento de otros reclusos a los guardias del penal y a la policía política. "Los castigos que me han impuesto muchas veces es por culpa de estos chivatones que les cuentan a los policías las cosas que uno habla o lo que haces", relató.
Por otra parte, denunció las vejaciones a las que ha sido sometido: "Te desnudan delante de otros presos, te mantienen horas encadenado sin motivo. Yo he estado hasta en cinco ocasiones en celda de castigo".
"Las dos últimas ocasiones me llevaron por hacer denuncias públicas sobre las violaciones de los derechos humanos que aquí se cometen. En la última ocasión me dejaron sin comer tres días", aseguró Robles.
Robles cumplió un año de cárcel este 4 de diciembre por pararse, en el Boulevard de San Rafael de La Habana Vieja, con un cartel en el que pedía el cese de la represión y la liberación del rapero contestario Denis Solís, miembro del Movimiento San Isidro, actualmente fuera del país.
En octubre, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas concluyó que el arresto y encarcelamiento de Solís y Robles califican como detenciones arbitrarias.
La Fiscalía pide para Robles una sanción conjunta de seis años de cárcel por los supuestos delitos de "propaganda enemiga y resistencia" . Su juicio estaba programado para 16 de julio pasado en el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre, pero fue suspendido a raíz de las protestas pacíficas que comenzaron el día 11.
En el video que circuló por las redes sociales puede verse claramente que Robles no se resistió en ningún momento al arresto. También puede verse, y claramente, el apoyo de los cubanos allí presentes.
Este apoyo, sin embargo, no impidió su detención. Robles fue conducido hasta una patrulla. Ningún policía lo empujó, porque él no oponía resistencia. Y esa es la última imagen en libertad de Robles, al montar en un carro patrullero frente al Capitolio de La Habana.
Según análisis de abogados familiarizados con el sistema judicial del régimen, consultados por DIARIO DE CUBA, el proceso penal contra Luis Robles apunta a una estrategia política de disuasión.
Parece que fue ayer que uno vio en DDC la foto de este cubano con un cartel pidiendo la libertad de Denis Solís. Pero para Luis Robles ha sido una eternidad bajo torturas y abusos en la cárcel. Ya Solís ni siquiera está en Cuba y este hombre sigue preso, arbitrariamente, como declaró la Comisión de DDHH de la ONU. ¿Habrá que preguntarle a Silvio Rodríguez si el imperialismo obliga al régimen a hacer esto? ¡Patria y Vida!