Back to top
Represión

Padres de menores cubanos detenidos tras el 11J: 'Mis hijos no son bandoleros, no son de problemas'

Jonathan Torres, Emiyoslan Román, Brandon David y Rowland Jesús Castillo llevan meses en prisión tras las protestas pacíficas.

La Habana
Jonathan Torres, Emiyoslan Román, Brandon David y Rowland Jesús Castillo, menores cubanos detenidos.
Jonathan Torres, Emiyoslan Román, Brandon David y Rowland Jesús Castillo, menores cubanos detenidos.

"Todavía no he tenido contacto con ellos, no he podido verlos desde ese entonces. Me llaman por teléfono y me dicen que están bien, pero sé que es mentira. Mis hijos no son bandoleros, no son de problemas. Ya el 14 de octubre se cumplen tres meses y no los he podido ver a ninguno"dijo al medio argentino Infobae Emilio, padre de Emiyoslan Román Rodríguez, uno de los menores detenidos en Cuba tras las protestas pacíficas del 11 de julio en La Habana.

Emilio tiene además a otros dos hijos presos tras el 11J. "Cuando se los llevaron los tenían incomunicados, no me dejaron verlos y nunca los he visto; Emiyoslan cumplio sus 18 años en la prisión. Tengo contacto telefónico con ellos, pero muy poco con Emiyoslan. Hablo más con los otros tres".

Emiyoslan Román Rodríguez fue detenido el 14 de julio junto con su hermana Mackyanis, de 23 años, su hermano Yosney, de 25 años, y su primo Odlanier, de 22 años. La Policía ingresó a las 6:00AM de ese día al domicilio de la familia en La Güinera, sin una orden judicial, y se los llevó esposados. De allí fueron llevados al Departamento Técnico de Investigaciones 100 y Aldabó y permanecieron en dicha instalación incomunicados hasta el 22 de julio, cuando fueron trasladados, sin juicio, a distintas prisiones, detalló Infobae.

Los tres jóvenes participaron de la manifestación del 11J y sufrieron en carne propia la represión de las fuerzas de seguridad. "Sí, mis tres hijos participaron en la marcha, de los tres sale un video protestando. A la hembra le dieron una pedrada y a Emiyoslan un tiro de goma en el pie". Y al ser consultado sobre las condiciones de su detención, respondió: "De la condición no se nada porque apenas podemos hablar, solo me dice que está bien pero no hemos podido hablar de eso".

Según Infobae, el caso más delicado es el de Jonathan Torres, de 17 años, debido a su estado de salud. El joven sufre una hipertrofia en el ventrículo izquierdo del corazón, producto de la hipertensión arterial que le requiere tomar una medicación todos los días para controlar la presión en su sangre. Torres no tiene acceso a su medicación desde el día de su detenciónel 13 de agosto, en La Habana. Su madre, Bárbara, está extremadamente preocupada por esta situación.

"Todo el que sepa un poquito sobre presión sabe que es un padecimiento bastante grave. Están jugando con la vida de mi hijo, la están poniendo en peligro. Mi hijo ya cumplió un mes y medio desde que no tiene medicamentos", dijo su madre. Sumado a esto, se le generó una otitis en el oído que se le está infectando, lo cual podría empeorar su estado. Sin embargo, al llevarlo a la enfermería, "no le pudieron dar nada puesto que no hay nada para darle. No me lo quieren llevar a un hospital ni me lo medican", agregó.

Torres estuvo 15 días detenido en la estación de Policía de Acosta, de La Habana y luego fue trasladado a la prisión Jóvenes de Occidente para esperar allí el cambio de medida cautelar o el comienzo del juicio. Pero el 27 de septiembre fue conducido hacia la compañía número 5, donde permanece con adultos que ya han sido juzgados.

"Esto supone no sólo una violación de la Convección de los Derechos del Niño, sino también de las reglas mínimas para el tratamiento de reclusos", explica Camila Rodríguez, abogada de la ONG Justicia 11J, a Infobae.

Jonathan, además, está esperando un hijo junto a su pareja, que transita su octavo mes de embarazo. Y mientras siga detenido a la espera de juicio no se le permitirá ni ver a su hijo ni inscribirlo en el Registro Civil como propio. "Tiene que esperar a que le hagan juicio o a que salga a la calle para entonces poder inscribir al niño. No sé, es bastante incierto qué es lo que puede suceder a partir de estos momentos. Otro derecho más que se está violando: que no pueda inscribir a su bebé ni pueda estar en un momento tan especial para él", dijo Rodríguez.

"Esto es tortura psicológica"

Brandon David Becerra Curbelo fue detenido el 16 de julio a las 2:30PM cuando se encontraba en un restaurante en la esquina de su casa en La Habana junto a su hermano de 12 años. En ese momento “llegó una patrulla y un bus. Lo esposaron, le quitaron el móvil y se lo llevaron. Mi otro hijo es el que viene corriendo y me cuenta", dijo Yanaisy, su madre, a Infobae.

Desde ese entonces se encuentra detenido en la Prisión de Jóvenes de Occidente en El Guatao bajo el cargo de "desorden público". A Brandon no le permiten recibir visitas. Está autorizado a hacer dos llamadas por semana y su madre le lleva cada 15 días "alimentos, elementos de aseo y medicamentos".

La situación se volvió más delicada a partir del 13 de agosto cuando le informaron a su madre que Becerra había dado positivo en un test de Covid-19. Ese día su madre hizo un descargo en su perfil de Facebook en el que criticaba a las autoridades por el hecho de que no le permitían verlo, en teoría, por los cuidados necesarios por la pandemia y aun así se contagió de Covid-19.

La situación de Becerra se agravó ya que al delito de "desorden público" se le agregó el de “propagación de epidemia”, y esto puede ser utilizado por el régimen como una excusa más para mantenerlo en custodia.

El día 28 de septiembre se le denegó por segunda vez el cambio de medida cautelar, lo que indica que el joven permanecerá en la cárcel bajo las mismas condiciones que hasta ahora. "Mi hijo solo tiene desorden público y propagación de epidemia. No cometió ningún acto violento ni perjudicó ni atacó a nadie, no comprendo tal injusticia. Tiene 17 años, esto es tortura psicológica", dijo su madre.

Rowland Jesús Castillo Castro también fue detenido el 16 de julio, cuando salía de la casa de un amigo en el municipio 10 de Octubre, de La Habana, luego de festejar un cumpleaños y fue interceptado por una patrulla que "se les tiró arriba, casi me lo mata". Acusado de "desorden público" y "atentado" por participar en la marcha del 11J, estuvo incomunicado durante 15 días y, en ese tiempo, pasó por la Unidad Policial de Aguilera y luego fue trasladado al Departamento Técnico de Investigaciones 100 y AldabóHoy se encuentra detenido en la Prisión de Jóvenes de Occidente, al igual que Brandon Becerra Curbelo.

Su madre, Yulinela, contó a Infobae su desesperación por volver a ver a su hijo y por no saber cómo se encuentra. "No se lo puede visitar, solo se le lleva alimentos todas las semanas. Dos veces a la semana él me llama de un teléfono público a mi celular y me dice que está bien, pero no puede hablar más que tres minutos". Las condiciones en las que se encuentra recluido Rowland son tan precarias que el joven se ha contagiado sarna por la falta de higiene y por dormir todos los días en un colchón sucio y sin sábanas, dado que no le permiten cambiarse ni su su ropa, ni la sábana ni la toalla.

Rowland tiene un hijo de un año al que no le permiten ver y que ha quedado bajo el cuidado de su madre, que además de tener que cuidar a la criatura y encargarse de reclamar por la liberación de su hijo, es paciente de leucemia. "Esto es desesperante, no tengo esperanza de que salga por lo que me dicen ellos. Mi hijo no tiene antecedentes penales, tiene un buen comportamiento social, estudia en la Escuela Nacional de Deportes Manuel Fajardo y es atleta de alto rendimiento de lucha libre. Además tiene un bebé de solo un año, que lo necesita".

Camila Rodríguez, de la ONG Justicia 11J dijo que "hemos estado al tanto, de manera preferencial, de los casos de los y las menores de 18 años, precisamente por la vulnerabilidad que suponen en el escenario de violaciones del debido proceso y de los derechos humanos que acá cada día se hacen más frecuentes. En ese sentido, hemos alertado sobre la necesidad de acompañamiento psicológico de estos menores, que se enfrentan por primera vez, a tan corta edad, a procesos de investigación penal y a la vida en reclusión".

Por otra parte, el hecho de que en Cuba la responsabilidad penal se adquiera a los 16 años y no a los 18 hace que los casos de las personas que están dentro de esta franja etaria merezcan especial atención ya que, si bien tienen responsabilidad penal, siguen siendo considerados menores de edad y cuentan con los derechos que esto trae, como la presencia de los padres durante los interrogatorios y la comunicación frecuente con sus familiares, apuntó Infobae.

Rodríguez, afirmó que "hemos podido constatar que nada de lo entendido como garantías para los menores de edad ha sido respetado (ahí se incluye también la presunción de inocencia), en los casos que hemos seguido, o a los que hemos acompañado”.

Archivado en
Más información

1 comentario

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Los paganinis de la diáspora cubana mandan dinero para los abogados de los presos y para pagar las descomunales multas. Los presos y las multas son negocios para generar dólares para la Mafia Roja. Ellos inventaron el ordeñamiento económico para ordeñar la diáspora.