Supongo que algo así sucedió: La elite de poder militar los convocó y les dijo: "Ustedes, a quienes hemos investido de jueces, abogados y fiscales, dígannos con urgencia qué podemos hacer ahora que las protestas no solo crecen dentro de la Isla, sino que también los cubanos en el exterior han convertido las redes sociales en un Escambray digital".
Y los complacientes funcionarios respondieron: "Convirtamos en extraterritorial nuestro Código Penal". Y todos saltaron de entusiasmo ante semejante despropósito.
Después de todo, se trataba solamente de elevar a ley lo que se venía haciendo hacía tiempo en la práctica. ¿Acaso no monitorean de forma sistemática a los cubanos residentes en el exterior y, si no les agrada lo que piensan y dicen, los castigan negándoles el regreso a la patria, deteniéndolos en alguna visita o negándoles luego la salida de Cuba para retornar a los países donde residen? ¿No fue eso lo que hicieron hace poco con una joven periodista que regresaba de una beca en Costa Rica y con otro cubano que vive en Uruguay? ¿No han intentado antes secuestros y asesinatos de disidentes en terceros países? ¿No han infiltrado espías en organizaciones de exiliados en el exterior?
Lo nuevo aquí es el desparpajo. Antes lo habían hecho de forma aislada, sin mucho alboroto, con algún emigrado que visitaba la Isla. Ahora declaran oficialmente que el Código Penal —racionalización jurídica de todas las violaciones de derechos humanos en Cuba— tiene alcance extraterritorial. Pero, ¿no habían repetido hasta el cansancio que la Ley Helms-Burton era inaceptable precisamente porque — a su juicio— pretendía ser extraterritorial?
¿Qué significa esto? Cualquier cubano, en cualquier lugar del planeta y aunque tenga otra ciudadanía, será vigilado, juzgado en ausencia y ¡sancionado! por "delitos" que pueden ser el simple ejercicio de las libertades de opinión, asociación, expresión, y cualquier otra. Derechos que están protegidos constitucionalmente en los países donde residen, pero que constituyen delitos en Cuba, en especial si se ejercen en contra de la ideología oficial.
La ley, en su extraterritorialidad, otorgará al Estado cubano la potestad "legal" de espiar y vigilar en otros países a los emigrantes así como perseguirlos y sancionarlos ¡en ausencia!
Veamos. La extraterritorialidad represiva, que antes ejercían de hecho pero ahora se declara de manera formal, hace a los cubanos susceptibles de ser condenados en ausencia (o sea sin saber siquiera de qué están siendo acusados, procesados y sancionados, sin tener derecho a una defensa). Y la causa puede deberse a haber incurrido, fuera de Cuba, en supuestos delitos cometidos en países que, por el contrario, los reconocen y protegen como derechos humanos universales.
De ahí, a arrogarse también el derecho a secuestrar o ejecutar a un emigrante en otro país hay solo un paso. Por cierto, que el intento de secuestrar y asesinar exiliados es otra práctica que ha ejercido el Gobierno cubano en diversos países, aunque de forma selectiva, en el pasado. Pero antes no se pretendía justificar esos actos delincuenciales, injerencistas y extraterritoriales con sus propias leyes. ¿Querrán ahora "normalizarlos" para incrementarlos? ¿Es que la estulticia predominante entre los que ejercen el poder no les permite ver las consecuencias internacionales de esa decisión?
El anuncio puede ser interpretado de forma benigna, como otra fanfarronada intimidatoria, o tomárselo en serio y atribuirle la gravedad que merece. Lo segundo es más aconsejable.
Todas las sociedades abiertas y democráticas deben condenar esas declaraciones y, por ridículas que se le antojen, deben dejarle claro a La Habana que no permitirán el espionaje ni acciones extraterritoriales contra sus residentes y ciudadanos, por ejercer derechos protegidos en sus leyes y por los instrumentos internacionales de derechos humanos.
Tanto la Administración Biden como la Unión Europea (UE) deben tomar muy en serio este desafío a su soberanía de parte del régimen cubano. Los cubanos, por su parte, deben pensárselo tres veces antes de ir de turistas a Cuba mientras el Gobierno no se retracte de sus pretensiones extraterritoriales. Sus familiares los extrañan, pero los preferirían libres. También debieran movilizarse para exigir que Cuba acabe de reconocer los pasaportes emitidos donde residen, y los derechos que les otorgan esas nuevas ciudadanías.
Las declaraciones deben tener consecuencias. De inmediato se impone detener cualquier forma de empoderamiento financiero a un Gobierno que, además de estar en estos instantes desarrollando una ola represiva a escala nacional y tener secuestrado al artista Luis Manuel Otero Alcántara, ha declarado formalmente su derecho a cometer delitos extraterritoriales de espionaje y ejercer la represión contra cubanos que hoy son residentes y ciudadanos en otros países.
La innovación jurídica cubana representa una amenaza personal a los cubanos en el exterior y una ofensa inaceptable a la soberanía de los países de la comunidad internacional donde residen. No debe ser ignorada.
Gran artículo Juan Antonio. Enhorabuena
No vale para nada la extraterritorialidad de la norma legal castrista porque carece del principio de Derecho Internacional de homogeneidad de tipificación de figuras delictivas conexas. Es decir, por ejemplo: el narcotráfico es delito en USA y en Bélgica, pero el delito de "cambio del régimen político socialista" que impone Cuba como."sancionable" no aplica en Alemania, USA o UK, porque no hay HOMEGENEIDAD de actos punibles en ambas legislaciones para que prospere imputar y condenar en ausencia y luego pretender "hacer cumplir esa pena" fuera de Cuba. Ese batería de medidas procesales carece de fundamentación. Es para adoctrinar y amenzar. La sentencia castrista sería inejecutable y ningún juez del régimen podría cursar una Orden o. Exhorto a Tribunales extranjeros se dirigirán por la vía diplomática en la forma establecida en los Tratados, y a falta de éstos, en la que determinen las disposiciones generales bajo el principio de Reciprocidad normativa entre Estados y sus Acuerdos.
Aunque neutralizar y castigar al exilio siempre fue tarea del régimen, lo que vemos ahora es parte del fascismo ascendente, resultado del maridaje entre actores civiles radicales y militares moralmente endurecidos en sus fortunas monetarias.
Este artefacto jurídico de chantaje extraterritorial que se construye precisamente a manos de quienes debían condenarlo, pudiera quedar en borrador. De no ser así, como bien afirma el autor, sobran las razones para preocuparse.
Sería muy triste ver la imposición en aeropuertos y otros lugares públicos en países respetuosos formales de las leyes, carteles de búsqueda y captura de líderes políticos cubanos, como que se verificaran sus extradiciones.
Recordemos que siempre acompañarán "delitos comunes" a los expedientes y perfiles públicos de estos activistas políticos, lo cual confundiría a muchos gobiernos extranjeros y pudieran éstos accionar las extradiciones solicitadas.
Gracias al señor Juan Antonio Blanco por su magnífico artículo.
Al margen de la excelente argumentación de JAB, yo creo que el objetivo principal de esa monstruosidad jurídica es mellarle el filo político a un sector importante de la emigración cubana. O sea, que los anunciados juicios en ausencia persiguen atemorizar a aquellos que viajan a Cuba a ver a sus familiares o por otras razones, de modo que no participen en manifestaciones y actividades en general en pro de la libertad de Cuba que molestan al régimen, incluyendo sus opiniones críticas en las redes sociales. De hecho, sin necesidad de esa ley extraterritorial, hay muchos cubanos que no se expresan públicamente contra el castrismo (aunque sí en privado) para no perjudicar a sus familiares en Cuba. Conozco más de un caso. Gracias, JAB.
Parece que la política de Continuación de El Designado quiere superar en represiones a su precedente. Para ello no le alcanza el territorio nacional y, en su estupidez, lo mismo ordeña de dólares a sus emigrados que los puede convertir ahora en sujetos culpables de un supuesto delito. Se ve que en Cuba el único líder real es el Ministerio del Interior.
Estimada Ana J. Faya, muy bueno su comentario. Precisamente uno de los efectos colaterales de esta política sería atemorizar a los viajeros que llevan personalmente a la isla miles de millones de dólares en mercancías y efectivo, pues estas medidas pudieran crear un ambiente generalizado de hostilidad legal contra los cubanos residentes en el exterior desanimándolos a viajar, y no sólo en los activistas políticos. En fin, que la flecha se clave en el corazón equivocado. Saludos.
Muy bien, pues, invito a los sicarios, guapos de computadora y espías muertos de hambre al exilio para que vengan a sacarnos de los países donde vivimos; porque nunca vamos a dejar de hacer todo lo que podamos en contra del fascismo castrista, hasta que Cuba sea libre de la dictadura, nunca nos van a callar, nunca le vamos a temer a los esbirros analfabetos de la dictadura. Patria, Libertad y Vida; abajo la dictadura de los Castro, abajo el fascismo Castrista, muerte al fascismo Castrista. Y vengan por nosotros hijos de puta !!!!!!
Y nom se dan cuanta estos parasitos que su economia depende ahora de esos gusanos ,apatridas ,mafiosos,mal nacidos y no cubanos,,, quieren suspender los viajes a la isla ,las remesas y recargas telefonicas ,de que viiran entonces cuando las remesas en tiempos normales les produce mas divisas que el propio turismo ,que con la pandemia desontrolada en la isla y tantas restriciones dejaran de viajar,si apenas hay exportacion de bienes , y la agroindustria esta por el suelo debido a medidas absurdas,estan provocando la hambruna ,mala onsejera para la estabilidad politica.solo les quedara el narcotrafico para mantener los lujos de funcionarios ,militares y familiares ,,,los veo sin dinero hasta para su vida de lujos.
Muy bueno este texto de Blanco. Mientras Raul, Ramiro y demas integrantes de la Generacion del Moncada, esten vivos, se mantendra en Cuba el principio de hacer hoy lo necesario para mantenerse en el poder. La situacion es limite, porque lo que ellos llaman economia es un cascaron de vidriera organizado por los militares-empresarios, que no estan interesados en resolver los verdaderos problemas economicos del pueblo. A eso se le suma la perdida irreparable de Fidel, lider indiscutible, el extrannamiento a cualquier ideologia (socialista, martiana, y hasta fidelista), y el auge de la internet que ofrece informacion actualizada a la poblacion.
Considerando el ideario de Mao, que "una chispa puede incendiar una pradera", pues ellos saben que el petardo les puede estallar en la cara.
Como consecuencia del miedo, incrementan la represion.
Yo creo que esto es una "fanfarronada intimidatoria", pero intimidar al exilio no es politica nueva.
Malo para ellos, porque parasitan de ese exilio.
Estimado Weston, obviamente Fidel Castro, un hombre formado en la República y abogado él mismo, conocía tanto el valor de las acciones políticas y el alcance de las declaraciones públicas en nombre del Estado, como los límites razonables de éstas.
El vacío de poder dejado por el caudillo, ocupado insatisfactoriamente por su hermano menor, obsequia a los peores individuos políticamente hablando, ya sean civiles o militares, estas fatales estrategias de control de riesgos.
Imagino el momento amargo que debe resultar para el asesor presidencial Abel Prieto tener que impulsar una política que confronta sus propios esfuerzos anteriores en favor de un acercamiento con la comunidad cubana en el exterior.
Tienen miedo de la cosecha de sus propios errores, pero la respuesta a ese miedo es insana. Saludos.