En Cuba, la violencia de género comienza en las escuelas

El uso de menores en "actos de repudio" por parte del Gobierno cubano ha sido criticado por la oposición y la sociedad civil. Incluso personas sin vínculos con la disidencia empiezan entender que sacar a los niños de las escuelas para que griten consignas y ofensas contra quienes se oponen de manera pacífica al régimen viola la Convención de los Derechos del Niño, firmada y ratificada por el Estado cubano.

Pero cuando se les usa para gritar oprobios contra mujeres, como les ha ocurrido varias veces a las Damas de Blanco, también se les está inculcando la violencia de género. Este señalamiento, de la activista Zelandia Pérez, fue uno de los más importantes realizados durante el evento "Feminicidio: La otra pandemia", convocado por la Alianza Cubana por la Inclusión (ACI), el viernes 29 de enero con transmisión a través de la página de Facebook de la organización.

"A estos niños se les están dando diplomas en las escuelas y (también) a los maestros que llevan a estos niños a participar en esos actos", dijo Zelandia, miembro de ACI, que aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la ministra de Educación "sobre este tema que está siendo tan reiterativo y tan dañino para los niños en estos momentos".  

En el evento participaron además la actriz y miembro de ACI Iriz Ruiz; Marthadela Tamayo, miembro de ACI y del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), Sara Cuba, también integrante de ACI, y María Matienzo escritora y periodista de Cubanet, quien actuó como moderadora.

Mujer contra mujer

Matienzo llamó la atención sobre el hecho de que muchas mujeres se presten a violentar a otras, lo que puede tomarse, no como violencia de género, sino como "mujeres golpeándose entre ellas", afirmó.

Iris Ruiz explicó que justamente la estrategia del Gobierno es usar mujeres policías para reprimir a las Damas de Blanco. Pero la violencia de esas mujeres, que ostentan un cargo y cumplen una función pública, constituye violencia institucional.

La actriz ofreció otros ejemplos de esta violencia contra las mujeres, como los desalojos violentos de madres con niños y la reciente agresión contra mujeres activistas, periodistas independientes y artistas frente al Ministerio de Cultura. A raíz de este hecho, la Red Femenina de Cuba envió una carta abierta a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Iris ilustró este tipo de violencia, que no siempre es física, con su experiencia personal, cuando solicitaba un espacio para vivir con su familia, en 2011. La respuesta de la funcionaria de Vivienda del gobierno municipal, que la atendió fue "búscate un marido con casa". "Ahí te das cuenta de que definitivamente es un sistema patriarcal", dijo la activista.

A raíz de la intervención de Iris, Marthadela Tamayo recordó las tres peticiones básicas que ACI, la plataforma Yo sí Te Creo, el colectivo de Alas Tensas, Cubalex y muchas mujeres han dirigido al Estado: La formación de los funcionarios públicos en temas de género, la aprobación de una Ley Integral contra la Violencia de Género, y que el Gobierno publique los datos reales de los feminicidios en Cuba.

"En el último caso (…), el hombre ya había estado preso por asesinato. Fue muy corta su condena, volvió a salir y mató a otra víctima", dijo Tamayo. Sobre este flagelo, recordó que ya ha cobrado cuatro víctimas en el primer mes de 2021 y que el Estado cubano continúa invisibilizando esta situación.

Respecto a la represión que sufren las mujeres afrodescendientes, afirmó que, aunque muchas personas consideran que es la misma que sufren las mujeres blancas, no es así. "Cuando eres interrogada por un agente de la Seguridad del Estado o eres reprimida en una manifestación, se encargan constantemente de decirnos (…) que nosotros los y las afrocubanas debemos guardarle al Estado cubano y a Fidel (…) que nos hizo personas. Nos dicen 'a ustedes, negros, la Revolución cubana los hizo personas'. A una mujer caucásica, en un interrogatorio, no se encargan de estarle diciendo eso. Entonces, sufrimos el ser mujer, por toda esa violencia de género que hay hacia nosotras y, además, cuando eres afrodescendiente, te toca la cuota".

En opinión de la activista, existe mucho desconocimiento sobre este tema y es algo sobre lo que se debe trabajar mucho más.

¿Cuál es y cómo se está usando el presupuesto asignado al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres?

Sara Cuba Delgado se refirió al Programa Nacional de Adelanto para las Mujeres, emitido por la FMC en noviembre de 2020, que recogió las mismas peticiones planteadas por ACI y otras plataformas femeninas, sin que el Estado tomara en cuenta a esas organizaciones.

"Está claro que la FMC se adjudicó un trabajo que ya las mujeres que formamos parte de la sociedad civil independiente habíamos realizado durante varios años, mediante la investigación y la observación de la realidad que vivimos las cubanas en relación a la violencia de género", sostuvo.

Sobre el compromiso de Teresa Amarele, secretaria nacional de la FMC, de promover la igualdad de género a través del programa y de sistematizar el cumplimiento de las acciones que contiene, cuestionó: "¿Qué está haciendo la FMC sobre el Programa de Adelanto para las Mujeres, si la violencia contra la mujer continúa? Son cientos las mujeres sin atención por parte de la Federación (…) Como mujeres cubanas queremos una actualización sobre el Programa (…) Queremos saber qué se está haciendo con el presupuesto aprobado para este programa. ¿Por qué no se ha dado a conocer dentro de los distintos bloques de la Federación en las comunidades? ¿Cuál es el presupuesto real asignado para este programa?”

"Nadie te mandó a abrir las patas"

Otro tema que se ha normalizado en la sociedad y la moderadora María Matienzo trajo a colación es la violencia obstétrica que sufren las cubanas en los salones de parto. Zelandia Pérez se refirió a este maltrato citando una frase con la que médicos enfermeras suelen dirigirse a las adolescentes cuando van a parir: "Puja, que nadie te mandó a abrir las patas". Cuando la embarazada tiene más de 40 años y es un embarazo de riesgo, la tratan como "un problema".

Iris Ruiz explicó que las cubanas han llegado a considerar normal que un médico les dé una galleta durante el parto. Como madre de seis hijos, ha tenido varias experiencias negativas al parir. Una de ellas fue ser atendida por una residente sin experiencia.

La muchacha no sabía en qué momento maniobrar el bebé. Le dañó la cadera y la clavícula, y en medio del parto tuvo que correr a buscar un médico con experiencia. A Iris le cosió "lo que no tenía que coserme".