La Seguridad del Estado cubana amenazó con desalojar de su vivienda a Anyell Valdés Cruz, una de las personas acuarteladas en la sede del Movimiento San Isidro el pasado mes de noviembre, denunció el activista Adrián Rubio a través de las redes sociales.
Según el testimonio de Valdés Cruz, en la noche del jueves, mientras muchos activistas exigían la liberación de los miembros del 27N arrestados frente al Ministerio de Cultura, un agente de la Seguridad del Estado le dijo a través de la ventana de su casa que sería desalojada.
En ese momento Valdés Cruz se encontraba en su vivienda acompañada de sus tres hijos pequeños, Adrián Rubio y una persona mayor a que no se identificó.
"La puerta está cerrada, todo está cerrado, nosotros no vamos a salir. Si ellos quieren sacarnos, pues que utilicen la fuerza", afirmó Rubio, quien agregó que son "personas indefensas".
Valdés Cruz denunció en Facebook que, además, uno de sus hijos tenía fiebre. "Nos quieren desalojar, tengo tres niños menores y uno con fiebre en estos momentos", escribió.
Según explicó Rubio, Valdés Cruz se "metió" en el cuarto donde viva hace cinco años, pero tras los sucesos de San Isidro las autoridades comenzaron a amenazarla con desalojarla del inmueble junto a sus tres hijos.
La curadora Anamely Ramos denunció que la patrulla que estaba parqueada en la entrada de la casa de Valdés Cruz, con número 140, detuvo a una vecina que se acercó a pedir un poco de azúcar.
Los activistas Adrián Rubio y Anyell Valdés Cruz, junto a Jorge Luis Capote Arias, fueron detenidos el pasado viernes por la Seguridad del Estado mientras realizaban una manifestación pacífica vestidos de pioneros.