El prisionero político Luis Andrés Domínguez Sardiñas fue liberado tras cumplir un año en la cárcel debido al impago de varias multas que le fueron impuestas por participar en actividades del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo (FACOZT).
"Siento que estoy un poquito menos preso que cuando estaba allá adentro. En Cuba, como quiera, todos somos prisioneros de un régimen, de una dictadura, aunque no es lo mismo estar en la calle que en la prisión", dijo el opositor a Cubanet.
Domínguez Sardiñas afirmó que en esta ocasión fue procesado por el impago de diez multas, cuyo monto total ascendía a 11.150 pesos cubanos, pues al no pagarlas se fueron duplicando.
El opositor explicó que el motivo de las multas se debió a la supuesta violación de dispositivos de seguridad realizados por el Ministerio del Interior (MININT) y la Seguridad del Estado cubana.
"Generalmente, la Seguridad del Estado ponía un operativo frente a la sede del FACOZT, donde nos reuníamos. Cuando salíamos éramos detenidos y nos llevaban para la Séptima Unidad de la Policía, nos tenían un rato en el calabozo y nos soltaban con una multa de 100 pesos, dicen ellos que por violar el dispositivo de seguridad", afirmó.
Sobre su estancia en la prisión de Toledo, ubicada en La Habana, contó que la alimentación era pésima. "Del sistema de salud ni hablar: hay médicos, pero no hay medicamentos. La higiene es la que el propio interno sea capaz de proporcionarse; su familia es la que le consigue el cloro y el detergente para poder limpiar, porque la dirección del penal nunca se preocupa por eso", agregó.
Tras su liberación, Domínguez Sardiñas relató que las carencias y los maltratos sufridos diariamente en la prisión hicieron que la estancia allí fuera más difícil de lo esperado.
"Esta vez pasé por tres prisiones y aseguro que la situación de los presos cada vez es peor. La policía no respeta ni los más elementales derechos de los reos, los maltrata, los mata de hambre, no les da medicamentos y les niega la asistencia médica. Esto se ha ido intensificando, mucho más ahora, por todas las carencias que sufre el país por culpa de la dictadura", dijo.
El opositor, que ha sido condenado a prisión en cuatro ocasiones, denunció en abril del 2020 que el penal de Toledo no contaba con agua ni recursos para mantener la higiene en medio de la pandemia de coronavirus que comenzaba a afectar al país.
La organización Cuban Prisoners Defenders (CPD) informó que la lista de presos políticos en Cuba sumó en el mes de diciembre otras cinco personas para un total de 138 ciudadanos en las cárceles de la Isla por razones políticas, lo que calificaron como una "altísima escalada de represión".
CPD reconoció además otros 11.000 civiles no pertenecientes a organizaciones opositoras, 8.400 de ellos convictos y 2.538 condenados, censados con datos oficiales a 31 de diciembre de 2019, con penas medias de dos años y diez meses de cárcel, por cargos denominados en el Código Penal como "predelictivos", es decir, sin delito.