La periodista independiente cubana Iliana Hernández fue detenida violentamente por agentes policiales esta mañana, cuando se encontraba a dos cuadras de su casa junto a su madre, quien denunció el arresto a través de CiberCuba.
A pesar de que las autoridades cubanas presuntamente habían quitado la vigilancia a Hernández, quien llevaba aproximadamente tres semanas impedida de salir de su vivienda, la reportera volvió a ser arrestada esta mañana.
Por el momento se desconocen los motivos de la detención de la periodista, quien ha sido acosada y difamada por el régimen cubano en la televisión nacional durante las últimas semanas.
Unas horas después del arresto la exprofesora universitaria Omara Ruiz Urquiola, quien permaneció junto a Hernández por más de diez días acuartelada en la sede del Movimiento San Isidro (MSI), informó a través de sus redes sociales que la reportera se encontraba en la estación policial de la calle Infanta, en La Habana.
Desde que oficiales de la Seguridad del Estado la expulsaron por la fuerza de la sede del MSI, Iliana Hernández ha permanecido encerrada en su casa con vigilancia policial, donde fue víctima de un acto de repudio el pasado 8 de diciembre.
La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) llegó a justificar ese acto de repudio. En un comunicado dividieron a las mujeres de la Isla en las que apoyan a la revolución y las que están "al servicio del Imperio".
Esta semana la reportera denunció haber recibido amenazas de muerte a través de las redes sociales debido a la campaña de difamación de la televisión cubana contra su persona.
"Es importante que vean las calumnias de la televisión cubana lo que produce en algunos fanáticos, esta persona, que no sabe quién soy, me quiere ahorcar porque soy más famosa que (Donald) Trump en Cuba", escribió Hernández.
Iliana Hernández dijo a DIARIO DE CUBA en noviembre que está adaptada a "la estrategia de descrédito del régimen machista. Son como un marido abusador, pero en grandes proporciones".
Y que paso con el silbido de las 9 de la noche?
Sólo era para un selfie.
¡Intentaron arrebatarle el teléfono! ¡Qué criminales! Si a ella, con su afán de protagonismo, le quitan el teléfono le da un infarto. Ya cansa. Siempre grita : "¡El teléfono, no, coño, el teléfono no"!
Que imbecilmeres, comunistacde pinga