Activistas cubanas de varias iniciativas independientes en la Isla se han sumado a los reclamos por el Día Internacional de la Mujer Rural, que este año se celebra en el mundo bajo el lema "Construyendo la resiliencia de las mujeres rurales a raíz del Covid-19".
Aimara Peña, de la Alianza Cubana por la Inclusión Social, explicó a DIARIO DE CUBA que durante todo el día se han propuesto visibilizar en las redes sociales "temas que hoy están afectando a la mujer rural cubana, una problemática social que queda un poco olvidada".
Para la activista, la intrusión del Covid-19 está haciendo aún más difícil la vida de la mujer rural.
"Queremos hacer visibles temas como el acceso a la salud y la educación, las escasas oportunidades de empleo que tienen las mujeres en el campo, la desigualdad en los salarios y el machismo imperante", dijo.
Se refirió a "los estereotipos sociales que se viven en las partes rurales de la Isla, aún mayores que en las ciudades", y que imponen a la mujer la exclusiva atención de los hijos.
La Red Femenina de Cuba, que desde hace un año viene trabajando dentro de la Isla en una campaña denominada Unidas por nuestros derechos, también se suma a la campaña en defensa de los derechos de la mujer rural.
Marthadela Tamayo señaló a DIARIO DE CUBA que desde la organización "buscan que la mujer rural en Cuba sea realmente atendida, porque existan políticas públicas dirigidas a ellas".
Se trata, dijo, de promover políticas positivas dirigidas a estas personas que viven en el campo, fuera de las ciudades o en los perímetros de estas.
"Nos unimos también al llamado que hace el capítulo cubano de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR), que es una organización insignia en el trabajo de la mujer rural. Desde la madrugada ha estado realizando pronunciamientos a favor de este sector en la Isla que respaldamos", aseguró.
Tamayo declaró también a que desde el Comité Ciudadanos por la Integración Racial buscan "eliminar todo tipo de discriminación y en este Día Internacional de la Mujer Rural interesa visibilizar la situación de aquellas mujeres afrodescendientes, rurales también, que habitan en la periferia de La Habana".
La activista se refirió a los denominados "llega y pon", que son asentamientos levantados por poblaciones de manera precaria y con condiciones de pobreza. Estas personas por lo general provienen de zonas rurales que deciden abandonar por la falta de oportunidades que tienen en estas.
Tamayo insistió en que, "aunque no son mujeres que están labrando la tierra, viven en total aislamiento de las ciudades, mujeres que en la mayoría no han tenido acceso a la educación, al empoderamiento, mujeres que dependen económicamente de sus parejas, que tienen que estar en el día a día luchando el sustento de sus familias".
Para la activista, "hay en esos asentamientos una feminización de la pobreza, donde todo el peso de la jefatura familiar recae en esas mujeres, muchas afrodescendientes".
"Son mujeres que igual que las que laboran en el campo construyen su resiliencia día a día", concluyó la activista.