A pesar del trabajo que hacen en el mundo, los médicos cubanos "son peones, 'productos básicos exportables', de una dictadura militar", señaló la organización Archivo Cuba en una carta al Comité del Premio Nobel a propósito de la inclusión de la Brigada Médica Internacional de Cuba Henry Reeve en la candidatura oficial del galardón por la Paz.
"Estamos obligados a informarle de pruebas abundantes y convincentes que hacen de este cuerpo médico una parte intrínseca de un esquema de trata de personas por parte del Estado cubano, en flagrante violación del derecho internacional", añadió la organización, que ha investigado y documentado desde 2009 los servicios de exportación de Cuba de trabajadores temporales, principalmente en el campo médico.
En la misiva Archivo Cuba asegura que "decenas de 'internacionalistas' de Cuba, en su mayoría médicos" han informado a la ONG "de los atroces abusos laborales y de derechos humanos a los que son sistemáticamente sometidos".
Archivo Cuba escribe al Comité del Nobel advirtiendo que "el estado policial cubano, que priva sistemáticamente a los ciudadanos de sus derechos fundamentales y comete atroces violaciones a los derechos humanos, explota a estos trabajadores médicos para promover sus objetivos económicos, políticos y geoestratégicos".
El Gobierno de Cuba "ha encontrado una oportunidad en la pandemia y está enviando brigadas médicas de emergencia a docenas de países" a través de acuerdos en los que ha aprovechado para incluir su producto biofarmacéutico Interferón Alfa 2b, que presenta como "medicamento milagroso" contra el Covid-19, añade Archivo Cuba.
La ONG recuerda que, desde marzo de 2020, La Habana informa haber enviado equipos Covid-19 a 39 países.
Para la organización, "aunque retratadas como un ejército altruista de solidaridad, estas brigadas médicas están generando enormes recursos para ayudar a la élite comunista gobernante de Cuba a mantenerse en el poder y evitar reformar una economía de mando fallida y parasitaria".
En su misiva, recuerda que La Habana ha estado enviando brigadas médicas internacionales desde mayo de 1960 cuando lo hizo a Valdivia, Chile, después de un fuerte terremoto.
"Pronto se hizo evidente que esta táctica ofrecía una oportunidad única para que el régimen cubano ganara dinero mientras ampliaba su influencia, asegurando lealtades y alianzas políticas, procurando asistencia económica, préstamos, generando simpatías internacionales y promoviendo la idea de que Cuba es una potencia médica y ejemplo humanitario para el mundo", añade.
En palabras de Archivo Cuba, el actual Contingente Internacional Henry Reeve especializado en situaciones de epidemias y desastres "está compuesta mayoritariamente por trabajadores sanitarios con una capacitación mínima en casos de desastre que se aprovecha de manera oportunista para trabajar".
El régimen cubano la usa "para expandir su presencia cuando los países son más vulnerable y, por tanto, receptivos; esto establece un punto de apoyo en nuevos mercados y, a menudo, conduce a muchos años de provechosa 'colaboración sanitaria' para Cuba".
"A veces Cuba paga la factura inicial pero el pago a menudo proviene de la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud y otros gobiernos y organizaciones", indica.
Asimismo, Archivo Cuba sostiene que el Gobierno "retiene alrededor del 80-95% de los pagos, mientras que los médicos, enfermeras, técnicos y otros profesionales de la salud que brindan los servicios médicos reciben solo alrededor del 5 al 20% —dependiendo del país de destino".
"Los servicios de exportación de Cuba crecieron con el tiempo y se convirtieron oficialmente en la principal fuente de ingresos del país(…) En 2010, el Gobierno cubano reconoció lo que hasta entonces había sido un estado secreto: que se le pagó por sus servicios, sin embargo, informó que esto solo tenía la intención de financiar el sistema de salud, pero las propias estadísticas oficiales de Cuba prueban que eso es falso", explica en su extensa misiva.
En 2018, último año de datos oficiales, mientras La Habana informó que sus exportaciones de servicios sociales y de salud fueron de 6.400 millones (más del doble del los ingreso por turismo), publicó estadísticas que indicaban que solo el 1,5% (96.900.000 dólares) de esos ingresos fue invertido en salud y asistencia social en el país.
Archivo Cuba recuerda al Comité del Nobel que "el trabajo forzoso ha sido condenado por la comunidad internacional como una práctica similar a esclavitud; es universalmente aceptado como un 'crimen de lesa humanidad' cuando es cometido por funcionarios públicos".
"Esta estratagema viola numerosas normas y acuerdos del derecho internacional", señala y a continuación cita cada uno de ellos.
"El Comité Nobel también debe ser consciente de que la exportación cubana de trabajadores sanitarios y productos médicos dañan a la población cubana. A medida que se envían recursos al exterior, una subinversión aguda y generalizada en el sistema de salud pública de Cuba ha producido deficiencias legendarias (…)", agrega la carta.
"El apoyo internacional a la nominación al Nobel de la brigada médica cubana oculta su verdadera naturaleza y distrae la atención de los múltiples beneficios para el régimen dictatorial. La enorme campaña global actualmente en curso es un testimonio de la labor duradera, constante y eficaz del gigantesco aparato de inteligencia y propaganda de Cuba", planeta.
Para Archivo Cuba, "la consideración para el Premio Nobel de la Paz recompensaría la dictadura cubana por explotación flagrante y criminal, lo que sería una contradicción notoria con los loables objetivos del premio y una escandalosa ofensa a los trabajadores sanitarios esclavizados y al pueblo oprimido".
"Instamos a su prestigioso comité a realizar una revisión cuidadosa de la evidencia. Nuestra página dedicada al asunto CubaSalud.org, disponible en inglés y español, ofrece recursos informativos sobre este asunto y proporciona detalles adicionales sobre lo que se resume anteriormente. También estamos disponibles para responder a preguntas, incluso para facilitar el contacto al comité de participantes de las brigadas dispuestos a correr el riesgo de sufrir represalias por compartir su testimonio", concluye.
Bravooo!