El preso político cubano Maikel Herrera Bones denunció mediante una llamada telefónica con Zaqueo Báez Guerrero, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en La Habana, que agentes de la Seguridad del Estado lo amenazaron con no brindarle atención médica hasta que deje de divulgar los malos tratos recibidos en prisión.
Desde la cárcel para pacientes de VIH-sida ubicada en Güines, Mayabeque, Herrera Bones, miembro de UNPACU, aseguró que los agentes y los directivos del centro penitenciario le dijeron que si sigue haciendo denuncias no harán nada por él; pero si, en cambio, deja de divulgar lo que le sucede en prisión, podrían atender sus problemas de salud adecuadamente.
"Es mi salud contra el chantaje de dejarme morir si no me callo la boca, y yo no me voy a callar la boca. Voy a seguir diciendo la verdad y las cosas que me están pasando. Estoy preso injustamente, no se me atiende adecuadamente y estoy siendo objeto y víctima de represión y represalias", afirmó el activista mediante una llamada telefónica publicada en el canal de Youtube de UNPACU.
Herrera Bones señaló como responsable directo de su situación al mayor Roberto de la Seguridad del Estado.
La opositora Ana Belkis Ferrer, hermana del líder de UNPACU, José Daniel Ferrer, señaló que Herrera Bones, "defensor de los derechos humanos, fue injusta, arbitraria y violentamente detenido el día 16 de abril del presente año, por manifestarse públicamente", razón por la que fue "acusado de un inventado delito de atentado" y "trasladado a prisión el día 30 de ese mes, lugar donde permanece a la espera de juicio bajo amenazas y represalias constantes".
Durante el pasado mes de agosto Herrera Bones inició una huelga de hambre en prisión con el objetivo de reclamar una adecuada atención médica por sus condiciones de salud.
En esa ocasión, a través de una llamada telefónica, el activista comunicó su decisión a Zaqueo Báez y también informó de su situación desesperada al opositor Ángel Moya, según publicó el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
"Tengo en el cuerpo más de 30 forúnculos, tengo el cuerpo entero manchado, hermano, y aquí no hay medicamentos", lamentó entonces el prisionero.
"Le han salido enfermedades en la piel y aunque el médico de la prisión lo ha atendido, no mejora; él cree que es porque no son especialistas en la enfermedad", agregó Báez.
Herrera Bones fue detenido por discutir con un agente policial que, vestido de civil y sin identificarse, intervino para tratar de detener una protesta que realizaba por la falta de servicio eléctrico en su vecindario, en La Habana.
Fue acusado de "atentado agravado" y trasladado a prisión hasta que se realice el juicio, en el que podría ser sancionado a entre tres y ocho años de privación de libertad, según el Código Penal cubano.
En junio pasado, el abogado del activista pudo visitarlo en la cárcel y por él se supo que la situación de salud del opositor no era buena. En esa ocasión Herrera Bones tenía un forúnculo en el muslo derecho que le estaba sangrando, había tenido fiebre y le estaban saliendo otros forúnculos en la cabeza.