La Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) dirigió una carta a Laurentino Cortizo, presidente de Panamá, para pedirle que revise la intención de su Gobierno de contratar médicos cubanos para enfrentar la pandemia de Covid-19 que afecta a esa nación.
La misiva, firmada por Iván Hernández Carrillo, secretario general de la ASIC, y Alejandro Sánchez Zaldívar, vicesecretario general de la organización, recuerda al mandatario que en otros países donde existen "misiones médicas" de La Habana las autoridades "le pagan directamente al régimen cubano, quien no ofrece información detallada sobre las referidas transacciones".
"Las estadísticas oficiales sólo se limitan a comunicar los montos generales. Si bien la participación de estos trabajadores de la salud en las llamadas 'misiones' no es obligatorio, muchos profesionales terminan integrándose por temor a represalias laborales y políticas", señala el documento.
Entre las múltiples violaciones de las normas laborales internacionales reconocidas y protegidas por el movimiento sindical en las que, según diversos organismos y grupos de derechos humanos internacionales, incurren las autoridades cubanas en tales "misiones" está que los profesionales "no reciben una copia de su contrato de trabajo"; "también se transgrede el Convenio n.º 95 sobre la protección del salario"; así como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU y la propia Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, indica la ASIC.
"Los profesionales cubanos laboran en condiciones de trabajo forzoso, de acuerdo con el Convenio n.º 29 relativo al trabajo forzoso u obligatorio, y según los indicadores establecidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde apunta que todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente es, en esencia, una práctica que constituye una forma de esclavitud laboral", citan.
"Del mismo modo, se viola el Convenio n.º 105 sobre la abolición del trabajo forzoso, que insta a los países miembros que lo ratificaron a tomar medidas eficaces para la abolición inmediata y completa de este tipo de flagelo", agregan.
El grupo sindical independiente recuerda que en noviembre de 2019 Urmila Bhoola, relatora especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, y Maria Grazia Giammarinaro, relatora especial sobre la trata de personas de la propia organización, dirigieron una carta a La Habana señalando que "las condiciones laborales de los médicos pueden llegar a calificarse de trabajo forzoso y que constituyen un tipo de esclavitud moderna".
La ASIC advierte al mandatario panameño que su país es firmante y ha ratificado todo esos convenios y que, de concertar un acuerdo con las autoridades cubanas para contratar profesionales de la Isla, se convertiría en cómplice de tales violaciones.