Sin razón ni explicaciones, la policía política vuelve a sitiar a periodistas y activistas en La Habana

"Muchas veces se ha hablado entre activistas de jugar con ellos, dar noticias falsas, activarlos a nuestro antojo; parece que alguien se nos fue alante con este performance", comentó la artivista Tania Bruguera con respecto a la enigmática jornada de sitio que han sufrido este jueves varios activistas y reporteros independientes cubanos.

Sin existir una convocatoria pública a una reunión o manifestación, la policía política activó operativos frente a las viviendas de varios miembros de la sociedad civil independiente, sobre todo mujeres, y a la mayoría les prohibieron explícitamente salir a la calle, sin ofrecer razón alguna.

"La experiencia más rara que he tenido con la Seguridad del Estado ha sido hoy: me han detenido, de la nada, un 'seguroso' y cuatro policías (dos de ellos mujeres), cuando salía de mi casa. Todos, ellos incluidos, sorprendidos y confundidos. No había explicación, apenas una actitud un poco prepotente, pero con dudas", escribió Bruguera en su muro de Facebook.

"Me metieron en un carro de policía mientras preguntaba cuál era el motivo. El silencio de las mujeres policías ante mis preguntas les hacía creerse importantes, como si tuvieran una información que resolvería el hambre del pueblo o la crisis del Covid-19. Después de media hora y del 'seguroso' hablar sin parar por su celular que pagamos nosotros, los que somos clientes de ETECSA, le dice al policía que me lleve a mi casa, que era a donde me dirigía, que yo le daría las indicaciones. De pronto yo dirigiendo al policía, el 'seguroso' como avergonzado y el claro escenario de los que están en el poder viendo fantasmas por todos lados", relató.

También la exprofesora universitaria y activista Omara Ruiz Urquiola estaba sitiada en La Habana horas previas a su turno para recibir tratamiento oncológico. 

"Acaba de llamar 'Rita' para 'aconsejarme' no salir de mi casa. No se identifica claramente, esto es acoso", denunció en su muro de Facebook, antes de relatar al sitio ADN Cuba que había grabado con su teléfono a dos agentes montándole vigilancia.

En su muro de Facebook la reportera de El Estornudo Mónica Baró Sánchez relató su encuentro con los agentes que le impidieron salir a la calle.

"Intenté salir ahora de mi casa y dos mujeres oficiales del Ministerio del Interior y un hombre vestido de civil me abordaron cuando no había avanzado ni veinte metros de la entrada de mi edificio para informarme que no podía salir 'por el aislamiento'. Les pregunté cómo era posible que yo no pudiera salir de mi casa a hacer compras cuando la calle estaba llena de gente, cuando el parque cercano estaba lleno de gente, y se limitaron a responder que yo no podía salir 'por el aislamiento'", refirió.

"Les pedí que no subestimaran mi inteligencia, que estábamos viendo los tres la cantidad de personas que había en la calle, que era obvio que había otras razones para impedirme salir de mi casa, y que prefería que me dijeran que no podían darme esa información y nada más. Me preguntaron si era muy urgente lo que me hacía salir, si no podía esperar a más tarde, si era de vida o muerte, y les expliqué que si estaba saliendo de mi casa era porque lo necesitaba".

"En realidad, necesitaba verificar que las cuatro personas —los dos hombres de civil y las dos mujeres de verde olivo— que había visto frente a mi casa estaban ahí por mí. Estaban bajo la misma sombra que quienes me vigilaron el 30 de junio pasado. (...) No sé por qué yo hoy estoy más aislada que el resto de Cuba, no sé por qué cuatro oficiales me impiden salir de mi casa. No tengo la menor idea. Me hicieron salir a un interrogatorio el 17 de abril cuando la situación de la pandemia era mucho más sensible y hoy no puedo salir. A nada. Al menos por unas horas", agregó.

También el activista y reportero independiente Héctor Luis Valdés Cocho, el poeta Ariel Maceo Tellez, los reporteros independientes Luz Escobar, Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar denunciaron estar en la misma situación. 

Luz Escobar compartió en su muro de Facebook un audio del momento en que los agentes la abordaron para comunicarle la prohibición.

Asimismo, la también periodista independiente lliana Hernández compartió en su perfil en la red social Twitter un video de un agente de civil haciendo guardia frente a su vivienda.

"Uno de los que me vigilan hoy está desde anoche. Deberían estar sembrando calabazas o piña en sus patios, eso es más productivo. Díaz-Canel, ¿a qué le temes?", escribió.

Ante el enigmático despliegue represivo, el enésimo que bajo el mismo criterio y modo de actuar organizan las fuerzas del régimen para impedir el libre movimiento de los ciudadanos, varios recurrieron a la especulación.

"Hoy es Día de los Mártires. Sabrá Dios qué les pasó por las cabezas. Históricamente, si mal no recuerdo, hay duelo oficial", comentó en el foro de Tania Bruguera la crítica de arte Elvia Rosa Castro.

El miércoles, la organización Human Rights Watch (HRW) condenó las violaciones de los derechos humanos cometidas por el Gobierno cubano el pasado 30 de junio, cuando un grupo de personas intentaron protestar contra la violencia policial en diferentes ciudades del país y fueron sometidas a parecido método que el de este 30 de julio, exactamente un mes después.

"Detener arbitrariamente para impedir que la población proteste de forma pacífica es un ejemplo de las muchas medidas represivas que el régimen cubano está dispuesto a tomar para impedir que se manifiesten voces críticas al Gobierno", dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.

"Estas medidas forman parte de un patrón general según el cual las autoridades cubanas apelan a cualquier excusa, en este caso, la pandemia, para tratar al disenso como un crimen, en vez de garantizar que las protestas pacíficas puedan transcurrir de manera segura", añadió.