En junio pasado, DIARIO DE CUBA publicó el caso de Antuanett Creagh García, quien reside junto a sus dos hijas en la localidad habanera de Guanabo y sobre la cual pesa una orden de desalojo que las autoridades no se habían atrevido a ejecutar.
Sin embargo, un representante de la Policía dio un ultimátum a Creagh García la pasada semana, avisándole de que este martes 5 de noviembre será desalojada junto a sus dos niñas de 9 y 11 años.
"Yo había decidido ceder y aceptar irme de mi casa solo por mis hijas, debido a por esta situación tan estresante una de ellas ha desarrollado principio de esquizofrenia infantil, y la otra no logra concentrarse en sus deberes escolares. Como primero están ellas, decidí aceptar, pero al ver las condiciones tan terribles del albergue a donde me piensan enviar cambié de parecer y no pienso abrir la puerta cuando vengan por nosotras", contó la madre a DIARIO DE CUBA.
Creagh García añadió que el albergue en Guanabo adonde la enviarán las autoridades tiene un baño que no funciona hace más de 20 años, y su vivienda sería cuarto pequeño en muy malas condiciones, prácticamente inhabitable.
"Si llevo para allí a mis hijas estaríamos peor que como estamos. Esta situación es una gran injusticia conmigo y sobre todo con dos niñas a las que piensan dejar sin casa”, denunció.
Como último recurso, Creagh García se dirigió este lunes, acompañada por sus dos hijas, a la casa de Miguel Díaz-Canel para pedirle una solución para su caso. Al llegar, los custodios de la residencia le impidieron entregar una carta dirigida al gobernante y la detuvieron.
DIARIO DE CUBA supo al cierre de esta nota que Creagh García había sido conducida a la estación policial de Alamar.
Antes de esos sucesos, la afectada aseguró que después de esa gestión desesperada "nadie podrá decir que en Cuba no ocurren desalojos. Permaneceré en la calle con mis hijas a ver que sucederá".
Para ejecutar el desalojo de la vivienda de Antuanett Creagh, las autoridades acuden al Decreto Ley 232, que estipula que si en una vivienda se encuentra droga esta puede ser confiscada a su dueño.
Según la versión de Creag García, en 2016 al padre de sus hijas le encontraron varias plantas de marihuana en la azotea de su casa. Él nunca comunicó la existencia de esa plantación ni ella se percató, pues jamás sube a la azotea de la casa por tenerle miedo a las alturas, alegó.
Cuando detuvieron a su pareja, Creagh García también fue encarcelada durante cuatro meses, hasta que se comprobó su inocencia por el delito de tenencia de drogas. Pero a partir de ese momento las amenazas para quitarle su vivienda comenzaron.
Los reclamos que expresara meses atrás Antuanett Creagh se mantiene intactos: "Están violando todos los derechos de mis hijas a tener un hogar, las quieren sacar de su barrio y de su escuela. Solo exijo justicia y que me dejen en paz", señaló en ese momento.
Pero las autoridades piensan diferente y procederán a desalojarla de su casa este martes 5 de noviembre.
¿Peor que con Batista?